Popurrí de la comparsa de 210
"LA TORMENTA"
Peña "El Pozo" / Gibraleón
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"La tormenta"
Soplen ya los vientos,
que agresivos sumen fuerzas,
ciérrense todos los cielos
y que el mundo vaya ciego
cuando llegue la tormenta.
Rujan ya los truenos,
que los rayos den respuesta,
que la lluvia sea el lamento
y su furia un gran tormento
en la tormenta perfecta.
Tormenta, tormenta es un sueño,
la voz del coplero en febrero.
En lo eterno que da todo un año esperando
voy guardando en las entrañas
toda clase de quebrantos,
prisionero como en un cuerpo embalsamado
en silencio ante alimañas
y en febrero me he liberado.
Donde se convoca la batalla contra mentiras e intrigas,
para sanar las heridas que se asestan cada día
dejando sus cicatrices marcadas al carnaval.
Internet que es una puerta abierta de cobardes a escondidas
y un trasiego de inmundicias por unas lenguas cotillas
que se carga el carnaval.
Si estuviese vivo Cervantes
o levantase la cabeza
y escuchase las variantes
que tiene ahora su lengua,
se cortaría creo
sin pensarlo la otra mano,
“Manco de Lepanto”,
ahora sin manos por el espanto.
No vuelvo a escribir
ni “pa” una columna de carnavales,
que “pa” eso aquí está el Chiqui,
Güito y las Beatas, ya son bastante.
Que escriba la ministra
que de “Cultura” algo sabrá
Ay, ay, ay… ay, ay, ay
la “jovena” ministra ya degenera y quiere ser “miembra”,
ay, ay, ay… ay, ay, ay
como sería la “miembra” que hablando solo la tiene ya.
En este temporal que solo ha empezado,
la lluvia de penurias nos ha tocado,
que llega con furia por cada costado,
sufriendo en silencio cada desacierto
que nuestro gobierno impone a patadas
y solo se moja la casa anegada
que siempre será la tuya, ahogándote.
¡Dime porqué!
¿Por qué toda maldad presente es pasado?
y ¿Por qué el explotar al pobre es premiado?
¿Por qué al abortar ahora le han llamado;
la libre elección de matar a un hijo?
¿Por qué solo es hurto cuando han robado?
¿Por qué es lo justo como un pecado?
y ¿Por qué es pecado lo justo?, díganme,
digan porqué.
Dime porqué no brilla el sol .
Las nubes cubren este cuento
y es un cuento estúpido, ilógico,
que se burla como una broma
que obliga a caminar sin los pies:
las leyes de injusticias llenas;
el derecho es incierto;
igualdad sin balanza
y en casa entra el paro sin tu querer.
Dime porqué la sensación
que vivo en un país de extraños
y me siento estúpido, ilógico,
porqué quién llega hasta mi casa
me impondrá las normas sin saber,
que vivo preso de un sistema
que me tacha si hablo
de racista y canalla
y si callo reviento por no poder,
dime porqué.
¿Quién tomará ese velero del Carnaval Colombino?,
¿quién cambiará sus maromas después de un cuarto de siglo?,
¿quién va a tener la cabeza amueblada,
el pecho ardiente, calma y entereza?,
¿quién va a salvar este barco “condenao” sin que haya guerra?.
¿Quién va a revolucionarnos?: si aquí ya no hay quien se mueva,
¿quién le lavará la cara?: que luzca de otra manera,
¿quién va a enrolar nuevos marineros?:
así que un día no esté a la deriva.
¿Quién va a gritarle a este mundo
que el carnaval no se arrodilla?
¿Quién va a cantar las cuarenta a la chusma del Carnaval?,
¿quién va a decirle a la historia que el ayer no volverá?.
Ponle Choquera una sonrisa a esta verbena,
hoy brindo por lo muerto,
por todo el pasado de nuestra fiesta,
que deje vacío este vaso para llenarlo
con un vino más nuevo y al carnavalero
vuelva a emborracharlo.
Detrás de cada nube la pobreza oculta está,
detrás de cada viento una patera en el mar,
detrás de cada rayo la conciencia y la inquietud,
detrás de la tormenta está la calma y la luz.
Detrás de los profetas los diluvios azotarán,
detrás de los diluvios las miserias llegarán,
detrás la tierra herida y un cielo negro en el sur,
detrás del aluvión, está mi pueblo con su cruz,
y por más que levanten las voces
y anuncien lo que ha de venir,
se reúnen los vientos sin nombres
y la tormenta ya está aquí.
Y nos traen vientos del norte,
con las costumbres de otros pueblos y sus razones
y arrastra el este un sin ley de delincuencia
que a mi me hace recordar
aquellas puertas abiertas
que cerradas ahora están.
En las ventanas… sopla el oeste su dolor la americana,
y el llanto de ese corazón que nos reclama
un viento hambriento desde el sur.
Detrás de todo…
detrás no hay nada más que tu,
detrás de todo no queda nada, solo tu.
Uhm, uhm. Uhm, uhm…
Ah, ah, ah, ah…
Ya el temporal llega a su fin,
y amainará, calla su voz,
ya muere.
Quiso arrastrar solo por ti,
como un huracán todo el dolor
de un año sin verte.
Vuelve,
la calma ya vuelve a tu carnaval,
el sol salió tras la tempestad,
como una estrella vuelve a brillar
y empieza de nuevo la cuenta atrás.
Denuncias y reproches no han de faltar
contra las miserias del carnaval
Vive,
disfruta la calle… en Carnaval,
desnuda tu alma… en Carnaval,
disfraza tu cuerpo… en Carnaval,
esconde tus penas… en Carnaval,
muestra tu sonrisa… en Carnaval,
que todo es posible en Carnaval,
en Carnaval, en Carnaval.
Letra: Blas MIguel Hernández Finch
Letra: Blas MIguel Hernández Finch
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