La poesía en los antiguos Carnavales de Huelva…
En Huelva, la proximidad del Carnaval contribuía a dar gran animación a los establecimientos, las calles y los espectáculos públicos.
Por sus calles y plazas se veían bastantes máscaras, largas en el aplique y dicharacheras en las bromas que, en ocasiones, entonaban canciones cuyas letras dejaban mucho que desear.
Los pudientes o adinerados de la capital, días antes, dedicaban su exclusiva actividad en preparar telas, cortar coser, hacer lazos, arreglar flores, estudiar figurines, en suma, preparar sus lujosos atuendos con el fin de participar con el mayor esplendor en los seductores bailes.
Todos se alistaban a las huestes del dios Momo. Hasta los intelectuales, poetas y escritores sacaban sus alforjas artísticas y las depositaban en los pies de la alegre deidad. Veamos algunos de los versos que se publicaron en diversas carnestolendas:
1884.- ROGELIO BUENDÍA
Muerde en su pelo negro sedoso y rizos
los dientes nacarados d alta peineta,
surge de sus dedos la castañuela
cual mariposa negra de entre el granizo.
Pañolón de Manila, fondo rojizo,
que a su talle ondulante firme dejaste,
hechas reflejos de ámbar, rosas y violetas.
Casi tímidas palomas por el follaje
asoman sus chapines bajo su traje
hecho de blondas negras y verdes rasos
y al choque de las copas de manzanilla
rima con los tacones la seguiriya.
Delante de él con restos de brocados
estrellada en ardiente pedrería,
al dulce son del mandolín sonoro,
Salomé baila y en la diestra alzada
muestra siempre, radiante de alegría,
un loto blanco con picachos de oro.
Antonio José Martínez Navarro
