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domingo, 13 de septiembre de 2009

EL FONDAS

José Fernández Sánchez, "El Fondas", nació en Huelva en 1901. Residió toda su vida en ella, primero en la calle de la Paz, más tarde en al calle Alonso Sánchez de Huelva.

Su tío tenía una fonda en La Placeta y José Fernández, llevado por su buen corazón, durante la contienda civil a todos amaparaba en aquel establecimiento. Decía: "Ni pensarlo que te quedes en la calle. A dormir te vienes a mi fonda", y con el apodo de "El Fondas" ha pasado a la historia local.

Prototipo del "gracioso" onubense, la inmensa sociabilidad de sus paisanos lo convirtió no solo en personaje conocido de todos, sino en alguien a quien tratándole podía comprenderse a Huelva y sus gentes.
Era un hombre que hasta andando tenía gracia.

En el plano laboral, además e participar n el mundo del espectáculo trabajó muchos años de guarda en la empresa d transporte rápido "Juan Luís" (camiones) ubicada en la Pescadería.
   Como se ha citado anteriormente, formó parte de una trouppecómico-taurina que actuó en numerosísimas plazas : "Charlot, Fondas y su Botone". Bastaba anunciarlo para que el solo llenara la plaza.
Famoso por sus ocurrencias, la transmisión oral onubense le ha adjudicado muchas anécdotas:

Cuéntase de el que en cierta ocasión tuvo que ir para ventilar un asunto pendiente a casa del prestigioso abogado onubense D. Juan Moreno (padre). Al cabo de un buen rato apreció D. Juan Moreno (hijo) y, como llevaba o usaba un bigote igual que su padre, se le quedó mirando y le dijo: "¡¡Pero vamos a ver!!...¿Aquí el primero que se levanta es el que se pone el bigote?".

En otra oportunidad se encontraba en el antiguo y desaparecido Velódromo viendo jugar al Recreativo de Huelva. Delante tenía a Zabala, humanidad de más de un quintal de peso y que ostentaba un bigote descomunal. Por cierto Zabala fue magnífico jugador del Club Decano. Como éste se moviera continuamente, impidiéndole ver las jugadas. "El Fondas", llamándole la atención le dijo: "...¡Zabala o te quitas los bigotes o te quitas tu!".

Como carnavalero cada año acostumbraba a disfrazarse, pero nunca salió como componente de una comparsa o murga. El se las ingeniaba bien solo, bien con sus amigos. Veamos una comicidad de "El Fondas": Se cuenta que en 1934 a Antonio Fernández "Aguirre" se le ocurrió la broma de vestirse de librea y bombín, calco exacto de los médicos de la época, y ponese a vender en la Plaza de Las Monjas un compuesto de agua, anís, regaliz y un largo etcétera de ingredientes, indicándole a los forasteros, ya que en Huelva era muy conocido y hubiera abortado la venta, que la mezcla era un remedio que acababa radicalmente con enfermedades y dolores de todos los tipos. Le fue bastante bien, ya que reunió una buena cantidad de dinero con las ventas.Cuando declinaba el día, llegó presuroso y con visibles muestras de nerviosismo "El Fondas", indicándole a Antonio que fuera a interesarse por su madre ya que en un accidente se había roto una pierna. Antonio "Aguirre" dejó el "negocio" y la recaudación en manos de "El Fondas", y corrió , a uñas de caballo, a casa de su madre, encontrando a la misma en perfecto estado.
   Había sido una broma de "El Fondas" para gastarse el dinero del "médico" en aguardiente, cosa que hizo con plena satisfacción, y después se jactó largamente con la broma.

Pasó el tiempo y en los Carnavales del año siguiente se disfrazó "El Fondas" de bebé. Iba metido en un cochecito, amarrado; Antonio Fernández "Aguirre" hacía de señora, con sus postizos (moño, pechos, etc.) y vestimenta femenina. Llevaba una botella de vino a la que echó un purgante sin que lo supiera "el niño llorón". Cada vez que "El Fondas" decía: "Mamá, caca...", le daba el biberón. Después de consumir "El Fondas" un litro de este "vino" especial le entró una diarrea que hizo se llenara el cochecito de "caca". Aguirre" no tuvo piedad y lo dejó de esta guisa en la calle Concepción.

Estas ocurrencias graciosas de "El Fondas" y Antonio Fernández "Aguirre" corrían de boca en boca causando la hilaridad de los oyentes.

Enriquezcamos los datos de este singular personaje, agregándole con los que a su muerte (acaecida en noviembre de 1963) el diario "Odiel" le rendía tributo de simpatía: "Una figura popular. Ha muerto "El Fonda". Modestamente como vivió, se ido e"El Fonda". Pero nos imaginamos que, genio y figura hasta el último momento habría guiñado picarescamente a la intentiva con la espontaneidad y finura de su humor, para irse, poquito a poco, con la riqueza del caudal jocoso y jugoso que le hizo tan popular y querido en Huelva.
   Se ha ido, pues, el fabuloso José Fernández -no lo hacemos necrológica- -si no recuento de su fuerte personalidad, tan fuerte o poderosa como la humanidad física; recuento de hechos de algún que otro sucedido que, a no dudar, han de estar en la memoria de los que trataron u oyeron "cosas" del festivo, del ingenioso "Fonda" del que,en ese momento supremo, hemos recordado uno de sus dichos cuando un amigo le recomendó el tomate por sus cualidades vitamínica:- -"pues todavía no he visto yo un grillo que tenga un kilo de peso"...
   ¿Donde no conocieron a José Fernández?. Es difícil hallar un rincón onubense en el que al ser citado "El Fonda", se preguntase el quién es ese. "El Fonda" era querido y admirado, repetimos, y sin ser sonsacado, al cabo de los toros, en la Placeta, en la Pescadería o en cualquier otro sitio, sonaba fuerte -como la caracajada- su chispa.
Y puesto que hemos citado a los toros, recordamos su inefable paso por los ruedos cuando iba con "Charlot y Tomasín", trío cómico que produjo pingüe beneficio a cuantos manejaron sus nombres.

Veamos otro hecho. En víseera de torear con diez duros tomados, ya, a cuenta, "El Fonda" iba más cargado por dentro que una tormenta, y el empresario, temiendo que le estrpara la fiesta, encargó a unos guardias amigos que lo "quitaran" de la "circulación". No hubo manera y como lo amenazaron con las pistolas, el que sabía de donde venían los "tiros", les dijo:- -"Ustedes disparar, que ya veremos quién torea mañana".

Porque era hombre cabal, torero antesy trabajador después, nada "gorrón", cuando tan dados eran otros que pretendían imitarlo, vivir del cuento,"El Fonda" tenía amigos "de lo mejor" en Huelva. El se codeaba con todos de abajo arriba y viceversa. ¿Quién no recuerda su anecdotario con un famoso abogado onubense?.
Por esto que sea noticia la muerte de "El Fonda", una noticia respetuosa en todos los sentidos, pero una noticia como el tal vez imaginó para ese día inevitable, con repaso de su humorística sana, intuitiva, repentizada en medio segundo.
¿O es que no tiene gracia lo que pasó- -¿y donde no?- en Punta Umbría?. Allí lo habían invitado unos amigos; uno de ellos de negocios navales. Ya saben ustedes cómo se manejaban por aquel entonces los entremeses. "El Fonda" vio el plan y pensó que a la hora de la verdad, "no iba aresponder como está mandao" y le dijo al camarero:- -"Oye, a mi nada de bisutería; traemé efectos navales".
Para el los entremeses eran eso, bisutería; y comer, comer, losólido, lo bien calificado como efectos navales. Y vino entonces el camarero con una fuente de filetes como "para un ciento". Y el servidor, que había tomado el pulso al "Fonda", lo dejó para el último: Quedarían, entonces, en la fuente 5 ó 6 chuletas de filetes de los de "antes" y Pepe Fernández, al observar los equilibrios del camarero para tomar uno, exclamó:- -"Mira, baja la fuente de proa y álza la de popa...", es decir, que la volcara.

¿Habrá muerto "El Fonda"?. ¿Cómo vivió?. A buen seguro, nosotros lo supimos ayer de labios de un admirado médico. Y nos imaginamos que a ese momento tan serio, le echó un requiebro de humor".     

Fuente: Aquellos Incomparables Carnavales de Huelva / A.José Martínez Navarro. 1988            
    

lunes, 24 de agosto de 2009

EL CHATO

Nuestro personaje era dueño de una zapatería ubicada en la calle San José.



(Calle Vázquez López, antigüa Monasterio, donde se levanta el Gran Teatro)

Acostumbraba a salir en época de carnestolendas con un chorizo o salchichón amarrado a un palo, a los que intentaban alcanzar los chiquillos. Gastaba bromas también con un zapato que, en ocasiones, podía ser descomunal, en otras, muy pequeño, aunque siempre, fuese del tamaño que fuese, era "oloroso", etc.




Se le conocía como "El Chato con su zapato".









Fuente: Aquellos incomparables Carnavales de Huelva /A. José Martínez Navarro. 1988

viernes, 21 de agosto de 2009

CARPANTA

Manuel Ruiz Cordero, "Carpanta", era un personajillo muy popular en la Plaza de La Merced.


Trabajó muchos años en la fábrica de jabón que regentaba el Sr. Pardo y que se ubicaba en el Paseo de La Independencia, uno de los laterales que conformaban la misma Plaza. Era maestro de murga y el alma de la Peña carnavalera titulada "Los hijos de Thedy", con sede sita en la calle Aragón.

Era hijo de Huelva, en la que había nacido a principios del siglo pasado.

En esta misma ciudad fue sorprendido por la Parca el 23 de abril de 1975.

Era amigo inseparable de Manuel, "El Pintor". Por su buen apetito se le apodaba "Carpanta".




Fuente: Aquellos incomparables Carnavales de Huelva. /Antonio J. Martínez Navarro. 1988

lunes, 17 de agosto de 2009

EL GENERAL GARIBALDI


Manuel Barrera Pérez "El General Garibaldi":

Nuestro personaje era muy dado a los placeres de una buena plática, por lo que contaba con muchos amigos, y a los festejos bulliciosos, siempre salió en comparsas o murgas. En época de Carnaval tomaba permiso laboral y disfrazado iba por las calles causando la hilaridad de todo el que lo veía ya que era gracioso como el solo. Que se recuerde salió disfrazado de astrólogo, de turco, de serrano, de mago, de marinero, etc. en varias ocasiones iba de comadre en unión de otro tan chismoso como el: "Pepe el de la Jeroma".
(Vista general desde la Ría /Principios s.XX)

Vivía en la calle Obispo Bernal, aunque su popularidad alcanzaba a todo el barrio de Balbueno. Trabajaba en la Compañía de Riotinto.

Se llamaba Manuel Barrera Pérez pero todos le llamaban por el remoquete de "General Garibaldi", denominación heredada de su padre, que, a lo que parece, fue ferviente admirador de Giuseppe Garibaldi (1807-1882), prototipo de aventurero romántico e idealista, que tuvo una destacada actuación en todas las fases que condujeron a la unidad italiana, y sobre todo en la conquista del reino de Nápoles, que luego fue ofrecido al rey del Piamonte, Víctor Manuel II.

De su sentido de la prestación social a sus conciudadanos, ha quedado huella en las páginas del diario "La Provincia" del lunes 16 de noviembre de 1896: "Un obrero conocido con el apodo de "Garibaldi" se ha presentado ayer tarde en nuestra redacción para decirnos que enfrente al Velódromo ha encontrado un llavero con cinco llaves que tiene a disposición de su dueño".

Su esposa, Bella Reyes Romero, gozaba también de bastante popularidad, aunque por un motivo ajeno al Carnaval. Bella, por promesa ante algunas concesiones de la Divina Pastora, fue en muchísimas ocasiones andando al Rocío para postrarse ante la presencia del lirio de La Marisma y agradecerle sus favores.

Manuel Barrera Pérez nació en la ciudad del Tinto y del Odiel en 1885 y murió en la misma capital el día 8 de abril de 1942.



Fuente: Aquellos incomparbles Carnavales de Huelva /A. José Martínez Navarro. 1988

martes, 7 de julio de 2009

"PEPE VIZCAINO"


José Vizcaíno Báez había nacido en Huelva en 1892.

Este simpático personaje instaló, apenas terminó la contienda civil, el establecimiento que era homónimo a su primer apellido: Pensión "Vizcaíno", ubicada en la calle Rábida número 25, en el mismo sitio donde estuvo durante muchas décadas la Pensión "Rábida".

(Iglesia de La Milagrosa, obra del arquitecto J.MªPérez Carasa, de estilo neogótico, bendecida el 10 de oct de 1929, emplazada en la calle Rábida)



Los huéspedes eran gentes insólitas, bohemias, y sobre todo fueron moradores de esta Pensión en sus varias venidas a la ciudad del Tinto y el Odiel, "La Paquera de Jerez", "Antonio Mairena", "Antonio Molina", Pepe "El Caracol", "Lola Flores", "Marifé de Triana", "Concha Piquer", a quien tanto le gustaba los cocidos del Pepe El Vizcaíno; "Pinito del Oro", la genial trapecista, los numerosos equipos de fútbol que venían a competir con el Club Decano y un largo etcétera. Era excelente amigo del general Queipo de Llano.

Todos los años, en carnestolendas, se vestía de "Vieja Rica", que era graciosísimo verlo con sus ciento cuarenta kilos de peso, de tal guisa, y montado en un coche de caballos iba repartiendo monedas y caramelos, disfrutando así de las excelencias de las fiestas del dios Momo. La gente infantil acompañaba al carruaje haciendo sonar latones y le lanzaban ruedas de serpentinas.

Pepe Vizcaíno falleció, en la ciudad que lo vio nacer, el 26 de mayo de 1968.



Fuente: Aquellos Incomparables Carnavales de Huelva /Antonio J. Martínez Navarro. 1988

martes, 16 de junio de 2009

"BUENAFE"


Francisco Buenafé Briones, onubense de pura cepa.Vio la luz primera en 1911. Su vivir se tradujo en mucho trabajo, en muchas fatigas, en luchar continuamente para que la "Cochera Onubense" escalara posiciones, cosa que consiguió ya que, al final, le llegó el éxito.

(Coches de caballos en la Venta Isla Chica)


Hombre lleno de flores de ingenio por dentro, y con la gracia almacenada por arrobas, en llegando el Carnaval, se transformaba su espíritu. Así, un año se disfrazó de chica de la Cruz Roja e iba pidiendo donativos; en otro Carnaval de Pierrot... pero el lance más gracioso le ocurrió cuando se vistió de señorita del Andévalo. Se caracterizó de forma tan perfecta que parecía una auténtica serrana. Un soldado se entusiasmó con la "moza" y "la" sacó a bailar, "la" invitó a tomar un refresco y unos bocadillos. Todo iba a las mil maravillas hasta que le pidió un beso. A lo que Buenafé contestó: -¡Chalao, que soy un tío como tu!.

El soldado se mostró tan airado por la tomadura de pelo y perdida de su "conquista" que le exigió le devolviera el dinero que había tenido que desembolsar por la bebida y los bocadillos.

El bueno de Buenafé lo hizo sin rechistar, pero el lance lo hizo reír durante mucho tiempo.

En otra oportunidad el y Matías Muñoz iban vestidos de flamenco en el coche de caballos "La Trotadora", celebre casa por el garbo de sus caballos y las líneas del vehículo, cuando se metieron materialmente debajo de los cascos de los caballos de miembros de la comparsa "Los Siete Niños de Écija". Afortunadamente todo se quedó en un susto mayúsculo. Corría el año de 1927...

Buenafé fue un gran devoto de la Virgen del Rocío. De ello da prueba las numerosas ocasiones que acompañó al Simpecado de la Hermandad de Huelva.

Falleció en Huelva el 23 de junio de 1987.


Fuente: Aquellos Incomparables Carnavales de Huelva / Antonio J. Martínez Navarro.1988

sábado, 13 de junio de 2009

"BENITO"


Benito era un verdadero modelo de fuerza absorbente, avasalladora, deslumbrante. A pesar de que alcanzó la gloriosa celebridad, todos lo conocían solo por su nombre: Benito.

Salia todos los años con el mismo atuendo: ricos ropajes, tocado con un sombrero blanco al estilo de Luís XV. representaba a las mil maravillas a un noble de la corte francesa. En su papel entraban por partes iguales el cultivo de la inteligencia, del buen gusto y de la belleza corporal.
Murió en Huelva, siendo ya octogenario, en el año 1951.


Fuente: Aquellos Incomparables Carnavales de Huelva. / A. José Martínez Navarro. 1988

"EL CERILLITO"

Era un carnavalero llamado así porque debido a su poca visión se le podía pasar por delante de los ojos un cerillito casi con la seguridad de que no lo detectaría.


Plaza del Bacalao (Actual Quintero Baez, popularmente llamada "La Palmera")


Trabajó muchos años en el almacén de madera que regentaba el alemán Rielh.

Residía en la calle San Sebastián y erra asiduo cliente del bar "La Parra", situado en la plaza del Bacalao (actual de Quintero Baez).

En unión de "El Campero" participó activamente como costalero, ese orfebre anónimo de la Semana Mayor de Huelva, cuya cabeza era y es, las cariátides que sostiene todo el peso y ritmo de las procesiones onubenses. En otra cuestión, estampa típica era la de ver a "Cerillito", gran aficionado a la pesca, extraer piezas de unas aguas tan limpias como las de un manantial cristalino, de aquella ría que superaba el cuarto centenar de especies de peces. En la actualidad recordemos que sólo subsisten dos...

"El Cerillito" falleció en Huelva aproximadamente en 1971.




Fuente: Aquellos Incomparables Carnavales de Huelva / A.José Martínez Navarro. 1988

"EL CARACOL"


Manuel Parada Zamudio "El Caracol", fue un entusiasta murguista que participó desde muy niño en el Carnaval onubense y del que desgraciadamente no nos ha llegado apenas noticia.

Se sabe que nació en Huelva en 1914 ó 1915 y que trabajó de panadero en el celebre establecimiento "La Popular". Dirigió en 1934 una extraordinaria comparsa "Los Charros".

Falleció en su patria chica el 11 de febrero de 1976.



Fuente: Aquellos Incomparables Carnavales de Huelva / A. José Martínez Navarro. 1988

"EL CARBONERO"


Secua "El Carbonero" nació en Huelva aproximadamente hacia 1880. Vivía en la barriada de las Colonias. Era un curiosísimo personaje que siempre estaba pendiente de pasar un buen rato de sano humor y que participó, al parecer, en varias murgas onubenses que coincidían todas en que estaban dirigidas por el famoso carnavalero José González González "El Chocolate".





Vista parcial de Huelva, (Fabrica de Harina en el cuadrante superior derecho)

Su exagerado buen humor le hizo merecedor de esta canción:



Aquí le presentamos
a "Secua El carbonero"
que le da, si se emborracha,
de irse de noche al muelle
ya a la plaza
castigando a las muchachas.


El otro día
en la Plaza de la Merced
le vieron enseñando
el "pito" a una mujer.
¡Anda guarro! -le gritaba-
¡Anda viejo!
eres el tío de los trapos
siempre buscando pellejo,
¡anda viejo!.


"El Chocolate"



Fuente: Aquellos Incomparables Carnavales de Huelva / A.José Martínez Navarro. 1988

viernes, 12 de junio de 2009

LA "INES"


Era un invertido con un porte envidiable, ya que su silueta alargada y elegante así lo proclamaba.

Se vestía algunos años, por canestolendas, de zíngara y provisto de una pandereta iba alegremente danzando por la calle. Testigos presenciales nos han indicado que bailaba con un garbo y donaire insuperables.

Esta "Inés" regentó la taberna que tuvo el novillero Lúcora y después Camilo "El Picador", y residía en la choquera calle de San Sebastián. En las mismas épocas carnavaleras, también representaba las más famosas estrellas de la canción española: Raquel Meller, Pastora Imperio, "La Argentinita", Conchita Piquer, Estrellita Castro,etc.
Su envidiable gusto artístico, en la parcela de la decoración, quedó demostrada multitud de veces ya que era la exornista de la Cruces de Mayo que se levantaban en las casas de vecinos de las calles Puerto y Rafael Guillén.


Fuente: Aquellos Incomparables Carnavales de Huelva / A.José Martinez Navarro. 1988

sábado, 23 de mayo de 2009

MANUEL "EL PINTOR"



Siempre participaba en las agrupaciones que sacaba Manuel Ruiz Cordero "Carpanta".

(Vista parcial de Huelva a principios del s.XX)


Era un hombre de gran corpulencia que pesaba alrededor de ciento veinticinco kilos y tnía una talla superior a 1,85 m. Salió, y dio que hablar en la ciudad por su simpatía, en la comparsa titulada "Los siete niños de Écija".

Se cuenta de Manuel "El Pintor", que era un gran letrista y compositor carnavalero y además excepcional profesional en el estuco y la pintura, conseguía obtener unas tonalidades para su trabajo que nadie lograba, a excepción de los dos ayudantes más brillantes que tuvo: Pedro Payán y Pepe Gallardo.


Pero sigamos a respetuosa distancia a dos conocidos personajes, y donde ellos entren, entremos nosotros: pasan al interior de la taberna del Sr. Bermúdez. Se trata de Manuel "El Pintor", sevillano y Manuel Ruiz Cordero "Carpanta", onubense. Ambos son gente de las carnestolendas. El primero es maestro de murga y el alma de la peña carnavalera "Los hijos de Thedy", con sede ubicada en la calle Aragón. El segundo siempre ha participado en las agrupaciones que sacara el estuquista. De vez en cuando, entre alguna cosa chistosa, ambos rompen en alegres carcajadas. Manolo aludiendo a la comparsa titulada "Los siete niños de Écija", de la que fue maestro, canta:




"El estuquista, pintor


payaso y titiritero,


que hace dos años salió


de capitan de bandoleros..."



"Carpanta" le sigue el jolgorio ejecutando, como mordido por una tarántula, una graciosa coreografía de su invención.



Fuente: Aquellos Incomparables Carnavales de Huelva / Antonio J.Martínez Navarro. 1988

ENRIQUE CUERDA



El onubense Enrique Cuerda Gutiérrez era un hombre bajito, que cojeaba un poco, por lo que el mismo aseguraba, con toda la razón del mundo,que representaba el papel de "Charlot" a las mil maravillas. Era su disfraz favorito y con el que siempre salió.



(Antigua calle de San Sebastián, esquina con Montrocal "Mackay y MacDonald")

En los días dedicados a Colombina, Pierrot y Momo, solo existía para Enrique el Carnaval, así también iba cantando fandangos por los bares que se ubicaban en el choquero barrio de San Sebastián...


Enrique Cuerda falleció en su ciudad de nacimiento, el 8 de diciembre de 1977.


Fuente: Aquellos Incomparables Carnavales de Huelva / Antonio J. Martínez Navarro. 1988

miércoles, 20 de mayo de 2009

CEFERINO Y POLO


Eran dos amigos inseparables, algunos de los colaboradores que en los años ochenta me transmitieron datos para el libro "Aquellos Incomparables Carnavales de Huelva" me decían que compadres, que trabajaban de albañiles en el Ayuntamiento de Huelva.





(Antiguo Mercado de Abastos en el Paseo del Chocolate "Sta. Fé"-Dependencias de la Policia Ncnal.)


Acostumbraban a salir los domingos de carnaval: Domingo de "Cuasimodo" y Domingo de "Piñata".
En ocasiones iban vestidos de mujeres con unos collares de cáscaras de huevo,batas negras, pañuelos en la cabeza y abanicos que, por cierto, movían con mucha soltura y gracia.

De siempre disfrutaron de las excelencias del carnaval y , aún siendo "viejísimos" triunfaban cuando, cargados de vino, salían con sus abanadores, haciendo las delicias del publico con aquellas caretas pintarraqueadas, representando siempre la consabida pelea de comadres.

Eran también compositores de Carnaval. Veamos una de sus letras:


Los recoveros en la plaza
ahora quieren prosperar
y por un conejo pretenden
que les den un dineral.
El otro día mi suegra
un conejo me enseñó
y "jedía" a bacalao
con el tiro que recibió.


Por sus graciosos gestos, sus ocurrencias, sus letras picaronas y sus impecables disfraces, "Ceferino y Polo" aparecían ante los ojos de los muchachos y adultos de la época como auténticos dioses de la emoción y de la risa.



Fuente: Aquellos Incomparables Carnavales de Huelva / Antonio J. Martínez Navarro. 1988

"RANCARREJAS"


Nació en Palos de La Frontera en 1860. Veintiséis años después aparece la primera noticia en "La Provincia", al llamar poderosamente la atención como "Fonógrafo humano".


(Iglesia de San Jorge en Palos de La Frontera, Huelva.)

Era un verdadero fonógrafo humano, con su máquina impulsora que hacía girar el cilindro, donde se supone impresionado el número que se solicita, ya que tenía una caja armónica a la que se ajustaba una docena de auditivos,colocada sobre una mesa de largo tapete.

Debajo de la mesa y cubierto por dicho tapete se encontraba un individuo que, a la señal dada con el timbre por el propietario del fonógrafo (Rancarrejas), entonaba la canción que solo oíanlos que tenían aplicados los auditivos.


En 1912 se convierte en protagonista, ya que "las únicas murgas que salen este año son las del veterano "Rancarrejas" y "Los Zampuzos", decía el diario La Provincia".

En 1913 nuevamente estuvo la nota cómica del carnaval a cargo del popular Manuel Muñoz, que tripulaba un falucho en unión de otros lobos de mar. "Rancarrejas" en voz alta le decía al patrón: "Pon proa al Zampuzo..." y hacia allá iba la nave de tumbo en tumbo.

"Rancarrejas" o "Arrancarrejas", como también se le solía llamar, fue obrero de la Compañía de Riotinto y también empleado del Instituto Provincial de Higiene, que tenía su ubicación en la calle Puerto. Siempre bien trajeado, iba derramando saludos en la calle por doquier y con un andar tan gracioso que parecía que iba bailando.


(Calle Puerto, antiguo Ayuntamiento "primer edificio a la izquierda")

El apodo le vino de una época en la que en unión de otros tan desenfadados como el iban como rondadores de jóvenes muchachas, y bajo sus rejas les cantaban canciones acompañadas de guitarras roncas y de cencerros sonantes, caso de que la joven no saliera a darles las gracias por la "serenata", Manuel Muñoz simulaba arrancar las rejas, y por ese motivo pasó con el remoquete de "Rancarrejas"a la historia de las carnestolendas locales, y a la ilustre galería de personajes populares.

Era un persona con una "jartá" de gracia, por ese motivo llueve el anecdotario de cosas tan dispares como una algarabía mental: En una ocasión al encontrarse con tres señoritas de Huelva que a todas horas andaban de paseo, se les acercó y con un saludo muy ceremonioso les dijo: "¿Donde se meten ustedes que hace tanto tiempo que no las veo por la calle...?.

Otra anécdota la protagonizó "Arrancarrejas" en la calle de Las Bocas con un municipal: Estaba en un bar de la citada calle departiendo amigablemente con algunos conocidos cuando se le acercó un municipal y le dijo: "Arrancarrejas", ¿ya estas metiendo la pata?.

Manuel Muñoz le contestó: "Yo nunca meto la pata", a la vez que le metía al municipal dos dedos en la barriga. Este dio un salto en falso para atrás y terminó cayendo el suelo donde quedó sentado. Ante tal escena los parroquianos no pudieron contenerse y el lance terminó en un delirio de risas.

También hizo letras. Recordemos una de ellas:


"Dicen los conservadores,
dicen los conservadores
que el vino se va a acabar,
y dice García Ramos,
y dice García Ramos
que en el dique hay una "jartá".
Entrando siempre en buenas condiciones
aquí está el abuelo que vale diez millones.
Mi teniente no se desespere,
yo prometo hacer lo que me ordene".


Conocía como nadie todas las tabernas, bares y zampuzos de Huelva, a los que solía visitar cada día en reiteradas ocasiones. Como era tan gracioso siempre tenía el chatito pagado, cosa que el aceptaba sin poner reparos al mayor o menor número de vasos. Le gustaba a rabiar el vino y de ahí que le sacaran aquella cancioncilla que decía:


"Rancarrejas de palos
por la marisma se vino,
cantando hecho un pelmazo
con el vientre lleno de vino".


Tubo que ser un silbador excepcional, ya que varios colaboradores han coincidido en ello.
Su sobrino, apodado también "Rancarrejas" salió en varias comparsas y murgas del Carnaval onubense, aunque era menos gracioso. Trabajó muchos años en la Compañía Sevillana de Electricidad.


Fuente: Aquellos Incomparables Carnavales de Huelva. / Antonio J. Martínez Navarro. 1988

martes, 5 de mayo de 2009

"EL LIMONERO"


"El Limonero" era un hombre muy serio, muy ahorrativo, que no gastaba un duro ni para tomar café, pero llegando los Carnavales variaba su talante y su economía, y participaba alegremente en todas sus manifestaciones. Así, compraba ocho o diez sacos de papelillos e infinidad de serpentinas que desenfadadamente iba arrojando a los transeúntes o danzante de algún centro de baile.

(Calle Rico)



Se sabe que era remitente de pescado, tenía su vivienda en la calle Rico y que vivió a caballo entre los siglos XIX y XX.


Fuente: Aquellos incomparables Carnavales de Huelva / Antonio J. Martínez Navarro /1988

lunes, 4 de mayo de 2009

"EL GARI"



"El Gari" fue celebre en Huelva por la gracia que tenía en vender, en plena vía pública, artículos de rebajas,especialmente zapatos de todas clases.

(Estación de Zafra, Huelva)


Primeramente se instaló en la calle Concepción, después en La Placeta y Plaza de Abastos. Se puede decir que "El Gari" inventó las rebajas en Huelva.

Sin saberlo quizás, "El Gari" utilizaba un género literario comprendido entre la ancha denominación de "pliegos de cordel", que recogía los más variados sucesos, acontecimientos, anécdotas, episodios, dramas, lances y desenlaces, y consistía en que, mediante viñetas del tamaño de un folio, iba cantando con letra apropiada el suceso. Del descarrilamiento del tren de Ayamonte a Huelva decía en uno de sus dibujos: "Daba gusto y alegría, ver los chorizos correr por la vía..." (ya que el convoy portaba embutidos).


En otra ocasión, mediante carteles,iba cantando el choque de un tren de la línea de Zafra-Huelva con otro de la misma compañía que quedó colgando de un castaño.


En ocasiones ataba un chorizo a un palo y los chiquillos saltaban a cogerlo, con la algarabía que aquello producía.


Fuente: Aquellos incomparables Carnavales de Huelva / Antonio J. Martínez Navarro/ 1988

viernes, 1 de mayo de 2009

"EL CHOCOLATE"


José González González, "El Chocolate" nació en Huelva hacia 1880. Vivió en la barriada de Cardeñas durante muchos años y, por último, en el Hotel Suárez donde falleció el 24 de enero de 1938.


(Iglesia de La Concepción, fundada en 1515 por la familia de Los Dorantes, "Cristóbal Dorantes", en el solar de vivienda de este.)

"Calle de La Concepción
que bella y que grata eres.
Tu nos llenas de ilusión
viendo tan guapas mujeres
que halagan el corazón".

(Fandango de Manuel Romero Díaz)



Era volquetero, o sea, que era el propietario de un volquete con el que retiraba los escombros de las obras o proveía de materiales a estas.

Este hombre era muy gracioso y cada vez que bautizaba a uno de sus chiquillos organizaba una caravana de veinte o veinticinco volquetes, exornados con ramajes, en donde se trasladaban los invitados a la Iglesia de San Pedro disparando cohetes.

Daba la impresión de que regresa la Hermandad del Rocío de Huelva.

En el cortejo figuraban algunas charangas, tamboriles, etc, que llamaban la atención de todos los onubenses que presenciaban tal comitiva. "El Chocolate" iba haciendo pantomimas que causaban la hilaridad de sus paisanos que reían los aspavientos, gritos y ocurrencias de hombre tan singular.

Para el no existía la pena, era un bromista empedernido. Así en una ocasión le gastó una chanza a una mujer que era muy gruesa. Esta consistió en hacerla creer que un conocido estaba perdidamente enamorado de ella y se quería casar. Incluso la hizo vestir con los tules de la ilusión de las novias y en su volquete, en compañía de los numerosos invitados, la trasladó a la Iglesia de La Concepción.

Ante las puertas del templo todos esperaron inútilmente la llegada del galán, cosa imposible que ocurriera a todas luces, ya que este había salido a escape de Huelva y puesto mucho terreno por medio.

La "novia" enterada, tras una larguísima espera, de la cruel broma, y tras unos momentos de ira en los que lo que quería destruir todo, no tuvo más remedio que unirse al torrente de carcajadas de los asistentes a aquel "magno acontecimiento" familiar fallido.Este lance fue comentadísimo en los mentideros de aquella Huelva de los años treinta.

Todos los años por carnavales organizaba su propia murga, que era una de las más populares. Destaquemos a los grupos "Los Jazmines" y "Los Botánicos". En compañía de "Mingorance" sacó "Los Discípulos Regaeras", murga que alcanzó una gran calidad como demostró obteniendo el primer premio en un magno festival celebrado en Cádiz.

El no quiso o no pudo desplazarse a la Tacita de Plata. Esta murga era invencible, ya que todos sus integrantes se podían catalogar como excepcionales carnavaleros:"El Chocolate", "Mingorance", de letrista; "El Camarón"... ¡casi "ná"!.

Otra comparsa dirigida por "El Chocolate" que alcanzó la celebridad fue la titulada "Los Presidiarios", que llevaba la indumentaria habitual de los reos, cadenas, etc., portaban sus integrantes sonajeros, guitarras acordeones, etc. Como curiosidad añadamos que esta agrupación ensayó y salió de la calle Belchite, donde vivían varios de sus componentes.

Los mosqueteros componían un cuerpo escogido formado por ciento veinte hombres y afecto a la persona del monarca francés. Fue creado en 1622 por Luís XIII. Dependían directamente del rey. Fueron suprimidos en 1775 por el Conde de San Germano; reorganizados en 1779 y licenciados en 1792, reconstituidos en 1814 y definitivamente suprimidos en 1815. Bueno, eso es un decir, ya que en la década de los años treinta, "El Chocolate" reorganizó una comparsa que bajo el título de "Los Mosqueteros" recorrió las calles de Huelva. Vestían vistosas capas azules adornadas con una cruz plateada y lucían sombreros muy artísticos rematados con una especie de pluma. Su estandarte era de seda blanca.

"El Chocolate", sobre un rocín de edad venerable y de pelaje negro, arengaba desde esa posición a su agrupación, que por sus voces e indumentarias primorosas dejaron un grato sabor entre los aficionados carnavaleros onubenses.

"El Chocolate" también formó parte de la comparsa "Las Golondrinas" y dirigió algunas otras que desgraciadamente no nos han llegado sus nombres.
También fue letrista. Veamos un fragmento de una de sus canciones:

¿Quién hizo la maja "ajá
de haberte vestido así?
Dímelo por tu "salú"
¡Vaya una ropa y tipo de gachí!"



Fuente: Aquellos incomparables Carnavales de Huelva / Antonio J. Martínez Navarro / 1988.

"EL MINERO"



Vicente Minero Ruiz, "El Minero", nació en Huelva en 1877. Trabajaba en la Compañía de maderas de Las Colonias del Sr. Rielh, y vivía cerca de ella, exactamente en el llamado Corralón de Salguero.
(Una de las canoas que realizaba el trayecto Huelva-Punta Umbría por la rías de ambas localidades)


Salió en todas las murgas que organizó "El Chocolate", ya que eran amigos inseparables; citemos entre otras, "Los Viejos Verdes", "Las Cucarachas", "Las Golondrinas", etc. Ambos paraban en la famosa taberna de Antonio "El Feo", ubicada en el espacio que hoy ocupa la barriada de La Navidad.

Se cuentan muchos lances de el. Así, en una ocasión, iba la murga "Los Viejos Verdes" a actuar a Punta Umbría. Se montó la agrupación en la canoa de "El Puritano" para hacer el trayecto de Corrales a la escala de Punta Umbría. Durante el recorrido, los componentes de la murga iban gastándose bromas; en una de ellas se pusieron todos a estribor, y al concentrarse el peso en ese lado,la canoa estuvo a punto de zozobrar. Todo se quedó en un susto monumental.

Otra muestra que nos hace ver su espíritu, las ganas de "cachondeo" que embargaba a aquellos entrañables personajes, fue el "mano a mano" que en la plaza de toros de Gibraleón sostuvieron los "diestros", "El Marinero" y "El Chocolate". Ante dos graciosos singulares la plaza presentó una notable entrada.

A un burro muy arisco, que embestía a cualquier señal de vida que observara a su alrededor y poseía "El Chocolate", le pusieron cornamentas... No hubo forma de "lidiarlo", ya que ni un toro de miura le hubiera ganado en bravura; lo que si se consiguió en corrida tan singular es que los "aficionados", ante los gestos y gritos de los "diestros", lo pasaran en grande.

"El Minero" falleció en la misma ciudad que lo vio nacer, el día 2 de diciembre de 1935.



Fuente: Aquellos incomparables Carnavales de Huelva / Antonio J. Martínez Navarro / 1988

martes, 28 de abril de 2009

Manuel Cassá de Los Toribios

Manuel Cassá de Los Toribios nació en Écija (Sevilla) en 1902 y falleció en Huelva el 26 de Mayo de 1986.



(Carretera Odiel / Actual Avda. de Italia)


Formaba un trío carnavalero genial al unirse con Rafael y Liborio Hierro González. Fue jefe de carburantes líquidos, capataz de la Diputación Provincial, y en compañía de Ceada, propietario de una reconocida firma de repuestos de automóviles, que atendía al nombre comercial de "Ceada y Cassá" y estaba ubicad en la avenida de Italia.


Cada año solía acompañar a Liborio y a Rafael Hierro disfrazado de lo que fuera por las calles de Huelva. Las juergas, tanto en Carnavales como en el resto del año, que se corrieron el trío fueron muy conocidas en Huelva. la verdad es que vivían de maravilla: El café en la "Cervecería Viena", las "tapitas" en "Casa Alpresa", y el resto de la noche a disfrutar, que el mundo se acaba.


Participó en varias de las murgas y comparsas que organizó Liborio Hierro, entre ellas "Las Viejas Ricas".



Fuente: Aquellos incomparables Carnavales de Huelva /Antonio J. Martínez Navarro /1988

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