IX -"La Mujer Choquera"
Cambiando de
tercio, voy a decirles que si escribirle a Huelva para mí es todo un
privilegio, ni les cuento lo que significa hacerlo para la mujer de mi tierra,
para la Choquera.
Choquera en toda su amplitud, ya sea madre, novia,
hija, amiga, vecina, abuela, tía, sobrina, prima o esposa, yo como Jesulín,
toas, toas, toas.
Soy un gran
admirador de la mujer onubense, entre otras cosas porque tengo dos buenos
ejemplares en mi casa y "cualquierilla" dice lo contrario.
La mujer, la
gran sufridora de esta afición que nos trae medio locos, a la que muchas veces
deberíamos pedir disculpas por la de noches que llegamos tarde y ya se han
dormido cansadas de esperarnos, por la de planes que hemos roto porque teníamos
que ensayar, por la de veces que han ido solas a los sitios porque anteponemos el
carnaval a cualquier otra cosa. Hoy yo tengo la oportunidad de hacerlo y no voy
a desaprovecharla: Mariló, te pido disculpas por todo esto y te doy las gracias
por ser como eres, por aguantarme todos estos años y por darme tanto como me
has dado, sobre todo esos dos hijos maravillosos que me tienen loco perdio.
Quiero que sepas que si naciera mil veces, mil veces me tendría que casar
contigo para poder ser feliz. Gracias.
La mujer
choquera tuvo un papel fundamental en el resurgimiento del Carnaval Colombino,
apostando muy fuerte por esta fiesta integrándose en las agrupaciones y peñas
desde el primer momento, aportando su particular visión de lo que era y de lo
que tenía que ser el Carnaval de su tierra, donde lo principal era divertirse y
pasarlo bien, adueñándose casi por completo de una modalidad como fue la "Chirigota", con agrupaciones muy dignas como "Vivitas y Coleando" (1988), "Las Gnomos" (1986), "Las
Modernas de la Edad
de Piedra" (1986). Con varias comparsas como las de la peña "El Choco Contaminao", "Mingorance", "La Oliva" , "Los
Mosquitos" e incluso algún cuarteto como fueron "Las Colonas" (1985). Tuvimos pregoneras
como Martirio o Inmaculada González, autoras y directoras como Mª Dolores
Terrón, Tere de la Vega ,
Beatriz Fernández, Amparo Correa, Concha Rivas, Lucia Quintero e incluso una presidenta
de la FOPAC
como fue Mari González.
Por desgracia
con el paso de los años su presencia tan activa, se convirtió en prácticamente
residual, con honrosas excepciones, y la mujer choquera se limitó casi
exclusivamente a estar presente en el palco, que no es poco. Con las dos Choqueras de hoy, hemos coronado a 60 reinas de nuestra fiesta, entre ellas a
mi queridísima hija Raquel, que han aportado belleza, simpatía, saber estar,
alegría y esplendor al Carnaval Colombino. A esas 60 Choqueras y por supuesto a
todas las mujeres que ellas tan bien han representado y a las mujeres que
siguen apostando por esto desde una agrupación, desde los medios, desde la FOPAC o cualquier otro
ámbito, quisiera dedicarle un tema al que le tengo un cariño especial a la vez
que me gustaría sirviera para reivindicar algo tan nuestro y hermoso como es el
pasodoble a la Choquera para que se recupere y no se pierda nunca más.
¡Manuel, que pasa hombre! ¿Porqué no cantas el
pasodoble de los rocieros?
-Manuel Tirado que se encuentra en la barra de la carpa, interpreta desde allí mismo el pasodoble titulado "Gitanilla", de la murga de 1993 "Si quieres polvo vente conmigo", acompañado a la guitarra por José Lebrón, autor de la música del propio pasodoble. -
Fuente: Federico Pérez
Gitanilla
vamos a dar una vuelta en mi caballo,
que hoy yo quiero
decirte lo que por miedo
tantas veces vida mía he callado.
Niña de mi corazón,
tu sonrisa me cautivó
y desde aquel día mi amor,
por tus ojo niñas, tus labios
pierdo la razón.
Si mi caballo ha "relinchao"
niña cuando te has "montao"
porque te lleva a la grupa
y yo me vuelvo loco
cuando te agarras a mi cintura.
Si por un beso que tu me dieras
esta noche yo sería capaz
de robarle al cielo la luna
y traer mil estrellas
solo por una "mirá".
Por eso esta noche gitanilla
quiero decirte
sin ningún miedo:
mi reina te quiero,te quiero.
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