domingo, 13 de septiembre de 2009

EL FONDAS

José Fernández Sánchez, "El Fondas", nació en Huelva en 1901. Residió toda su vida en ella, primero en la calle de la Paz, más tarde en al calle Alonso Sánchez de Huelva.

Su tío tenía una fonda en La Placeta y José Fernández, llevado por su buen corazón, durante la contienda civil a todos amaparaba en aquel establecimiento. Decía: "Ni pensarlo que te quedes en la calle. A dormir te vienes a mi fonda", y con el apodo de "El Fondas" ha pasado a la historia local.

Prototipo del "gracioso" onubense, la inmensa sociabilidad de sus paisanos lo convirtió no solo en personaje conocido de todos, sino en alguien a quien tratándole podía comprenderse a Huelva y sus gentes.
Era un hombre que hasta andando tenía gracia.

En el plano laboral, además e participar n el mundo del espectáculo trabajó muchos años de guarda en la empresa d transporte rápido "Juan Luís" (camiones) ubicada en la Pescadería.
   Como se ha citado anteriormente, formó parte de una trouppecómico-taurina que actuó en numerosísimas plazas : "Charlot, Fondas y su Botone". Bastaba anunciarlo para que el solo llenara la plaza.
Famoso por sus ocurrencias, la transmisión oral onubense le ha adjudicado muchas anécdotas:

Cuéntase de el que en cierta ocasión tuvo que ir para ventilar un asunto pendiente a casa del prestigioso abogado onubense D. Juan Moreno (padre). Al cabo de un buen rato apreció D. Juan Moreno (hijo) y, como llevaba o usaba un bigote igual que su padre, se le quedó mirando y le dijo: "¡¡Pero vamos a ver!!...¿Aquí el primero que se levanta es el que se pone el bigote?".

En otra oportunidad se encontraba en el antiguo y desaparecido Velódromo viendo jugar al Recreativo de Huelva. Delante tenía a Zabala, humanidad de más de un quintal de peso y que ostentaba un bigote descomunal. Por cierto Zabala fue magnífico jugador del Club Decano. Como éste se moviera continuamente, impidiéndole ver las jugadas. "El Fondas", llamándole la atención le dijo: "...¡Zabala o te quitas los bigotes o te quitas tu!".

Como carnavalero cada año acostumbraba a disfrazarse, pero nunca salió como componente de una comparsa o murga. El se las ingeniaba bien solo, bien con sus amigos. Veamos una comicidad de "El Fondas": Se cuenta que en 1934 a Antonio Fernández "Aguirre" se le ocurrió la broma de vestirse de librea y bombín, calco exacto de los médicos de la época, y ponese a vender en la Plaza de Las Monjas un compuesto de agua, anís, regaliz y un largo etcétera de ingredientes, indicándole a los forasteros, ya que en Huelva era muy conocido y hubiera abortado la venta, que la mezcla era un remedio que acababa radicalmente con enfermedades y dolores de todos los tipos. Le fue bastante bien, ya que reunió una buena cantidad de dinero con las ventas.Cuando declinaba el día, llegó presuroso y con visibles muestras de nerviosismo "El Fondas", indicándole a Antonio que fuera a interesarse por su madre ya que en un accidente se había roto una pierna. Antonio "Aguirre" dejó el "negocio" y la recaudación en manos de "El Fondas", y corrió , a uñas de caballo, a casa de su madre, encontrando a la misma en perfecto estado.
   Había sido una broma de "El Fondas" para gastarse el dinero del "médico" en aguardiente, cosa que hizo con plena satisfacción, y después se jactó largamente con la broma.

Pasó el tiempo y en los Carnavales del año siguiente se disfrazó "El Fondas" de bebé. Iba metido en un cochecito, amarrado; Antonio Fernández "Aguirre" hacía de señora, con sus postizos (moño, pechos, etc.) y vestimenta femenina. Llevaba una botella de vino a la que echó un purgante sin que lo supiera "el niño llorón". Cada vez que "El Fondas" decía: "Mamá, caca...", le daba el biberón. Después de consumir "El Fondas" un litro de este "vino" especial le entró una diarrea que hizo se llenara el cochecito de "caca". Aguirre" no tuvo piedad y lo dejó de esta guisa en la calle Concepción.

Estas ocurrencias graciosas de "El Fondas" y Antonio Fernández "Aguirre" corrían de boca en boca causando la hilaridad de los oyentes.

Enriquezcamos los datos de este singular personaje, agregándole con los que a su muerte (acaecida en noviembre de 1963) el diario "Odiel" le rendía tributo de simpatía: "Una figura popular. Ha muerto "El Fonda". Modestamente como vivió, se ido e"El Fonda". Pero nos imaginamos que, genio y figura hasta el último momento habría guiñado picarescamente a la intentiva con la espontaneidad y finura de su humor, para irse, poquito a poco, con la riqueza del caudal jocoso y jugoso que le hizo tan popular y querido en Huelva.
   Se ha ido, pues, el fabuloso José Fernández -no lo hacemos necrológica- -si no recuento de su fuerte personalidad, tan fuerte o poderosa como la humanidad física; recuento de hechos de algún que otro sucedido que, a no dudar, han de estar en la memoria de los que trataron u oyeron "cosas" del festivo, del ingenioso "Fonda" del que,en ese momento supremo, hemos recordado uno de sus dichos cuando un amigo le recomendó el tomate por sus cualidades vitamínica:- -"pues todavía no he visto yo un grillo que tenga un kilo de peso"...
   ¿Donde no conocieron a José Fernández?. Es difícil hallar un rincón onubense en el que al ser citado "El Fonda", se preguntase el quién es ese. "El Fonda" era querido y admirado, repetimos, y sin ser sonsacado, al cabo de los toros, en la Placeta, en la Pescadería o en cualquier otro sitio, sonaba fuerte -como la caracajada- su chispa.
Y puesto que hemos citado a los toros, recordamos su inefable paso por los ruedos cuando iba con "Charlot y Tomasín", trío cómico que produjo pingüe beneficio a cuantos manejaron sus nombres.

Veamos otro hecho. En víseera de torear con diez duros tomados, ya, a cuenta, "El Fonda" iba más cargado por dentro que una tormenta, y el empresario, temiendo que le estrpara la fiesta, encargó a unos guardias amigos que lo "quitaran" de la "circulación". No hubo manera y como lo amenazaron con las pistolas, el que sabía de donde venían los "tiros", les dijo:- -"Ustedes disparar, que ya veremos quién torea mañana".

Porque era hombre cabal, torero antesy trabajador después, nada "gorrón", cuando tan dados eran otros que pretendían imitarlo, vivir del cuento,"El Fonda" tenía amigos "de lo mejor" en Huelva. El se codeaba con todos de abajo arriba y viceversa. ¿Quién no recuerda su anecdotario con un famoso abogado onubense?.
Por esto que sea noticia la muerte de "El Fonda", una noticia respetuosa en todos los sentidos, pero una noticia como el tal vez imaginó para ese día inevitable, con repaso de su humorística sana, intuitiva, repentizada en medio segundo.
¿O es que no tiene gracia lo que pasó- -¿y donde no?- en Punta Umbría?. Allí lo habían invitado unos amigos; uno de ellos de negocios navales. Ya saben ustedes cómo se manejaban por aquel entonces los entremeses. "El Fonda" vio el plan y pensó que a la hora de la verdad, "no iba aresponder como está mandao" y le dijo al camarero:- -"Oye, a mi nada de bisutería; traemé efectos navales".
Para el los entremeses eran eso, bisutería; y comer, comer, losólido, lo bien calificado como efectos navales. Y vino entonces el camarero con una fuente de filetes como "para un ciento". Y el servidor, que había tomado el pulso al "Fonda", lo dejó para el último: Quedarían, entonces, en la fuente 5 ó 6 chuletas de filetes de los de "antes" y Pepe Fernández, al observar los equilibrios del camarero para tomar uno, exclamó:- -"Mira, baja la fuente de proa y álza la de popa...", es decir, que la volcara.

¿Habrá muerto "El Fonda"?. ¿Cómo vivió?. A buen seguro, nosotros lo supimos ayer de labios de un admirado médico. Y nos imaginamos que a ese momento tan serio, le echó un requiebro de humor".     

Fuente: Aquellos Incomparables Carnavales de Huelva / A.José Martínez Navarro. 1988            
    

1 comentario:

Raquel Fernández Veiga dijo...

Qué grata sorpresa al entrar hoy al buscador. Al escribir el apodo de mi abuelo, y el mismo que años más tarde llevaría mi padre con la misma honradez e ingenio, ....me he encontrado con esto...
Tengo los recortes de prensa de cuando murió mi abuelo, al que lamentablemente no pude conocer personalmente. Y también tengo el libro que usted mismo publicó sobre el carnaval de Huelva,...pero encontrarlo aquí ha sido un homenaje muy bonito.
Pude conocer a mi abuelo, gracias a personas como usted, y por supuesto gracias a mi padre, (José Fernández Berrio, también conocido como el Fonda)que nos ha regalado toda una vida de ingenio, humor y bondad propia del hijo del Fonda.
Gracias. Raquel Fernández Veiga

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