lunes, 6 de agosto de 2012

1987-REVISTA DE CARNAVAL "Entierro del choco: un festival para dos mundos"

CARNAVAL HUELVA / CARNAVAL COLOMBINO "Por Blas Miguel Hernández"

Cuando se admira una "viuda", ronda el dilema: ¿Será?, ¿No será?...

   Miércoles de Cenizas, marca la fecha del comienzo de la Cuaresma y el final de una fiesta que un pueblo buscó y consiguió, un poco cansado de la vida que llevaba antes.

   Digamos que su origen se remonta años atrás y no fue otra cosa que poder sentir y disfrutar desenfrenadamente una alegría pagana, dejando a un lado lo moral por unas cuantas jornadas.


   Gran parte de nuestros pueblos, se preparan para una explosión de júbilo y jolgorio en un llanto desenfrenado por la triste pérdida de de su amado y cariñoso CHOCO.


   Una extensa muchedumbre, lo acompaña por las calles de nuestra ciudad, dejando petrificados a cuantos ciudadanos lo contemplan, haciendo gala de una participación popular multitudinaria.


   Bajo un tupido velo, nos encontramos a: empresarios, ejecutivos, banqueros, comerciantes, trabajadores, estudiantes y parados; todos ellos componentes de una sociedad que les somete a una presión diaria, pero ese día se transforman conscientemente en cachondos mentales.


   En esta jornada se aprecia el calor benefactor de la participación popular, sin perjuicio alguno ante las miradas de los que no participan directamente.+


   La “comitiva fúnebre” termina su larga andadura por las calles, dejando un gratísimo olor carnavalero y una gratificante sensación a toda persona que tuvo la suerte de participarlo o contemplarlo, desde quien lo disfruta hasta quien discrepa de tanto lúdico suelto.


   …Y como punto final, llegamos a la quema del Choco, donde entre llantos histéricos se aprecia una elevada cantata de fuego y artificio que pone fin a una fiesta, dejando en la inmensa mayoría de los presentes, una muesca de verdadera tristeza y de algarabía desbordante, pero inevitablemente pasajera y que a la vez que deseada, retoma su camino inicial y deja abierta una brecha en la esperanza de poder sentir nuevamente la inmensidad de la fiesta carnavalera que por derecho propio, el pueblo reclama ininterrumpidamente por todos los días de todos los años de su tiempo de mortal imperturbable.

E.E. F.P.
"Mara-Donna"

Fuente: Revista Carnaval nº 0 / Diciembre de 1986

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