viernes, 5 de diciembre de 2008

El único árbitro onubense en la LEB

Mauricio Martín Vega (Ingeniero técnico forestal)

Pertenece a un colectivo tan denostado como es el arbitral, siempre expuesto a las criticas y a las iras de los aficionados. A sus 36 años, Mauricio Martín Vega, es el único colegiado onubense en la LEB, el segundo peldaño dentro del baloncesto español.

Este ingeniero técnico forestal, que trabaja en Egmasa, se ha convertido en el trencilla más antiguo del Colegio Onubense tras estar dirigiendo encuentros desde hace 19 años. Actualmente lo hace en la LEB Bronce y la LF2.


Primero fue jugador y al pasar al instituto no tenía equipo y unos amigos le animaron ha hacerse árbitro. "Como dicen los toreros, si volviese a nacer volvería a ser árbitro porque me ha dado muchas cosas: me ha formado como persona, permitido tener amistades por toda España y conocer muchos lugares", asegura. "El baloncesto es algo distinto a otros deportes. Hay nobleza y no suelen darse las trifulcas que hay en otros. La aceptación de los jugadores y entrenadores te ayuda a seguir. El público es un componente más pero tu sabes cual es tu rol y qué hay que hacer para que un partido se desarrolle según las normas de la FIBA ( la Federación Internacional), y en un tono de coherencia y armonía", añade.

A la pregunta si alguna vez ha sentido miedo, responde que una. Fue hace unos diez años, en la Primera Nacional, dirigiendo un encuentro en Montilla. "Estaba con mi compañero Abel Maestre, que lo dejó hace ya algún tiempo, y tuvimos que salir escoltados por la Guardia Civil del pueblo, aunque en ningún momento corrió peligro nuestra integridad, más que nada fue una medida preventiva. Afortunadamente no he tenido ningún jaleo gordo".

Y es que los árbitros están hechos de una pasta especial. "Los insultos no me importan. Estas por encima de eso, igual que los jugadores y los entrenadores. El público es un componente más del deporte, el que disfruta en la grada, pero estamos a otro nivel.Si no seríamos forofos en la pista. Debemos mantener la calma y transmitirla", dice.

Mauri, como le conocen sus amigos y familiares, se casó con Cristina el pasado mes de Septiembre. A su mujer le agradece mucho "su comprensión"; es lo que me mantiene en el arbitraje porque al nivel que estoy necesito dedicarle mucho tiempo con los entrenamientos y el visionado de vídeos entre semana y, sobre todo, los viajes del fin de semana".

Además del baloncesto, sigue muy atento la actualidad futbolística. Es socio del Recre y desea que el Decano enderece el rumbo. Otra de sus aficiones es la gastronomía. También disfruta con las tradiciones de Huelva, Rocío, Semana Santa, Colombinas.... Desde pequeño veranea en Punta Umbría, el lugar donde sueña en vivir cuando se jubile.



Fuente: Huelva Información 5 de Diciembre de 2008/ Javier Álvarez de Miranda.

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