I- "Bienvenidos a la carpa del Gran Teatro"
Se abre el telón y aparece la carpa de la plaza del Gran Teatro, la carpa del “Pati”. Como tantas noches de concurso muy concurrida, con mucho ambiente.
Sobre el escenario, en la carpa, hay personas entre las que se encuentran
autores de carnaval, directores y componentes de agrupaciones, que comienzan a
cantar un pasodoble de la murga onubense “Ay que calor” (1992), con letra del
propio pregonero: “Dicen que soy un payaso”
Fuente: Federico Pérez
Dicen que soy un payaso
porque me disfrazo y salgo en carnaval,
dicen que soy un idiota
y un cabeza loca,
que estoy loco de atar.
Me tachan de sinvergüenza
y proclaman mi incultura
esa gente que sabe muy poco:
“¿Qué pensará este loco de carnaval?”
Que para poderme conocer
antes se han de poner
un disfraz y una careta.
Es la única forma de saber
lo que yo siento en mi ser
al vestirme de majareta.
Y si al final,
aún piensa igual,
entonces podré decir
sin pelos en la lengua
lo que tantas veces callo
por educación y vergüenza:
“Que prefiero ser un payaso cada febrero,
a ser un payaso “to” el año entero”
Al finalizar la interpretación del pasodoble se oye la típica bocina que
da por finalizado el descanso e indica la función de la noche va a proseguir,
esa bocina que todo el mundo asocia al popular Antonio Redondo “Machuca”.
Desaparecen todos los presentes de la escena quedando tan solo el
pregonero frente al público.
Buenas noches Huelva, señoras y señores, autoridades, Choqueras,
familiares, amigos, conocidos, sean todos bienvenidos a este rincón carnavalero
que esta noche voy a hacer de mi propiedad con el permiso de todos ustedes y
por supuesto con el permiso de Juan el “Pati”, que para algo es su verdadero
propietario.
“Juan ve poniéndome una cerveza y
un lomo que esto va “pa” largo”.
-Dice el pregonero dirigiéndose
al “Pati” que se encuentra en la improvisada barra de la carpa instalada en el
escenario-
“¡Juan, un lomo!”
Muchos se preguntarán la razón por la que he elegido este lugar concreto
y podría esgrimir no una, sino mil
razones. La Carpa
que todos los años se monta en los aledaños del teatro, se convierte en un
apéndice de este durante el Concurso de Agrupaciones.
En ella se saborea el éxito, el fracaso, te dice quien sí y quien no ha
gustado, se han dado premios, se han
quitado, muchos han reído, algunos
incluso llorado, se hacen descartes y
fichajes para el próximo año, se habla de tenores, de segundas,
contraltos, de autores que aciertan y de
otros que no tanto, se comentan
disfraces, atrezos y decorados, se critica a la F.O .P.A.C. el concurso, el jurado… bueno, no se critica porque los
carnavaleros no criticamos, lo que hacemos son observaciones y comentarios. Te
entrevista la tele, el periódico, la radio, saludas a un montón de gente que no
veías desde el Carnaval pasado, se sacan temas y coplas que luego se han
cantado, se viven las noches de los cuchillos largos, en esas en las que estamos
más o menos en función de si hemos o no pasado, te dan las santas cantando
coplas de antaño, nos apretujamos para pedir una cerveza y un lomo cuando dan
el descanso, se vacía cuando canta una agrupación buena, se llena cuando cantan
los más malos o algún cuarteto que el mismo “Pati” ha patrocinado.
Señoras y señores sean bienvenidos: ¡¡A LA CARPA DEL TEATRO!!
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