Cuenta atrás para uno de los eventos culturales más importantes del calendario de la capital onubense. El Gran Teatro ya está listo para acoger la 29ª edición del Concurso de Agrupaciones del Carnaval Colombino, la joya de la corona de las carnestolendas onubenses, y que desde 1984 inunda el coliseo capitalino del humor, la crítica, la poesía, el piropo y el compás de la buena creación carnavalera.
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| Los Maolillos / Primer Premio Murgas 2011 |
Concurso de referencia, sólo superado por el ‘todopoderoso’ Cádiz, Huelva tiene una nueva oportunidad para que las agrupaciones que llegan al Gran Teatro hagan valer la grandeza de sus interpretaciones y hagan de la competitividad que supone un concurso la mejor motivación para que la música de Carnaval, un año más, se haga obra de arte.
La batalla de coplas arranca el próximo 27 de enero, viernes. A partir de esa fecha, y hasta el 6 de febrero, diez sesiones de preliminares por la que pasarán un total de 57 agrupaciones. La mayor parte llegan de Huelva y su provincia, pero en Huelva desembarcarán grupos que llegan desde las provincias de Sevilla, Cádiz y Málaga. En cuanto al reparto por modalidades, un año más ha sido la comparsa la que más agrupaciones ha inscrito, con 32 formaciones. Por su parte, son 24 las chirigotas o murgas (que cada uno la llame como quiera) que participarán en el concurso, mientras que la modalidad del cuarteto, la más valiente, sólo tendrá un representante con ‘La Herencia’ de Huelva. Tras las diez jornadas de preliminares, el corte de semifinales dejará fuera a 21 agrupaciones, y 36 pasarán de ronda para seis sesiones de semifinales, que se celebrarán del 9 al 11 de febrero y del 13 al 15 de ese mismo mes. La gran final del concurso se celebrará el sábado, 18 de febrero. La Federación Onubense de Peñas y Agrupaciones de Carnaval, Fopac, ya ultima los detalles para que el concurso se reivindique como la joya cultural que es, y sirva de antesala del Carnaval de calle, que tendrá su punto álgido la mañana del 19 de febrero, domingo, con la celebración del pasacalles gigante.
Las agrupaciones apuran ensayos, los aficionados reservan sus butacas y Huelva, casi sin darse cuenta, vuelve a oler a ese bendito febrero en el que las verdades se cantan y las miserias se disfrazan con la mágica máscara de la creación carnavalera.
Fuente: Joaquín Cabanillas / andalucíainformacion.es
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