lunes, 26 de octubre de 2009

2009-A LO GETXO PETXO "Monólogo del aizkolari"

CARNAVAL HUELVA / CARNAVAL COLOMBINO "Por Blas Miguel Hernández"


En 2009 La Callejera preparó una presentación en el Gran Teatro de Huelva llamado "FUSION", entre algunas de las cosas que por espacio de tiempo se suprimieron del espectáculo fueron la serie de monólogos alusivos a cada uno de los tipos que representaban. Aquí presento uno de ellos, el dedicado a los "Aizkolaris" o cortadores de troncos.

Los vascos somos como los taxistas, nos gusta compartir nuestras cosas con la gente. Por eso, aprovechando que han pagado su entrada y no se me van a marchar, quiero hacerles partícipes de la especialidad del aizkolari.


El aizkolari, dentro de la cultura de los deportes vascos, es ese señor que se sube en lo alto de un tronco para cortarlo por la mitad, en competición, claro está. Quién antes corta, gana pues.

La mirada del aizkolari en la competición, desprende el instinto asesino, ojos rajados como dos “puñalás” en un cartón, como la del tigre o la de los conductores de autobuses cuando no tienes cambio.

Para entender esta costumbre de ir dando "jachazos" a diestro y siniestro, nos remontaremos al significado del hacha. En su origen, el hacha está cargada de un gran simbolismo, en las tumbas se enterraban a los guerreros con ellas, no por lo que se pudieran encontrar una vez con la tapa cerrada, si no como signo de virilidad....(Silencio)..pesada virilidad. Las que se usaban con mango, eran de combate y comenzaron siendo de silex afilados.

Los macarras de los vikingos tenían dioses cojonudos. Como Thor, dios de la tormenta, el cielo y el sol, ¡vamos!, que el nota tenía el monopolio del cielo, algo así como iberia pero a lo bestia. Con un martillo gigante del que salían truenos. Un tío alto, ¡impresionantemente alto!, cachas, como el ropero de la Bella y la Bestia, con los ojos rubios y los pelos azules. Cuando llegaron a nuestras costas, nosotros los vacos pensamos....queremos ser como el, carajo, pero sin la mariconada esa de las trenzas, que aquí somos todos muy machos.

Los aizkolaris vascos, transformamos lo que es un trabajo propiamente rural, consistente en una tarea de resistencia y fuerza, en un deporte, donde en un principio, aunque no esta muy claro esto, se premiaba al vencedor con una doncella, era el deporte del "Destroy and fuck". Nosotros nos centramos en el uso de la fuerza de los brazos, mientras que otros cortadores de otros países juegan con el uso del movimiento de la cintura como Mikel Jackson.

En 1976, se celebró por primera vez un campeonato mundial de aizkolaris en el País Vasco. Nosotros convencidos de nuestra supremacía, por que no los hay con más cojones, salimos derrotados por los australianos. La razón de ello fue el uso del hacha australiana, de boca más ancha, de filo sin curva y mayor peso, lo que le confería en cada golpe mayor efectividad, ¡carajo con los australianos!.

Pero si algo diferencia a los vascos del resto de los mortales, es nuestra persistencia y el saber aprender de nuestros propios errores, por eso en el mundial de 1979, "El Club Atlético San Sebastián", se alzó con el oro utilizando el hacha australiana, por que en igualdad de condiciones ¿quién carajo es más fuerte que un vasco, pues?.

Y hasta aquí esta breve explicación de esta cojonuda especialidad.

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