lunes, 19 de noviembre de 2007

Carnaval 1984- LA GRAN NOCHE DEL GRAN TEATRO (vinculada)


El día 3 de Marzo, con un lleno absoluto, el Gran Teatro abría sus puertas a la gran noche del Carnaval, donde ni Morfeo fue capaz de dar una cabezadita. El bullicioso ambiente, se contagiaba dentro y fuera del teatro. La Coral Santa María de La Rábida, fue la encargada con la presentación del grupo, dirigido por Antonio Ángel Gómez Ligero, de calmar a un público enardecido y con ganas de pasarlo realmente bien. El deleite ofrecido de cantes de Huelva y provincia, agradó con creces al respetable, pero fue el baile de Remedios Pásaro, el que arrancó los aplausos unánimes de la sala tras su magistral actuación.
Finalizada estas actuaciones, dio comienzo la tan esperada gala carnavalesca. La presentadora, Ángela Blanco, inició el acto de coronación de Las Choqueras. Comenzó llamando una a una a las damas infantiles y a la Choquera Menor, para seguir del mismo modo con las mayores. Todas las Damas iban vestidas de blanco, mientras que las Choqueras lo hacían de azul, con un elegante traje largo de tul y raso, diseñados ambos por Eduardo Rodríguez. El teatro no paró de aplaudir durante la aparición de todo el cortejo, intensificándose los aplausos con la salida a escena de las dos protagonistas. El alcalde de Huelva, José A. Marín Rite, coronó con diademas de flores a las Choqueras y les hizo entrega de un cetro que portaba un choco en lo alto y de sus bandas. Anecdóticamente la banda de la Choquera Mayor se podía leer “LAVANRAC”, ya que le había colocado ésta del revés. Así quedaban proclamadas las primeras Reinas de nuestro Carnaval.
Margarita, Choquera Mayor, decía sentirse orgullosa de cómo la habían acogido los onubenses, y decía; “las parodias a la sociedad o a personas que conocemos, fueron tantas, que creo que me acordaré de éstos días hasta cuando sea viejecita y se lo cuente a mis hijos, como un anécdota de mi juventud”. Por su parte, Olga, Choquera Menor, sentenciaba; “nunca me lo he pasado tan bien en mi vida, ni siquiera cuando he jugado con mis compañeras de colegio. Ha sido muy emocionante, una experiencia que realmente siempre recordaré a pesar de los años. Y quiero animar a todas las niñas para que el año que viene, sean aún mejores los carnavales de nuestra Huelva querida”.


Juan José Oña, hizo breve presentación del pregonero, dando de inmediato paso a Manuel Peral y su pregón. Comenzó agradeciendo las palabras a su presentador y siguió con un esbozo histórico de la tradición de la fiesta; “Hay unanimidad en considerar que el Carnaval en su nacimiento, toma modelo de las saturnales romanas, que no eran otra cosa que un desmadre festivo en torno al dios Saturno, copia del griego Cronos. Así se organizaron las correspondientes orgías, dándole bien al comestible y al bebestible. Pensando con buen criterio, que es mejor amar que reñir- que ellos eran maestros en las dos cosas- y aligerando un tanto la ropa, que ya se sabe que nunca llevaban demasiada, por que ellos tenían aquel dicho de -lo que no se han a comer los gusanos que lo vean los romanos-“.
Así, con gracia y buen humor, prosiguió, “mira por donde habrían de pasar siete siglos, para que los humanos inventaran algo parecido: el Carnaval. La celebración pues, va modificándose hasta nuestros días al ritmo que el llamado progreso social ha mantenido, pero en realidad la idea de liberación, de romper moldes, de cambiar la sensatez por la locura, de rebelarse y emprenderlo alegremente contra toda estructura rígida. La despreocupada concepción del mañana, será otro día, continúa latente”.
Proseguía el pregonero con sus idas y venidas por la historia y por el tiempo, para llegar a Huelva. “¿Y cómo eran los Carnavales de Huelva?”, se preguntó así mismo y el mismo respondió; “Huelva ha tenido gran tradición de Carnaval en sus calles. La gracia especial de nuestra gente hizo posible, sobre todo el corretear incesante de murgas y disfraces individuales, en grupos que repartían generosamente el alboroto de las fiestas por aquel entonces pequeñito paisaje urbano, casi familiar, donde quizás porque todos se conocían, los encuentros entre las máscaras, tenían el sonsonete bullanguero de ¿a que no me conoces?. Entre nosotros la fiesta tenía un devenir de disfraces, salpicados de sabor y buen humor, de las murgas que en cada esquina instalaban tribunas para un Parlamento del Pueblo, en el que criticar al Ayuntamiento o a los políticos conocidos y contar, siempre con bromas, los pequeños sucesos de la vida cotidiana. Era el auténtico carnaval de la calle, sin organización preconcebida, donde, como tiene que ser, no había actores ni espectadores sino una fusión común, un acuerdo tácito de que la broma era la reina por unos días y era obligado darla y recibirla. Donde el pacto era indudable; divertirse y que se divirtieran los demás, sin complejos, olvidando todo lo que pudiera menoscabar la alegría.
-Pasó ha hacer referencia a algunos de los sitios donde se celebraba el Carnaval en Huelva: barrio de San Sebastián, Matadero, Plaza de Las Monjas, Cinema Park, Radical, Cómico y sobre todo el Teatro Mora.-
Eran los tiempos del Chocolate, aquel onubense célebre de Las Colonias. Que gracia la del Chocolate. Cuando apadrinó una boda y como los coches de caballos no estaban al alcance de cualquiera, alquiló 25 carros volquetes y allí embarcó a los novios y el séquito de invitados, desde el barrio hasta la iglesia de La Merced. Y no era Carnaval!.”
Continuó haciendo referencia a un amplio anecdotario de cuanto sucedía en los Carnavales de Huelva en tan lejanos tiempos. “En el teatro Mora, se montaba una tarima enorme sobre el patio de butacas, desde la altura del escenario, quedándose las butacas por debajo y encima el piso ideal para las evoluciones coloristas de cientos de disfraces. Los tres pisos se abarrotaban y el gallinero, ya se sabe, la zona clasificada S. Y un día se terminó , en Febrero del 36, aún anunciados los bailes se suspendieron y como un escalofrío recorrió el mundo de la ilusión y el disfraz. Vientos con historia de miedo comenzaron a vaciar las calles, ahuyentando la alegría. Muchos comparsistas, murgueros, carnavaleros en suma miraron el disfraz con cariño pero ya no se los pusieron.”
-Éste fue uno de los momentos más emocionantes del pregón-
“Una vez pasó la época de la prohibición del mismo, hoy precisamente, en éstos días, cuando los rencores se aplacan en los viejos y los que nacimos del 36 para acá, estamos aprendiendo la dura y difícil lección de la convivencia en paz, ahora es tiempo de realizar éste esfuerzo común de empujar ésta puerta y cantarle al pagano Momo, para que nos vuelva atraer la ancha sonrisa de su Carnaval.”
Manuel Peral terminó diciendo; “que no de corte el vestirnos alegremente y hacer locuras unos días. Que nadie piense; voy ha hacer el payaso. Quizás los auténticos payasos sean los que teniendo un año entero para sufrir no saben reír de vez en cuando. Con éste dicho y en las anunciadas condiciones y circunstancias bajo los mayores tormentos y reprimenda para los malages que no cumplan y se desvíen como cabras por los montes en las presencias de las muy hermosas y queridas, Choqueras Mayor e Infantil, Margarita y Olga, en Huelva, a 3 de Marzo de 1984, queda abierto de nuevo el Carnaval.”
Largos y fuertes aplausos coronaron las palabras del pregonero, tras cuya intervención actuaron las ocho agrupaciones que en los dos días precedentes lo hicieron, aunque en ésta ocasión se trataba de una mera muestra por el concurso ya estaba calificado Así cuando terminaron de actuar todos los grupos, se dio a conocer el resultado del concurso, quedando la relación de premios de la siguiente manera:


Premios del I CONCURSO DE AGRUPACIONES DE HUELVA

Modalidad de Cuartetos y similares

Primer premio – Apolo, Colón, el Indio y un Fraile Criticón
Segundo premio - Cuatro Jodientes y un Paciente
Accesit - Carnaval (Otorgado por decisión del jurado)

Modalidad de Chirigotas

Primer premio - Los Boquerones Atómicos (única concursante)

Modalidad de Murgas

Primer premio - Charlie Payaso
Primer premio - Los Pintores de La Brocha Gorda

Modalidad de Comparsas

Primer premio - Los Musiqueros Locuelos
Segundo premio - Las Gaviotas

El jurado había sido escogido por la comisión y su fallo fue aceptado en su mayoría, existiendo tan solo discrepancias sobre la decisión de éste en la modalidad de murgas, lo que dio lugar a la primera “tangana” del concurso. Los Pintores de la Brocha Gorda se negaron a subir a la escenario cuando fueron requeridos. Anecdóticamente, se comentaba que el veredicto había sido filtrado a la sala antes de su lectura. De éste modo quedó clausurado el primer concurso de agrupaciones.

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