lunes, 26 de marzo de 2012

2012-Pregón de Jesús Manuel Perojil (Texto I continuación)

CARNAVAL HUELVA / CARNAVAL COLOMBINO "Por Blas Miguel Hernández"


PRIMERA PARTE
(Continuación)

  Hay quien me atribuye una obsesión enfermiza por acumular premios y palmarés, seguramente son los que vienen solo a participar, que son como los billetes de quinientos euros, todo el mundo sabe que existen, pero nadie los ha visto. Pues yo señores, yo no vengo a participar. Cada vez que subo a estas tablas lo hago con intención de ganar, porque además, considero que es la mejor manera de no faltarle el respeto al que ha pagado una entrada. Todo lo demás son tonterías y además no me lo creo. El que quiera participar que se monte un carrusel, y que se compre un pin de “Yo soy carnavalero”, y así de camino, nos ahorramos las veces que hemos sentido vergüenza ajena.

   Se puede estar mejor o peor, puedes gustar más o menos, eso siempre es opinable, pero hay que venir preparado y con respeto. Que esto no es una pachanga, por favor.

   Pero una cosa no quita la otra, se puede ser o intentar ser competitivo al máximo, pero siempre valorando que es lo importante de todo esto. Lo primero son las personas. Por más premios, finales o reconocimientos varios que jalonen mi historial y de los demás, me siento orgulloso y jamás renegaré, porque mi esfuerzo y dedicación me ha costado, si no que se lo pregunten a mi mujer… la de noches que se acuesta sola porque yo estoy con la otra, con la que tiene cuerpo de madera y que pasa más tiempo pegada a mi que ella misma. Pero el día que yo no esté…prefiero contar amigos, antes que contar primeros premios, eso se lo dejo a los amantes de las estadísticas y a los que no tienen más ambición que ser mejor que yo, o mejor que otro cualquiera, a los que no ven más allá. Lo importante es lo que me llevo aquí, en el corazón, y eso ya no me lo va a quitar nadie.

   Para mi hubiese sido más fácil, venir hoy y tirar de curriculum, y hablar de premios, de las veces que he ganado, de si llevo veintitantas murgas y otras tantas comparsas….y algún que otro cuarteto. Podría hablar de lo que me quieren en Ayamonte, o en Punta, o en Isla, o en Gibraleón, o en Valverde, o en Calañas…, por cierto, que a estas tres últimas localidades, les estaré eternamente agradecido, por haberme permitido sentir el honor de haber sido su pregonero, al igual que al barrio de La Hispanidad.

   No sería lo fácil, pero solo son números, fríos números, cifras en un papel, que la historia se encargará de enterrar. Lo que nunca se olvida, es a las personas que te encuentras en el camino.

    Dicen que los artistas, en líneas generales, antes de cualquier acto que tengan, se encomiendan a sus santos personales…, yo también lo hago, pero mis santos son muy particulares. Mi santoral se compone de personas de carne y hueso, de personas como tu y como yo, que a lo largo de su vida han dejado una huella imborrable, han mostrado ser diferentes, tener algo, por eso hoy vienen conmigo a este pregón, por eso hoy, me he subido a estas tablas, con la bendición y la ayuda de todos ellos, ya están aquí, los llevo conmigo, os los presento:

-Este bombín pertenece a Roque Rodríguez, y este pantalón es de Manuel Fernández, para que su categoría como poetas y su reconocida y demostrada valía como insignes pregoneros que ya han sido, me acompañen en todo momento a lo largo de este pregón, y me den la inspiración para llegar al final de este viaje, que ellos en su momento, realizaron con tanta maestría como saber.-

-Esta guitarra, fue la última que tocó sobre este escenario, mi admirado David “El Loco”, para que sus mágicos acordes, llenen de música este trayecto y acompañen mis palabras y que en una espiral de falsetas imposibles, me lleven a la estación, agarrado a su bordón…, agarrado a sus benditas manos, esas manos que encontraban sonidos donde nadie más lo hacía, compartiendo su locura…que es la mía.-

-Este abrigo… pertenece a Paco “El Bombo”, para que su eterno compás, marque la cadencia de este pregón, para que siempre suene su bombo en los latidos de mi corazón, para que me marque los tiempos, como solamente el los marcó. Ojala, la infinita bondad y humildad que el poseía, esté siempre conmigo, ya no digo a lo largo de este viaje…sino durante toda mi vida.-

-Este chaleco es de Amparo Correa…para que esa estrella que el cielo lleva su nombre, cual Estrella de Oriente, ilumine todo mi camino, para que llene este tren de ese duende y ese arte, que ella derramaba por cada poro de su piel. Para que sus raíces carnavaleras, me hagan siempre ver de donde venimos y hacia donde queremos ir, para que pinte mis vagones de azul y blanco, que era el color de su sangre, para que su luz, me haga ver en la oscuridad.-

-Esto es mío, porque algo tendré que poner yo…- (Indica la palomilla del cuello)

-Y por último, y no por ello menos importante, aquí… llevo a mis tres maestros. Diego Vega, Cristóbal Giraldo y Antonio Cabezas. Para que su reconocido talento y saber hacer, en cualquier proyecto que acometen, me sirva de musa, de fuente de inspiración.

   Llevo veinte años aprendiendo de los tres…y no me canso, cada uno sin que ellos lo supieran, han ido cosiendo en mi los hilos que aún hoy me retienen aquí. No he visto a nadie querer a Huelva como ellos, defender cada palmo de tierra que pisan, morir por sus ideas, y sobre todo, morir matando, como solo lo hacen los valientes. Fueron, son y serán, un ejemplo para todos; Tres maneras de quererte; Tres estilos “pa´cantarte”; Tres formas de comprometerse; Mil motivos para amarte.

   De cada uno de ellos, me he quedado con lo mejor, que es mucho, y con lo que peor, que es poco. Porque a las personas se las quiere como son, no como quisiéramos que fueran.

   En algunos casos, como el de Diego Vega, además de quedarme con lo mejor y lo peor, me he quedado también con su hermana, que por otra parte…era lo mejor que tenía.

   Cristóbal es distinto, yo me he quedado con lo mejor y lo peor, pero en este caso, su mujer, es la que quiere que me quede con su niña como nuera…y eso es algo que tendrá que decidir mi hijo, no yo. Hombre…yo…le he dicho al niño: “Manu”…, es un buen partido, tienes tu casita en el campo…y sales en carnaval, tu suegro te cose el disfraz…,¡eso es un braguetazo!.

   A D. Antonio Cabezas, mi íntimo enemigo, premiado recientemente y merecidamente por su onubensísmo, le quiero decir, lo que en su día Martínez Ares a su rival le cantó: “De entre todos tus amigos, no tendrás un enemigo que te admire más que yo”.

   Lo que venía ahora, no dependía de mi, sino de vosotros, pero he venido preparado. -¡Chema, pon la pista dos, por favor!-
-Suenan aplausos grabados y prosigue el pregonero-
Gracias por vuestros aplausos, espontáneos y sinceros.

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