domingo, 27 de febrero de 2011

Las Semifinales del Carnaval Romano de Mérida

Con el cartel de ‘no hay entradas’, el Palacio de Congresos se llenó en la primera de las semifinales del concurso de chirigotas y comparsas, como si de una final se tratase, pero nada más lejos de la realidad.

La J´Orta
Por segundo año consecutivo, la comparsa La J’Otra tuvo que romper el hielo de un auditorio del que no supieron captar su atención. Llegadas del Malecón, con un tipo de cubana, entonaron un repertorio que en ocasiones no se escuchaba por problemas en el sonido. Los nervios iniciales hicieron mella en una comparsa que este año cumple diez años.

El público comenzó a animarse con los Cazurros Romanos. Sentados en el sillón de un salón en el que no faltaba el canario o la televisión, los jubilados que valen para todo contaron cómo es su día a día haciendo los recados que le manda su mujer, Encarna. Y para que no se olviden de nada, una lista de un metro con todas las cosas que tienen que hacer. Terminaron con grandes aplausos del público.

Volvía el turno de una comparsa. Los que faltaban se subían de nuevo al escenario con la espinita que se les quedó clavada el año pasado cuando se quedaron a tres puntos de ganar del concurso. Este año, se han convertido en Willy Fog, el trotamundos que nunca viaja sin su bastón, un elemento que dio mucho juego y con el que se ayudaron para entonar unas letras que emocionaron a un público muy entregado.

Antes del descanso, el Palacio de Congresos acogió a la primera agrupación que viene de fuera. Con un tipo de científicos locos, El estuche, Laboratorio de carnaval, experimentó muy acertadamente al comienzo del repertorio con la música que generaban los tubos de ensayo, a los que siguieron bonitas y compactadas voces.

Con un público ya descansado, llegaba el turno de las calamonteñas Las Legendarias. Unas locas del carnaval que comenzaron con camisas de fuerza y que terminaron escapando de la cárcel de febrero. Debutaban por primera vez en el concurso emeritense.

Gaditanos por el mundo
La noche estaba llegando a su fin y con ella uno de los momento con más expectación, la actuación de la primera chirigota gaditana que participaba en el concurso. Decepcionaron y de qué manera. Los Gaditanos por el mundo, llegaron con tres componentes menos por problemas con el transporte a los que se unió la falta de decoración. No consiguieron captar a un público que simplemente no comprendía los chistes que seguían haciendo referencia a Cádiz.

Los locales Nos Tangays cerraban la noche con unas letras que recurren a la broma fácil con el sexo masculino que siempre tendrá las risas de público que consiguió despertar.

La velada terminaba con un sabor agridulce para muchos, que destacaron a Los Cazurros Romanos y a Los que Faltaban.


SEGUNDA SEMIFINAL

El sábado llegaba el turno de una jornada maratoniana con la actuación de ocho agrupaciones que se alargó hasta pasadas las dos y media de la madrugada.

La noche comenzó muy bien, pues desde el principio Los que vienen de Huelva consiguieron ganarse a un público que disfrutó escuchando las calamidades que pasaban las gambas de esta tierra desde que eran pescadas. Finalmente un pegadizo popurrí, consiguió arrancar la frase de ‘esto si que es una chirigota’ de todo un público encantado con la actuación.

Después de este buen comienzo, llegaba el turno de una comparsa mixta de Gibraleón (Huelva), El Pozo de los lamentos, al que lanzaron un repertorio que dejó indiferente al público. Gustó el tipo.

Los Sureños recogerían el testigo de la noche con unas Malas del cuento que recordaban a la bruja de ‘La bella durmiente’. Una cuidada puesta en escena en la que jugaron con las luces y los bastones luminosos de los que se apoyaban para cantar un repertorio en el que sobresalían las voces afinadas. Una fuerza que logró animar al público.

La oscuridad continuaba en el escenario con la llegada de El Coleccionista de alegrías, unos piratas muertos que fueron antiguos componentes de Los Bohemios y la Carcajá, comparsa a la que le dedicaron un emotivo pasodoble.

LAS MÁS ESPERADAS

Después de tres comparsas, el público tenía ganas de más humor, y sobre todo tenía ganas de ver a las ganadoras del año pasado. Las Chiriteras no defraudaron. Las niñas que no paraban con tantas clases extraescolares, están ahora estresadas por el mundo laboral. Una oficina de correos donde no pararon en ningún momento chupando sellos y moviendo paquetes, con una puesta en escena que volvió a encandilar al público.

El auditorio terminó de despertar con los Guardia Civiles gitanos de Se muera mi mama que eso es un Audis. Arrancaron las risas con las primeras frases de unas letras ingeniosas y a la vez muy críticas con las promesas del Gobierno socialista con las que se metieron al público en el bolsillo.

Del futuro llegaban Las iguales. Como aterrizadas de una nave especial, dejaban atrás a Juana la loca para mostrar una clara evolución. Las letras contaban cómo es la Mérida del futuro, donde el Teatro Romano se ha convertido en un parque de atracciones o el Cine María Luisa sigue cerrado. Y es que el famoso cine emeritense es otro de los protagonistas de las letras de las agrupaciones.

APRENDICES

Cerraban una larga noche, Un dos tres, unas aprendices de hipnotizadoras que tuvieron que hacer despertar al público que se quedó hasta el final cuando dieron las dos y media de la madrugada. En sus letras, más sátiras al alcalde y a su falsa promesa del Martes de Carnaval.

Unas duras críticas que se sucedieron durante las más de cinco horas de concurso, en el que también fueron estrellas Vélez y los gatos del Templo de Diana o la vuelta de Pedro Acedo a la política municipal.

La velada termina a la espera de la última de las semifinales, en la que habrá una disputada lucha entre las chirigotas, La Marara, Los Desenchufaos y Tagorichi, quienes buscarán una de las cuatro plazas de la final. También lo harán Andaluces y punto es, quien además tendrán que defender el título de mejor comparsa.


Fuente: actualidadextremadura.com

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