domingo, 25 de octubre de 2015

2009-REVISTA OFICIAL "A todas las agrupaciones"

CARNAVAL HUELVA / CARNAVAL COLOMBINO "Por Blas Miguel Hernández"



   Paseando al fresquito por la calle Sierpes, iba don Domingo, el Marqués de Pocas Tierras aunque el título es lo de menos. Iba como cada primer lunes de cada mes a la barbería der Manué y allí mientras esperaba leería los dimes y diretes en El Informal pero, además, nos paramos en las noticias económicas, esas que están tan de moda, porque los del Euribor, al final, son los optimistas, jajaja, que noticias son esas, si tengo telarañas en los bolsillos, dirían algunos. Una de las noticias transcurría diciendo que los empresarios de la otra orilla comentaban que era un juego de niños porque un mal día lo tiene cualquiera y no saben estos empresarios que debo hasta de callarme. Al otro lado del túnel el caballero de la palabra con sus castillitos en el aire teniendo el alma del recuerdo y la compañía del almirante, ese militar serio y recto, que tiene la alegría de vivir reflejada en su cara, si, si, si, ese mismo.

   Por otro lado están los genios, esos que se las había para vivir sin dar ni golpe, esa debería de ser una asignatura en la carrera de la vida porque con la mentira por delante, al final siempre está el reino de la verdad, ese que nos dicen con el eterno canto que el principito se lo pasa fenomenal en Le Mouline Rouge y al final lo que hacen es que en el guateque te vas a enamorar, los joiosporculo, esos, al final, son los más pringaos.

   En otro artículo, leía que por el jardín de los sentidos iba el príncipe de los sombreros ese que procede de el castillo de los locos dictando la sentencia de que los viudos alegres eran como una chirigota en trance aunque los aceitunos son los más…turbados porque son los que se hinchan a tortas. Al final, los colgaos, que no quiero papalote (perjudicarlos) entre los sombras
La sombra del paraíso, por culpa de el templo del fuego.
   Y de un jardín mal cuidado y que los botánicos creen que son suyos, pues llegan los libertinos gritándonos: tráete pan que carne no va a fartar y entonces los del más pallá también quieren su parte pero los Paco´s torroncos gritan y no se les escucha mucho, es que no están preparados para hacer los contra-altos, más bien contra-bajo. Ni que decir tiene que lo que verdaderamente tiene mérito es que son una chirigota pa hacer daño en los oídos y los murgas del pentagrama no se lo consienten.

   En fin, que los embajadores, la murga de Peter Pan y los Cipriano de Bergerac, además de otros que están por ahí, vienen repartiendo suerte y nos comentan que por mis santos cojones son los salíos del cielo, señores, como no entiendo de nada, a la chita callando, yo solo digo chipicalio y a disfrutar del verano azú, aunque sea invierno, ya llegará la florida primavera y por supuesto esa estación estival.

Juan Antonio Quintero

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