Carnaval, palabra que viene del latín “Carne levare” que significa levantar la carne, o sea comenzar la abstinencia, otros historiadores apuestan que viene de unas fiestas romanas al comenzar la temporada de navegación que denominan “Carrun navale” o sea carro naval. Lo cierto y verdad es que si nos ponemos a analizar la cuestión es que ya Adán y Eva usaron un disfraz que fue la hoja de parra. ¡Pero! ¿Y nosotros en nuestros días? Que llevamos puesto todo el año el disfraz y la careta, la careta de la hipocresía, de la sonrisa fácil, y falsa del mal hablar de los demás, de pisar a quien se tercie por resplandecer nosotros mismos a costa de lo que sea. Pues bien, hay unos días del año donde se nos permite ser nosotros mismo sin tapujos, esta es la libertad llamada Carnaval.
Yo quizás sea la última vez que desde aquí me dirija a vosotros pues este año pienso jubilarme ¡Ya era hora! Por esto, con más ilusión e interés que nunca os invito a que viváis intensamente que corráis por nuestras calles con el disfraz de la sinceridad, solidaridad y unión y fuera el disfraz y la careta de la hipocresía, que entre todos tengamos una ciudad con un Carnaval importante para todos ¡ Viva el Carnaval!
Mari González
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