viernes, 17 de junio de 2011

2004-REVISTA OFICIAL "Recuerdos del presente carnavalero"

  CARNAVAL HUELVA / CARNAVAL COLOMBINO "Por Blas Miguel Hernández"

 De lo que me aconteció en estos años de coplas que llevamos por la capital, puedo recatar una serie de vivencias y momentos carnavaleros que marcaron nuestro paso por la misma, una serie de recuerdos del carnaval de Huelva que se alojaron en las vitrinas de mi memoria y que afloran in situ avivados por la salsa de la ilusión que prevalece en los que somos parte de Febrero.

   Se basa uno de mis recuerdos en el simple y retorcido hecho o frase, de que una mera inscripción no se confirma o se hace real hasta que uno no se adentra y siente bajo sus pies la calle Vázquez López. El tramo hasta el Gran Teatro resulta prolífero en sensaciones: el paso lento y firme con el disfraz en la funda, frito por ver la luz; el humo que brota de la plancha de la Carpa del Pati; el ambiente rico en cuchicheos y en noticias carnavaleras de última hora; las miradas cómplices en la puerta del Coliseo entremezcladas con el frío y el calor de los nervios preguntándose, ¿Qué soltarán esta gente hoy?; los cuellos hasta arriba para evitar el golpe de aire; el devenir al límite del desasosiego de tramoyistas, ayudantes, organizadores, colaboradores, gente que fuera del escenario es, si cabe, más importante que una agrupación en el mismo, gente que hace posible que las cortinas se abran y luzca febrero, gente al fin y al cabo, de carnaval.

   Todo esto es parte de los momentos, sensaciones y recuerdos significativos que se extienden probablemente a todas las agrupaciones, a todas esas agrupaciones que alzan la voz y reivindican lo mal parío del año, agrupaciones que bajo un mismo techo renuevan un repertorio en forma de poesía, ilusión, trabajo, agrupaciones que son parte también de los recuerdos habidos y por haber.

   Son sin duda estas, una pequeña muestra de las sensaciones acontecidas en estos años. A parte, el carnaval en sí es mucho más extenso y cargado, es la representación y el símbolo de la libertad que no solo se encajona en un teatro, sino que tiene poder para demostrarlo dentro y fuera de el, en la calle, que es donde verdaderamente el carnaval toma vida.

   Sin más un saludo a todos los carnavaleros onubenses que hacen posible de una u otra manera rememorar cada año la fiesta del pueblo.


Juan Carlos Doblado Vizcaíno
(Autor / Valverde del Camino)

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