domingo, 10 de abril de 2011

2011-Pregón de D. Manuel Silván (Texto Crónica)

CARNAVAL HUELVA / CARNAVAL COLOMBINO "Por Blas Miguel Hernández"

   Después de estas referencias históricas, obligadas por méritos propios y necesarias como semillas de sabiduría, les parlamentaré sobre nuestro Carnaval para pregonar les su reciente venida y recordarles, como decía anteriormente, que llevamos los genes de Momo en la masa de la sangre y, que de alguna manera, se nos tiene que notar.


CRÓNICA


   El Gran Teatro de Huelva pronto se iluminará con las candilejas y sus ráfagas de color.


   De su proscenio bajarán las musas que por el danzarán durante los días de concurso liberando su orfandad de metáforas que los poetas alinearán con sus rimas para contamos historias imaginadas en mil sueños antes de haber nacido la música

  Durante esos días, el pentagrama se extenderá sobre las alfombras granates del patio señalando el camino a los artistas y los ojos de las muchachas servirán de farolillos sobre el petril de las butacas. 

  Los brazos emocionados del público se encadenarán al unísono para romper la bóveda del silencio y entonces aparecerán las cuartetas bailando sobre los cinco escalones del infinito hasta llegar al centro de la escena. También los estúpidos tendrán que callar mientras revoloteen los repertorios y solo el embrujo de las melodías lograrán despabilar los talentos adormecidos.

  Durante esos días de gloria, volverán, entre bambalinas, las sombras de Mesoneros Romano, Unamuno, Benavente, Maurois y Benedetti formando corillo junto a otros, alrededor de Andrés Bretón y Pío Baroja exaltando la imaginación con sus palabras:


-»... lo que amo, sobre todo, de ti es que no perdonas, Pío, cuentas todo lo que sueñas como si fuera verdad «-


- «...la imaginación es más importante que el conocimiento, Andrés, no lo olvides nunca»-.


También los artistas saben que de nada sirve un ingenio que no divierte y por eso les ponen a los estribillos toda la emoción del verso y del beso, la rabia, el llanto, la vida o la muerte.


Nadie interpreta mejor un sueño que los poetas
y nadie canta mejor un verso que un soñador
y no hay mayor soñador que un comparsista.

Como escribirte una letra, querida amiga...
Como decirte un piropo no dicho ya...
Como cantarte un poema a tu medida...
Como cantarte un «te quiero cada día más»...
Como encerrar tu sonrisa en una cuarteta...
Como contar que tus sueños me hacen soñar...
Como ponerle medida a tu mirada,
si ésos ojitos negros me tienen robada el alma.

Dime tú... come he de llamarte:
princesita, mi hechicera, mi dueña, niña bonita, novia, esposa y compañera, mi sol, mi luna, mi estrella, reina madre, gitanilla, mujer de los pies a la cabeza.


Dime, como voy a cantarte sin que pierda la razón. No sé como es posible describir con solo dos palabras, un piropo, una sonrisa, una mirada...


Solo sé que para quererte me sobra literatura entregando en cada verso mi corazón.


(Raúl Barneto)



  En cada esquina de sus vocablos se vislumbra una emoción y su garganta templa los pasos para deslizarse apaciblemente sobre las notas y los arpegios. Solo entonces se produce la simbiosis mágica entre vivos y muertos.


¡Todas las historias son posibles en las noches de Carnaval. ¡!

  El amor espléndido se ofrece gratuitamente y también la risa machacona, se divierten los mamarrachos, los tartajosos, bizcos y jorobados, las tetonas, los pamplinas, mariquitas, crápulas, cornudos, desmayados y vivarachos, saltimbanquis, reprimidos, ofendidos, perdidos y degenerados, todas las razas y razones, todos los credos y sus perdones, todos los pendones y pendonas, los capillitas y sus obispillos, los alcaldes, lo curanderos, cuatreros, canallas y simplotes, las putas, los toreros, mangantes y prisioneros.


¡Todos tienen licencia para divertirse! ¡ ¡ Qué grande es el mundo para estarse quieto!!


El Gran Teatro de Huelva recibirá cada noche una deslumbrante comitiva de ingeniosos grupos que competirán amigablemente para conseguir los mejores aplausos del pueblo que les admiró, pasmado de regocijo.

Todos querremos pringamos de la purpurina de sus afeites y sacamos las camisas en señal de pleitesía.

¡Cuánto bueno y bonito se canta en Huelva!!


¡ ¡ Cuánto grito rebelde se hace copla reivindicando justicia!!

¡Cuantos patíbulos de la palabra cercenan la puta vida de los tiranos!!


¡Cuanta grandeza tiene el Carnaval de los teatros!! ¡ ¡Cuánto teatro tiene la vida sin Carnaval!!


Aunque la apariencia engañe
 yo soy más choquero que el señor Alcalde.
He nacido en las salinas
y el azul y blanco, lo llevo en la sangre.
Tengo una medalla de «la Cinta»
siempre cerca de mi corazón
y una estampa, llevo en la cartera,
del Nazareno.

Tengo en mi patio un azulejo
con el dibujo de San Sebastián,
nuestro patrón
y es mi coche tan choquero
que es un Hache, Uno, Nueve, Cuatro, Dos
Hache, Dos, O.
...y aunque me veas teñido de rubio chillón,
sería capaz de cantarte por Huelva.
...y si tengo los dos ojitos rajados,
es porque lloro.., es porque lloro
todos los días, por mi tierra.

(Rafael «Fail» Ramos)


Desde cualquier rincón de nuestra tierra,
incluso del más recóndito o anónimo,
emergen los halos de un fandango,
una verónica magistral, la diestra pincelada
o un cartucho de versos con sabor a mar y jazmínes.

¡ ¡ Esta tierra tiene madera de artista ¡!

   Nuestras agrupaciones son las mensajeras del arte supremo y el Gran Teatro de Huelva... el Gran Teatro, es el escenario donde luce nuestra más pura esencia.

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