martes, 7 de febrero de 2017

Lo que deparó la última sesión de preliminares

CARNAVAL HUELVA / CARNAVAL COLOMBINO "Por Blas Miguel Hernández"

La última noche de preliminares del concurso de agrupaciones del Carnaval Colombino, en la que participaron tres comparsas, dos murgas y un cuarteto de las localidades de Cádiz, Huelva, Isla Cristina, Bollullos Par del Condado y Minas de Riotinto.




Comenzó el espectáculo con la única comparsa de Cádiz inscrita en el concurso, que bajo el nombre de “Los depredadores” se presentaron elegante y ciudadamente vestidos con trajes de chaqueta de corte largo, chalequillo y chistera, representando al magnate, al pudiente de dinero y poder dentro del orden social. En su chistera un calavera con huesos, simbolizando la muerte , en sus manos los cásicos guantes de matón, de cuero negro con dedos al descubierto y los zapatos acharolados a dos colores y muy lujosos, típicos de la más refinada y dominante mafia. En su telón una urbe cualquiera, donde destacaban bancos y grandes compañías que elevaban sus altas torres como símbolo imperialista de la sociedad en que vivimos. El color dominante en sus ropajes es el morado, quiero imaginar que es como se lo hacen pasar a sus víctimas, con algún que otro zarpazo en brazos y chistera dejando visible el rojo de su sangre fruto de sus encarnizadas peleas. Inició uno de estos comparsitas su presentación advirtiendo a todos de los depredadores, y a prepararnos para convertirnos en un montón de huesos dejando de ser humanos. A ritmo de salsa se describieron adjetivamente como simpáticos, galanes, cautivadores, cazadores, inteligentes, embaucadores… que viven sacando provecho de nuestras miserias, pobrezas, carencias, perdidas… devoradores sin remordimientos, aquellos que describía en el tipo, que en menos que canta un gallo nos harán ser un montón de huesos. Comenzaron la tanda de pasodobles con una primera letra en la que dándose por aludidos en los comentarios y críticas hacia ellos por su participación en este concurso, se defendieron alegando que sin querer engañarnos, su madre es su madre y no van querer nunca a otra como a su capital, pero que vienen porque consideraban tener una deuda con Huelva por el amor de Manuel Carrasco a su bahía y las gargantas de Ale Molina y Fali Ramos, terminando que sin guardar rencor ellos nunca nos cerrarán las puertas de Cádiz. La respuesta del público fue inmediata que puesto en pie aplaudió fuertemente este pasodoble con palmas por Huelva. Para el segundo de sus pasodobles narraron la historia de un homosexual como si el amor que siente fuese una enfermedad terminal, algo incurable y giran arremetiendo contra la derecha más conservadora y la iglesia, tachándolos de enfermos de rencor e ignorancia, a los que les cuestiona; quien tendrá más cerca el cielo, si los carroñeros o los que profesan amor verdadero. Buen pasodoble. Los cuplés de buen corte musical lo dedicaron a los payasos asesinos y lo más importante para una madre, que le devuelvan los tupperware. Remataron su actuación con la interpretación de su popurrí, en el destapan a los buitres, a los carroñeros y los depredadores de esta sociedad y del carnaval.Hubo también espacio para tratar de manera sensual una cuarteta dirigida a por la que sus huesos muere. Gran agrupación que se suma a la pelea.



La segunda agrupación nos llegó desde la peña de “Los Pollos”. Reapareció un cuarteto que hacía ya cuatro años que no salía y que se presenta bajo el nombre de “La chicotá” recreando la cocina y el restaurante ficticio del programa de “Chicote”. El cocinero, el camarero, el cliente, el niño, el comensal y por su puesto Chicote, caracterizado por Pepe Alvarado. Este cuarteto reúne al cuartetero más longevo en activo de nuestro carnaval “Araujo” que hace las veces de camarero y, al de más corta edad, “Emilín” (hijo de Emilio Gutiérrez). Toda la parodia se realiza siguiendo el guion del popular programa, un restaurante donde el servicio, la comida y la higiene deja mucho que desear y al que se le suma la crítica culinaria del Chicote, al que ellos llaman “Cipote”, dándose en ella unos sucesos realmente divertidos en la que los golpes de unos y otros, pero en especial los del cocinero, Pepe “Gorka”, que debuta en la modalidad, arrancaron continuamente la risa de un teatro que se enganchó a la parodia desde el minuto cero. Sus cuplés dedicados a lo que ha cambiado la cocina últimamente con la mestura de ingredientes y a lo que está pasando un amigo para perder kilos. Concluyeron con un popurrí donde intercalaron distintos temas a los que le sacaron su chiste, todo ello en relación al tipo gastronómico que traían. Gran cuarteto que optará a todo.




“Una chirigota vegana porque a ella le da la gana” inició su presentación tras la alocución de una voz en of que aclaraba que era un persona vegana. Cuentan como conocieron a la Juana, una muchacha vegana que para conquistarla no tuvieron más remedio que hacerse veganos y no comer carnes ni nada del cerdo, solo alimentos vegetales. El primer pasodoble a la alcaldía que en Huelva duró 20 años, sacándole los colores y a la contra, alabando a su sucesor del que esperan no haga que se arrepientan de haberle cantado esto. En segundo lugar el pasodoble fue dirigido a los que buscan el protagonismo en estos carnavales, a los que abandonan a sus amigos por salir con grupos más punteros y rindiendo sus respetos al que hace todo lo contrario loco por este veneno del carnaval, siendo un ejemplo a seguir Diego Arenas es su pregonero. En los cuplés salió a la palestra la moda de los regalos al jurado en relación al tipo que llevan las agrupaciones, y ellos como van de veganos les han traído un nabo. En el siguiente cuentan la historia de un ligue que se echaron y el tamaño de la regla que tenía guardado. En el popurrí de estos campestres hortelanos relatan el día a día como veganos y lo hartos que están del verde.

Tras el descanso abrió el telón la murga de Bollullos Par del Condado “Antes muerto que

sin silla”, que representaban al público del propio patio de butacas del Gran Teatro, con un telón de fondo de toda la “Bombonera” tal cual se ve desde el escenario. Estos murguistas animaban desde el escenario como si los que cantasen estuviesen el patio de butacas, encontrando apoyo desde un principio por sus propios seguidores, siguiéndoles a lo largo de la actuación el resto del público presente que se fue contagiando. Describen en su presentación lo que hace el público cuando canta una grupo u otro, además de tener un recuerdo para para con el grito de guerra de Juani Manzano y se pelean por estar en primera fila, pues como dice su título; antes muero que sin silla. Cantaron agradeciendo por la respuesta del Gran Teatro, al calor que le brindó su público el año pasado en su debut, alegando que seguirán viniendo queden como queden en el concurso. Tras este primer pasodoble, realizaron un segundo de manera crítica hacia la sanidad, utilizando para ello la narrativa de un día una visita al Infanta Elena. En los cuplés se acordaron de Carolina Marín y remataron diciendo que cualquiera le gana en una final a la chirigota de Villarrasa. El segundo de ellos hace alusión a que como buen público se han visto todas las preliminares, citando en su letra a la comparsa de Cádiz que abrió sesión y posteriormente nombran a su propia agrupación, que en plan chistoso y sin querer influenciar al jurado piden que no pasen las punteras pero si a semifinales la de Bollullos. Su estribillo está compuesto por los gritos usuales que el público le dedica a las agrupaciones para jalearlas, lo que provoca la respuesta idéntica en el verdadero público. El popurrí dedica una cuarteta a la cola de la taquilla del teatro y consiguieron enganchar a todo el teatro siguiéndoles el juego a base de palmas. El bocadillo y el botellón que llevan escondido a la sesión fue otra de las cuartetas con la que terminaron comprometidos tras bebérselo y algunos otros puntos con los que se divirtió el respetable.

Tras la modificación en el orden de actuación serían dos comparsas las que cerrasen esta última
noche de preliminar. La primera de ellas fue la de la localidad de Isla Cristina “Gloria bendita” que traía un personal muy joven entre sus filas. El telón de fondo dejaba ver un tablero de ajedrez donde sus fichas eran personas movidas por una mano que los retiraba de la partida. El grupo vestía de blanco y rojo, con alas blancas como la de la representación de los ángeles y portando un tridente como los del demonio. Tras su presentación queda más claro el asunto, son almas que en el limbo deciden entre el bien o el mal, donde van a ir a parar, pero no quieren marcharse se quieren quedar como espíritus en el sitio donde vivieron porque es la gloria bendita.
La letra del primer pasodoble es una llamada de atención a la libertad que sienten de opinar como cualquiera que se sube las tablas, dar su opinión y criticar para decir que este concurso necesita que sea limpio y puro, que no se hagan las bases a gusto de algunos y termina señalando al jurado al que le pida que no mire nombres, ni si son hombres o mujeres, que sean justo para darle a Huelva los carnavales que merecen. En la del segundo denuncian el robo que se les hace de la infancia a esos niños que tienen a sus padres separados y en este caso ella no deja que el padre pueda verlo.
Los cuplés fueron dedicados al tipo de la agrupación que dicen que puede ser complicado, y dan una retahíla de cosas que son complicadas, como poner bien un prospecto después de abrirlo. En el segundo vuelven a incidir en el tipo, del lado bueno y malo que representa, dando un repaso por sus elementos y terminan diciendo que tienen un bonito moño.
En su popurrí invitan a vivir la vida porque todos tenemos el mismo final, esta es una partida que tenemos que jugar hasta el momento en que seamos retirados del tablero. Vive como si fuera mañana el final.

Y la última agrupación de las participantes nos llegó desde Minas de Riotinto, con el nombre de
“No me piques que te pico”. Toda un enjambre de abejas salidas de entre las flores de su telón. Bonito disfraz el que nos trajeron con unos espectaculares sombreros, donde se representaba la misión de cada una de estas abejas dentro de su sociedad, las obreras, las recolectoras, los zánganos, las guardianas, las nodrizas…y por supuesto la reina. En su presentación dicen que aquí nadie es imprescindible, que todas son necesarias y todas contribuyen arrimando el hombro sin escaquearse contribuyendo. Extrapolan este concepto a la vida misma y metafóricamente dicen querer vivir su vida sin meterse con nadie, pero si me picas…te pico.
El amor del autor sale a la luz hecha copla por las doce razones que están en el escenario, por las que sigue saliendo y sacando esta agrupación. Bonita y emotiva dedicatoria la de este primer pasodoble, la música también resulta muy agradable interpretada en sus voces.
El segundo pasodoble da a entender que va contra la iglesia, por aquellos que desde ella venden a un dios equivocado, que dios es todo lo contrario y la vida es más natural. No te encierres en la iglesia y no reces más padres nuestros.
Los cuplés siguiendo el tipo, uno a las abejas hacen mieles y según lo que recolectan sabe de una manera u otra y un día en la sierra probaron de una planta que as puso muy contentas. Y otro a las dietas y al sacrificio de llevarlas. Ellas practican la del cucurucho. No vivas para trabajar, trabaja para vivir y no se te olvide nunca ser feliz, eso es lo que no decían en su estribillo.
El popurrí va a caballo entre el tipo que representan y la reivindicación de las mujeres en la sociedad, y donde queda hueco para hablar del amor. Buena comparsa que me ha sorprendido por la evolución que está teniendo.

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