Van catorce años desde aquel febrero del 83 en que pedimos prestadas las carrozas de los Reyes Magos. Ese febrero del 83, aunque todos teníamos casi catorce años menos, no teníamos demasiado claro cómo definir todo esto, pasacalles, desfiles ¿Carnaval Quizás pensábamos ser parte de un cuento de hadas que vibraba a ritmo de bombo y caja y al compás de ¡Esto es Carnaval! Volvíamos a retomar el testigo de la historia de unos carnavales casi tan ancestrales como la propia tierra que nos vio nacer. Desde el 83 hasta nuestros días ya ha llovido lo suficiente como para darnos cuenta de que este es un Carnaval adulto, el cual no debe caer en el tópico de las comparaciones, aquí estamos porque este es el Carnaval que queremos, al que debemos de apoyar y tratar de aportar cuanto podemos y toda nuestra sapiencia. El Carnaval es tan generoso que te permite vivirlo y amarlo desde la calle, viendo pasar disfraces y carrozas, desde el teatro aplaudiendo a todas las agrupaciones, organizando concentraciones a través de barriadas, colegios, A.A.V.V., peñas, etc.
Desde estas líneas mi mayor agradecimiento a cuantas personas e instituciones que creen y creyeron en esto de la fiesta del disfraz y las libertades, a todas esas personas que comenzaron cuando esto no era más que una quimera, me gustaría reunirlas para compartir con ellas el catorce cumpleaños de esta que es también su fiesta. Y muy especialmente a todos los miembros de las distintas directivas de la FOPAC, que desde su fundación en el año 84 y hasta ahora han luchado para que sigan encendidas las catorce velas de esta gran tarta de ilusiones que es en definitiva nuestro gran Carnaval Colombino.
“Feliz cumpleaños Carnaval”
Roque Rodríguez Contreras
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