Un año más en muchos rincones de Huelva se huele a la fiesta del dios Momo. Sin embargo, también un año más vuelven las indocumentadas opiniones sobre estas fiestas que vierten aquellos que nunca la vivieron en toda su magnitud y dejan entrever en sus conclusiones un gran desconocimiento de esta manifestación popular, que no populacha.
Por ello mi mensaje para esta edición de las carnestolendas no es otro que el de la invitación y el deseo de ver involucrada a una serie de personas y colectivos sociales que hasta ahora y por sistema han rechazado nuestra fiesta, por ello me gustaría que se asomaran a la ventana de la fantasía, de la risa y el lamento, de la farsa y el buen gusto y apreciaran por un momento la moraleja que los autores con sus canciones y los carnavaleros con sus tipos quieren enviarnos, y no por ser poco receptivos e intransigentes con una fiesta que se ha ganado a pulso un sitio en los acontecimientos de nuestra sociedad.
Lamentablemente volveremos a oír frases hechas como; “El Carnaval es la fiesta de los incultos”, o esa de “El Carnaval es una chabacanería”. Un servidor que llegó a esta fiesta en sus inicios en nuestra capital, cree tener los suficientes argumentos como para catalogar de ignorantes a todos los que pronuncien estas frases y que se conciencien de una vez que en el Carnaval participan actualmente personas de distinto rango social y laboral, que desmienten con total rotundidad a los agoreros que intentan enterrar esta fiesta para qiue la suya siga siendo la más aceptada.
Por ello ahí va mi invitación respaldada por todos los carnavaleros de esta ciudad.
Nardy Lafuente
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