domingo, 9 de diciembre de 2007

Carnaval 1984- LA GRAN CABALGATA

Próximo al Domingo de la Cabalgata, toda Huelva estaba sumida en hervidero de comidillas, máxime de haber tenido la grata experiencia del primer entierro del Choco con tan inesperada y abultada participación. Muchos barrios ultimaban sus preparativos, sobre todo en las carrozas que iban a llevar. En un principio, el número inicial de carrozas para el desfile que se ofrecieron, fue de 14, llegándose a un total de 17, preparadas todas ellas en los almacenes municipales y ultimadas en los respectivos barrios. Muchas asociaciones, a última hora quisieron sacar la suya, pero por falta de tiempo material, ya que las solicitudes se hicieron bien pasado el plazo previsto, no pudieron contar con ellas. Las 17 carrozas correspondían 2 a las Choqueras, 2 por la Bda. de El Rocío, 2 de la Orden, 1 del Higueral, 1 de Bda. de La Navidad, 1 de Virgen de Belén, 2 del Polígono de San Sebastián, 1 del Torrejón, 1 de la Bda. del Carmen, 2 de El Choco Contaminao o de la A.V.V. de Las Adoratrices, Tres Ventanas y Huerto Paco, y dos más por la A.V.V. Yañez Pinzón.
Quizás el preludio de la Gran Cabalgata fue la Vuelta Ciclista Carnavalera,
que reunió a bastantes ciclistas enmascarados en un circuito homologo al que llevaría la Cabalgata.

El tesorero de la A.V.V. de La Orden, Manolo Martín, comentaba que todo la barriada estaba volcada con el Carnaval y además por doble motivo ya que su representante había sido elegida Choquera Mayor para éstos carnavales. Aseguraba que no habían tenido ayudas económicas para cuanto se estaba haciendo y que a base de rifas y verbenas por el barrio habían conseguido recoger algún dinero para ello y que también habían puesto una cuota mensual de 400 pesetas por mes y socio. El Ayuntamiento les facilitó 10.000 pesetas para sufragar el gasto del traje de la Choquera Mayor, que obviamente fue insuficiente.

Los medios informativos recordaban cada dos por tres el día de la Cabalgata y la hora de salida, a la vez que se hacían alusiones al carnaval de antaño y a la recuperación de la fiesta, escritos como los de Güito, que hacía acopio del eslogan de Isla Cristina: “Desnuda tu cuerpo, disfraza tu alma”, invitando al pueblo onubense a unirse a la fiesta, como el de Pepe Vega, como el de Martínez Navarro sobre el Dios Momo y la Bruja Pity que debe tener todo Carnaval, felicitando al Choco Contaminao como pioneros y al Ayuntamiento por su implicación. Y escritos como el de Juan José Oña, Manuel Peral y Pepe Pulido.
Las viñetas cómicas de Estrada y de Toti también hacían referencia al Carnaval, enlazándolas con el devenir cotidiano o con el Recreativo.
El Ayuntamiento de Huelva, hizo un llamamiento a la vez que daba un aviso a los ciudadanos, más bien previniendo lo que se podría desmadrar el acto tras lo acontecido el Miércoles de Ceniza. La nota del Ayuntamiento rogando un comportamiento cívico, decía textualmente:

-El Ayuntamiento de Huelva, en su nombre y en el de la Comisión del Carnaval, quiere manifestar su agradecimiento a los ciudadanos de nuestra capital por la colaboración y entusiasmo manifestados en todos los actos hasta ahora organizados con motivo de las fiestas carnavaleras.
Asimismo, con el fin de conseguir una mayor vistosidad y comodidad tanto para los participantes como para el público en general, rogamos que éste se atenga a las siguientes indicaciones:
1.-No se puede, obviamente, cerrar el recorrido de la Cabalgata, por lo cual, rogamos que todos aquellos que esperen su paso se mantengan en la acera.
2.-El desfile perdería toda vistosidad si los ciudadanos que no pertenecen a él , y no van disfrazados, se integran en el mismo; esto impediría la visión del propio espectáculo por parte de los demás. Solicitamos que todas aquellas personas que no forman parte de la Cabalgata esperen a que ésta haya pasado en su totalidad para abandonar las aceras.
3.-Habrá una dotación de Policías Municipales a cuyas indicaciones deberán atenerse tanto participantes como el público.
4.-Se ruega no se trasladen en vehículos.

Este Ayuntamiento, en la seguridad de que el máximo interés de todos es conseguir un buen desarrollo de las carrozas, agradece por anticipado la colaboración de los onubenses.











El Domingo 11 de Marzo a las cuatro de la tarde, la explanada de Correos era un auténtico hormiguero humano, toda Huelva respondiendo a la llamada del Dios Momo echándose a la calle para despedir las fiestas. No parecía que la celebración de otros desfiles más arraigados en la provincia y que coincidieron en el día, restasen presencia de público. El incontable gentío no permitía dar orden y concierto para organizar la marcha del desfile, por lo que se retrasaron algunos minutos la salida. Tres coches de la Policía Municipal abrían paso a la comitiva poniendo en circulación la primera de las carrozas que portaba a la Choquera Infantil.
El pudor, la vergüenza, el sentido del ridículo, las preocupaciones cotidianas, el mal humor, todo parecía haberse disipado, como un parón en el tiempo para disfrutar de l inmejorable ambiente que respiraba y contagiaba a los habitantes de la ciudad de los dos ríos. Un grupo de Pitufos, un entierro, una banda de majorettes, bodas, señoras embarazadas, algunas con desmayos fortuitos cada dos por tres, comuniones, bautizos, personajes políticos, todo en un estrepitoso bullicio y un cielo que se teñía de papelillos y serpentinas al paso de las carrozas. En las aceras, desde señoras con niños en carritos hasta personas sexagenarias contemplaban alegres y atónitos el espectáculo. Carrozas con motivos circenses, alusivas a la paz, al desarme nuclear, la trompe del moro, la boda del siglo…Siguiendo el itinerario previsto, la Gran Cabalgata salió de Correos hacia la calle Marina, siguiendo por Plus Ultra, Mendez Núñez y Rafael López para desembocar en La Plaza de Las Monjas, donde el personal se encaramaba a palmeras, ficus, rejas y todo lo que pudiese estar en alto para poder contemplar todo mejor sin perder detalle. En la Gran Vía de Martín Alonso Pinzón, el personal que iba desfilando ya llevaba la verguenza en los bolsillos y hasta los más serios danzaban y cantaban desinhibidos ayudados por alguna que otra copichuela que aparecían por arte de magia de Dios sabe donde. Cuando la carroza de la Choquera Infantil llegaba al punto, aún no se había puesto en marcha la de la Choquera Mayor que cerraba el desfile, la kilométrica Cabalgata se había transformado en una gigantesca serpiente multicolor que atravesaba Huelva por su corazón, dando un portentoso espectáculo de color y animación.
Se podía contabilizar el tiempo de paso del desfile en algo más de dos horas, dos horas donde la fantasía hizo gala de su poder, con caracterizaciones improvisadas de los más indecisos que a última hora se disfrazaron para disfrutar de la carnavalada, postizos, tacones, pelucas increíbles, trajes de María Castaña…todo válido para el derroche de arte, de gracia y simpatía que aquella tarde de domingo sorprendió a propios y extraños.





Subiendo por la Alameda Sundheim, prosiguió por Federico Molina hasta la Plaza del Estadio para tornar por Muñoz de Vargas hacia Tariquejo. El grito de “Esto es Carnaval!” y el “Vecinos mirones, bajad de los balcones!” era unánime entre aquellos que llevaban la marcha del Carnaval en el cuerpo, en tanto las alusiones ambulantes continuaban sin descanso, un ataud con una victima del desempleo, la muerte de Rumasa, Miguel de la Cuadra en busca de algún tesoro con su micro en mano. Disfraces para todos los gustos, desde las sábanas con una máscara hasta los más lucidos de lentejuelas, miles de niños con sus padres en las aceras también iban disfrazados con una pizca de imaginación y un pellizco de gusto que conformaban la mezcla esencial para la mascarada.
Todas y cada una de las agrupaciones que habían participado en el Gran Teatro, desfilaron entre las carrozas, deleitando con sus coplas al público de Huelva.
El desfile encaró la avenida José Fariñas para continuar por Vasco Nuñez de Balboa hasta llegar a las nueve menos cuarto de la noche a la avenida de Andalucía la última de las carrozas, donde tenía su conclusión.

Ya en la carpa donde se iba a celebrar de seguido la verbena popular, y tras la deliberación del jurado, se dieron a conocer los premios de la Cabalgata:
El premio al mejor disfraz individual recayó en La Sirenita y el premio al mejor disfraz de grupo, para Los Cubanos.
El primer premio de carrozas fue para El Trono de la Barriada de La Navidad y el segundo para El Patio Andaluz de la Barriada Yañez Pinzón.
Los premios de engalanamiento de las barriadas, se dieron sobre las que se apuntaron finalmente al concurso; Molino de La Vega, Adoratrices, La Orden y Yañez Pinzón, llevándose el galardón ésta última

Como en todo fallo, hubo descontentos, y en ésta ocasión el malestar fue con la decisión de la carroza ganadora, ya que se decía habían llegado tarde al punto de salida y llevaba más personas de las debidas, 25 en lugar de 15 como recogían las bases.
Tras la lectura del fallo del jurado, comparsas, murgas, chirigota y cuartetos amenizaron la velada hasta altas horas de la madrugada.


El lunes por la mañana, toda Huelva tenía el Carnaval en los labios, mercados, comercios, bares, oficinas…“vistes a fulanito?”, “que bien iba menganito!”….Ni los más optimistas preveyeron tanta suntuosidad y majestuosidad, el asombro era generalizado, más cuando se contrastaba con el improvisado desfile del año anterior y se había contemplado la vistosidad de éste.
Los medios informativos se volcaron en halagos ante lo presenciado, calificando la Cabalgata de “IMPRESIONANTE”, algunos daban por sentado que la Cabalgata de Huelva había no solo superado lo previsto sino de haber superado a las más tradicionales de la provincia.

En conclusiones, el Carnaval de Huelva de 1984, partió con un presupuesto de 605.000 pesetas que se superaron con creces, fue un Carnaval donde la eficacia de La Comisión del Carnaval y con la ayuda de la Corporación Municipal y diversas entidades ciudadanas hicieron posible la llegada a puerto de ésta carabela llamada Carnaval, siendo los verdaderos artífices el pueblo de Huelva que embarcó de forma masiva y entusiasta en esa carabela, comenzando una singladura por la que hoy continua navegando.

No hay comentarios:

Archivo del blog