jueves, 14 de julio de 2016

1998-REVISTA OFICIAL "Domingo Prieto García, Presidente de la Diputación Provincial de Huelva"

CARNAVAL HUELVA / CARNAVAL COLOMBINO "Por Blas Miguel Hernández"

En el amplio calendario festivo de los pueblos de la provincia de Huelva, el Carnaval cuenta con un prestigio tradicional que sobrepasa nuestras fronteras. Estas celebraciones populares de arcanos orígenes orientales, plasmadas en desfiles de disfraces, comparsas, chirigotas, coros, carrozas, bailes y otros festejos, arraigaron en Isla Cristina o en Huelva con una fuerza comparable a la de la misma Cádiz, la capital andaluza del Carnaval, o Trebujena. Aunque raro es el pueblo donde, con distintos vaivenes, en el tiempo que antecede a la cuaresma cristiana, no se apresten los vecinos para recuperar la honda raíz popular de este fiesta.

Recuperación real y feliz de un espacio para el jolgorio y la denuncia del mejor tiempo, el tiempo de la libertad, en donde los ciudadanos asumen la crítica de la vida cotidiana como algo que les es consustancial, y a lo que, además, tienen derecho; al menos durante los días en que llenan plazas y callejones con sus pasodobles, cuplés y “popurries”, con sus historias inventadas sobre la prima del vecino, o la tía del amigo. El comparsista sale a la calle, con su indumentaria de turno, a decir las “verdades”, a descubrir las “mentiras”, a criticar la política, la economía, los “manejos” municipales, a ensalzar la belleza, la honradez y otras cualidades de la vida local, o nacional, y otros defectos locales y nacionales. Y claro está, estas cosas solían casar mal con los poderes conservadores. Por esos durante muchos años los carnavales estuvieron proscritos, donde fue factible, y manipulados allí donde el ansia popular no pudo ser contenida.

Los tiempos irremisiblemente han cambiado, y, desde los años de la transición política, es una plena realidad el esplendor y la gracia del Carnaval en la provincia de Huelva. No hay más que salir a la calle para sentirlo o asistir, para comprobar la variedad y riqueza de esta manifestación, al concurso Provincial de Agrupaciones.

Concluyo felicitándonos a todos por este espléndido logro y recordando, dada mi condición de Presidente de la Diputación Provincial, aquella letrilla, cantada en tiempos de la Dictadura de Primo de Rivera por el coro gaditano “Los relojes”, cuyo tema estoy seguro que se retomará en esta edición:

Las provincias son los relojes
y el Gobierno el relojero,
que se encarga de darle cuerda
y arreglarle el minutero;
mas como tan mal lo hace,
sucede más de una vez
que hay relojes que atrasan mucho
y otros que corren igual que el tren.

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