miércoles, 4 de marzo de 2009

SABADO DE CARNAVAL

Después de una larga noche de copas y conversaciones, que rondó las 6 de la mañana, nos fuimos al sobre aquellos que aún quedábamos en pié por esa plaza de La Merced.

No hubo para mucho, es más, antes de meterme en el sobre me puse a preparar los tickets que se iban a dar en el pasacalles dentro de pocas horas. Me desperté una hora más tarde de lo previsto y gracias a que Chema Riquelme me hizo una llamada para ver cuando pasábamos a recoger el telón, y los materiales por la Escuela de Arte.
Eran las 10,15 de la mañana y Fernando el de la FOPAC, había quedado el hombre conmigo en la Plaza de Las Monjas para empezar a empapelarla, entiendase que se trataba de cubrirla con papel antes de poner el lienzo donde se iba a pintar el macro cartel, de manera que no se manchase el suelo y así no tener que oír los gritos del consistorio. Pues "ala", con el estrés típico del que llega tarde al trabajo, tiré milla "escopetao" hacia Las Monjas.

Por el camino, llamaba a Federico para que mandase la "furgona" a las 10.30h para la citada recogida. Aparqué a lo torero, con las luces de intermitencia encendidas, y a riesgo de que algún sheriff le diese por aparecer y me terminase de rematar el comienzo del día.
Ya en la Plaza con el papel, el precinto y el cúter, Fernando y yo nos pusimos con el papeleo, todo un show para la vista de los transeúntes, aquello levantaba vuelo y no había como cogerlo, arrancaba los precintos del suelo y el rollo de papel rodaba de un lado para otro, mientras con el rabillo del ojo vigilaba lo del sheriff, ¿pero donde se habían metido los voluntarios que iban a venir?. Optamos por aquello de divide y vencerás, y fuimos cortando los trozos más pequeños y afianzándolos en el suelo, por fin íbamos avanzando.
Sobre las 11.15h apareció la "furgona" con los chicos de Arrabales que traían el material y casi a la par algunos alumnos de la Escuela de Arte, y componentes de la callejera que ya iban llegando. Ahora sí, con más manos es más fácil, hombre. Se planteó el trabajo y me fui a quitar el coche de en medio. Cuando regresé, el personal se había triplicado, terminamos el empapelamiento y se procedió, ya bajo la dirección de Antonio García, director de la Escuela de Arte, a la tirada del lienzo y a la realización de los primeros trazos del mismo.

Eran las 12 del mediodía, y la Plaza de Las Monjas se llenó de curiosos al rededor de aquel lienzo, que preguntaban a unos y a otros de que iba todo aquello, los medios de comunicación también hicieron acto de presencia, lo se porque todos por remisión, terminaban hablando conmigo, incluso los que no venían llamaban por teléfono para que entrase en antena, para contar no solo lo que allí estaba aconteciendo, si no también para explicar el programa de actos del Carnaval de Calle.

Las agrupaciones de carnaval tenían su cita a esa misma hora, y en el mismo sitio, y comenzaron a aparecer por las cuatro bandas de la plaza, era todo un espectáculo ver todo aquel gentío que se agolpaba rodeando el trabajo que hacían los pintores.
Y llegó el momento de dar comienzo al pasa-calles. Previamente, a todas las agrupaciones les entregué personalmente un folio donde estaban todos los actos, con pelos y señales, del carnaval de calle, e iniciamos la marcha hacia la calle Concepción.

El pasacalles que estaba previsto este año, no es que fuera un invento nuevo, pero si tenía un matiz diferente al que se venía conceptuando en ediciones pasadas, en las que cada grupo, a su libre albedrío tiraba por las calles del centro y no se como todos acabábamos en el mercado del Carmen, donde nos echábamos el 3X4, o sea, 3 coplas y 4 cervezas, y de allí "pa" casa.

Este año, la idea era abarcar un espacio concreto entre todos los grupos, calle Concepción, Palacio y Arquitecto Pérez Carassa, sin salirnos de este recorrido y sin orden establecido, cada grupo debería formar su teatrillo en las tres calles, alternandose unos con otros, de manera que las tres calles, que discurren en línea recta, fuera un reguero del ir y venir de todas las agrupaciones.
Cuando nos quisimos dar cuenta, y fue casi de inmediato, las calles del centro se paralizaron, la gente que pasaba, entraba en las calles referidas pero no salían de ellas, de modo que pasado un cuarto de hora, era imposible andar de manera natural por estas. El colorido era para enmarcar, el ambiente distendido y alegre, el sonido de los grupos se hacían notar ante el silencio y la expectación del público. Federico andaba de arriba para abajo haciendo sus fotos ,y llevaba una sonrisa infantil que no le cabía en la cara, el Cabezas pletórico, y a mi me invadía una grata sensación de euforia, al contemplar algo que en tantísimos años de carnavales había soñado pero no visto.

Rosa Bueno, estuvo de "correveidile" para comunicarnos los unos con los otros, y haciendo más fotocopias del programa, que a la par que íbamos cantando, íbamos repartiendo entre todos los asistentes. El propio alcalde y Manuel Remesal, estaban contagiados de estas sensaciones descritas y así lo manifestaban abiertamente. Algunos transeúntes preguntaban -¿De donde sois?- haciendo referencia a las agrupaciones, y al contestarles que éramos todos de Huelva, se quedaban extrañados, infiriendo, -no sabía yo que....

Ni que decir tiene, que a este acto, y doy fe de ello, asistieron los once grupos de la capital, participando todos de esta sensacional mañana de carnaval, unos más lanzados y otros más cohibidos, pero todos pusieron de su parte para que la fiesta tuviese el esplendor deseado.


Pasadas las dos de la tarde y ya con los establecimientos echando sus rejas, todas las agrupaciones se dieron cita en el Okaima, establecimiento regentado por Manuel Simó, en donde con la Federación se había concertado un refrigerio para los grupos participantes.

Mientras, en La Plaza de Las Monjas, la pintada continuaba a buen ritmo, allí estaba Chema, vestido de viudo alegre y remangado con la brocha en la mano, dando las sombras oportunas a los trazos de relleno que los alumnos, y los transeúntes iban efectuando. Se hizo preciso para que la cuelga del Cartel fuese efectiva, añadirle más enganches, por lo que hubo que solicitar la presencia de una costurera a las cuatro de la tarde, y adquirir las cuerdas y los enganches necesarios para ello, por lo que nos pusimos manos a la obra.

Por otro lado, Manuel Remesal hacía las gestiones oportunas para que la autorización de la cuelga en la fachada del parking de Pablo Rada, no revistiese problema alguno. Se avisó a los bomberos y a la policía local del traslado del macro-cartel, que tendría lugar a las siete de la tarde, siendo llevado a mano entre los asistentes, siendo en aquel momento, los alumnos de la Escuela de Arte, la Chirigota Callejera y personas desvinculadas del propio carnaval que se animaron a su porteo.

La Plaza de Las Monjas quedó totalmente recogida de polvo y paja, para ello parte de la Callejera se quedó a esta tarea, mientras los demás llevábamos el telón ya terminado hacia Pablo Rada, no sin llamar la esperada atención de los viandantes.

En el parking, tuvimos un nuevo episodio, era la tercera vez que se nos negaba la cuelga del cartel y antes de que cantase el gallo. Recordamos que la primera intención fue la de colgarlo en la fachada del Banco de España, pero que al ser un establecimiento patrimonial, y hoy por hoy en trámites de titularidad, no se permitía tocarle un ladrillo. Ante esto, solicitamos a la Universidad del Carmen el uso de su fachada durante el fin de semana, ya que estaría de puertas cerradas y así el lunes con las clases reanudadas, este no entorpeciera su normal funcionamiento, pero también se nos negó. Con el parking, parecía que no iba ha haber problemas, pero los hubo, el primero era que al ser en hora en la que los locales estaban abiertos, y con personas debajo, era entendible que no lo pudiéramos colgar, ni nosotros, ni los bomberos, por lo que aceptamos el plegarlo en plena vía, y cargarlo en la "furgona" de Arrabales para llevarlo al parque de bomberos, donde ellos mismos, con tiempo y en horas más oportunas lo pudiesen desplegar sobre la fachada.

Bueno, pues se acabó lo que se daba, todos para casa, bueno todos no, a las ocho de la tarde había quedado con Pepe "El Marismeño" en la puerta del Gran Teatro, para ir a casa de la costurera que hacía dos días le había comenzado el disfraz que llevaría en la carroza, el de Don Carnal. Las medidas de Pepe, no eran las que nos había dado por teléfono, menos mal que tuvimos la precaución de hacer el pantalón elástico y que a la parte de la casaca le pudimos preparar un arreglo para que le quedase decentemente, hay quien se quita años... y hay quien se quita talla, pero en fin se salvó el problema. De ahí, a casa de otra de las costureras, para terminar lo que le faltaba al disfraz de la Insignia de Oro, el de nuestro amigo Antonio Enamorado, y ya por último, no tuve que desplazarme a Gibraleón, si no que con una llamada quedó conforme la recogida del disfraz de Paloma Gallego, nuestra Doña Cuaresma.

Pues nada, tiempo de llegar a casa, a las diez menos cuarto, y a tras una ducha restauradora estábamos a las once en la carpa de la Plaza de La Merced.

En la noche del sábado se celebraba el baile de Los Trochos, un baile que nacía con la consigna de ser temático, siendo el tema escogido para este primer año, "los cuernos".

La verdad sea dicha, cuernos de pega pocos se vieron en el baile, no se si por vergüenza al disfraz o...piensen lo que quieran. Lo cierto es que en esa noche se vieron más caras conocidas, y la carpa presentaba otro aspecto. La orquesta de ese día era más nutrida, el volumen algo más comedido que en el día anterior y componentes de algunas agrupaciones hicieron acto de presencia por el baile, incluso miembros de la Federación ataviados con disfraces para la ocasión bailaban sin reparos, caso de Juan Franco, Mª Ángeles y Rosa. La corte estaba presente, pero no completa y la callejera, con sus xapelas se divisaban desde cualquier punto.

El baile de esa noche se prolongó hasta las dos y diez de la madrugada, en que se retiró la orquesta, existiendo música ambiente un poco más, para aquellos que quedaron en la carpa.

El sábado de carnaval, estuvo lleno de alicientes y será para recordar, aunque en el capítulo de la carpa hubiese sido mejor con la participación de todos los llamados carnavaleros, aunque insisto, ese día no fue mal.


Si me gustaría esclarecer el tema de la ubicación de la carpa.

Para los que solicitamos este sitio, lo entendimos y seguimos entendiendo, como un lugar idóneo para ello, céntrico y sin problemas de aparcamiento, dado los terraplenes de las laderas de los cabezos, desde la Plaza de Toros hasta la Merced. El Ayuntamiento solo pone reservas al uso de la remozada Plaza de Las Monjas para ubicar una carpa, ha estado abierto a facilitar el emplazamiento que deseásemos, pero el problema no es de sitio, si no de ganas de carnaval de calle. Si se cuenta con los grupos para llenar una carpa, es que se les obliga y no van, si no se cuenta con ellos, por no obligarlos y se ponen orquestas, tampoco van.

Fijaros un detalle, el cartel del carnaval colombino, anuncia las fiestas de carnaval del 20 al 25 de Febrero, eso es el carnaval, pero en Huelva, el carnaval para la inmensa mayoría ha transcurrido entre el 30 de Enero y el 19 de Febrero, y eso....solo es un concurso. ¿Quieren los carnavaleros carnaval?, ¿o solo quieren concursos?, si es lo segundo demás está el esfuerzo que se haga, siempre saldrá mal, se cargue en las espaldas de quien se cargue. Lo bueno de todo esto es que los pocos o los muchos que este año han concurrido en el carnaval de calle, no han sido los asiduos, ¿estaremos ganado adeptos?.


Proximamente...DOMINGO DE CARNAVAL

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