viernes, 13 de noviembre de 2009

CONSTRUCTIVO

Ayer jueves en la sede de la Federación, tuvo lugar una nueva Asamblea Extraordinaria.




Parece ser que la característica singular de este año viene dada por la reiteración en la convocación de la Asamblea. Este es el producto heredado tras la dimisión de la Junta Directiva y que parece no tener fin, puesto que no asoma cabeza visible alguna que haga frente a la situación. Mientras tanto, la Comisión Gestora continúa con la ejecución de un proyecto llamado Carnaval Colombino 2010, cesando por propias voluntades algunos de sus miembros y sumando colaboradores afines a la causa, unos de manera oficial y otros de manera oficiosa.

La reunión de ayer noche, no se si calificarla de desastrosa o de constructiva.
Puesto en la balanza ambos términos, me inclino por lo constructivo, tal vez por mi condición de ver el vaso casi lleno cuando está por la mitad. 
Se anduvo tejiendo una red de pareceres y de tan diversos temas que en un momento dado se había perdido el sentido real que llevó allí a los asistentes. Unos aludían motivos personales, otros colectivos, cuando se encauzaba un tema sobre algún punto de manera positiva, no tardaba en saltar la parte negativa para enfrascar la disputa. El ambiente llegó a puntos calientes, tanto que el pugilismo escondido de algún que otro aludido floreció haciéndolos saltar de sus esquina imaginarias en aquel ring. Aspavientos, malentendidos, disonancias, reproches... un cúmulo de malas circunstancias que llegó a crispar al personal, provocando más de una salida de la sala.

Contado así, parece más una batalla campal que una que una reunión, aunque como digo, y sin entrar en matices, especificaciones y sin aportar nombre alguno, me remito a lo anterior, fue constructivo.
Constructivo desde el momento en que uno regresa a la sala tras su fortuita escapada y es capaz de reconocer sus desavenencias, constructivo desde el momento en que la mesa sienta las bases de quién lleva las riendas de la reunión, constructivo desde el momento en que se reconoce públicamente la labor oficial y oficiosa que algunos carnavaleros ejecutan a través de medios de comunicación, llámese radio u Internet, constructiva desde el momento en que los puños cerrados se abren para estrechar una mano y pedir perdón o una simple disculpa. Constructivo en el momento en el que somos capaces de olvidar por un momento el camino que siguió nuestro Carnaval para llegar a este crítico momento, dejando los reproches y encarando lo que tenemos delante, constructiva porque los que dijeron me voy o no vengo más, volverán, los unos y los otros, por que sabemos que los que parecen buenos hoy, ayer no lo eran tanto y los que parecían buenos ayer, tampoco son tan malos hoy, lo sabemos aunque digamos otra cosa para mantener posiciones.




La posición que se debe tener hoy en conciencia es la del bien de nuestro Carnaval, somos los que somos y nadie va a venir a sacarnos las castañas del fuego y mucho menos a decirnos como tenemos que hacer las cosas, creo que tenemos un carnaval suficientemente maduro y con personas que en suma son capaces de llevarlo en volandas donde nos propongamos, se trata de aunar esfuerzos sin miramientos y sin cortapisas.
Lo que se vivió anoche es la muestra más clara de porqué estamos ahí todos y cada uno de los que estamos, porqué somos capaces de sacar los dientes y de mordernos la lengua cuando hace falta, y ese porqué tiene nombre y apellido y se llama....tu lo sabes.       

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