Iñaki Fernández Iturmendi fue el ganador del XXVI Concurso de Carteles del Carnaval Colombino, siendo su obra la que representara el carnaval onubense en 2011.
"No tengo nada de Quijote ni de hidalgo"
Iñaki Fernández Iturmendi, cartelista, estima que suma unos 300 premios. Anunciador desde fiestas de moros y cristianos a carnavales y cine, recuerda mejor lo que le deben que lo que gana.
Funde ideas y les da forma. Así anuncia la fiesta de Moros y Cristianos de Alicante: con una cruz y una media luna forma una llave que se puede interpretar como una invitación a abrir la puerta de la convivencia juntas las dos culturas. "Empecé con brocha y pinceles, luego con collages, con pistola y compresor...Y hacía una chapuza. Hasta que comencé con el ordenador cuando se murió mi mujer hace once años. No sabía ni encenderlo" .
¿Y cómo supo que era cartelista?
En lo único que era bueno en la escuela era dibujando. Es algo que no tengo que explicar porqué ni cómo lo hago.
Y ahora es usted el Messi del cartelismo.
¡Qué va! Esto es cuestión de suerte. Hay carteles con los que no te has quedado contento y los premian. Y al revés.
¿El diablo creó los idiomas, pero para entendernos el hombre inventó el cartel?
Puede ser, pero hay gente que no entiende carteles, ni los de San Fermín. Y encima te dicen: "Eso lo hago yo".
¿El secreto de un cartel?
Tiene que ser algo que, colocado en una pared, te haga pararte por la forma, por el color o por lo que sea. Que tenga mensaje y sea llamativo. Es un grito en la pared.
¿Jurado popular o de expertos?
Sin duda, prefiero que voten los expertos. No me parece bien elegirlo por votación popular.
¿Los últimos carteles de San Fermín le producen hartazgo?
No. Hay que hacer cosas nuevas. Decir lo mismo, pero de otra forma distinta. Si haces los gigantes, hazlos pero de otra forma.
¿Quién paga bien de verdad?
Aún me deben en Córdoba el cartel de carnaval del 2010. Dos mil y pico euros. Y otro en León. Dicen que no hay dinero.
¿Copiarse a sí mismo vale?
Con una idea puedo hacer 10.000 carteles y ninguno igual. Un toro siempre tiene dos cuernos en todos los sitios y un balón siempre lo haces redondo, pero la elaboración la haces distinta.
Con esa barba y si se cubre con un yelmo es clavado a Don Quijote. ¿Tiene algo de Quijote?
Ni de Don Quijote ni de hidalgo. Fue una apuesta con un compañero de trabajo a ver quién tardaba más en cortarse la barba. Fue en el 77 y hasta ahora.
Toca la trompeta. ¿Le ha llamado ya Pedro Iturralde?
Todavía no y llevo 30 años tocando con la Txaranga Ziripot. Pero cada uno en su sitio. ¿La trompeta? Porque era el instrumento más barato. La primera fue de hojalata. Menos mal que me hicieron el favor de mangármela.
¿Su actuación memorable?
En los astilleros Euskalduna de Bilbao, con los obreros en huelga por el cierre. Luego tocamos en San Mamés. Dimos la vuelta al campo. Jugaba el Barça con Schuster, pero no nos dejaron quedarnos al partido.
¿Qué más no olvida?
Una periodista dijo lo que ni por el forro yo había dicho: que Albacete era triste. Nunca dije algo así. Es lo que más me ha indignado.
¿Da dinero a los músicos callejeros?
Sí, y me gusta quedarme a escucharles. Hay muy buenos músicos en Pamplona.
¿Y que le pide a la vida?
Un poco más de igualdad y de solidaridad. No tanto abuso. Se mete mucha mano en el zacuto.
¿Nos quitan el pan del morral?
Perdemos hasta los logros sindicales. Ganan los banqueros.
Fuente: Gabriel Asenjo / diariodenavarra.es
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