Ya son diez los años durante los cuales fiel a su cita, apareciste en calles, plazas, peñas… cumpliendo así la misión para la que fuiste creado, papel impreso para anunciar y difundir una celebración, el Carnaval Colombino.
Mudo y silencioso, solo con tu presencia en un determinado lugar, sabes comunicar, transmitir y divulgar un mensaje que todos entendemos. En tu soledad, con tu presencia silenciosa, fuiste, eres y serás testigo del trabajo diario de mujeres y hombres que dedican su tiempo de descanso después de la jornada laboral a llevar a buen puerto ese Carnaval Colombino que tu proclamas. Como observador en sitio privilegiado has sido y seguirás siendo testigo de esperanzas y desesperanzas, ilusiones y desilusiones, alegrías y tristezas, afirmaciones y dudas, risas y lágrimas, justicias e injusticias, buenas y malas voluntades, caridad y envidia, y desde tu altura no sujeto a la lucha subterránea de cada día, serás capaz de discernir entre la verdad y la mentira, el bien y el mal, el trabajo y la improvisación, la sencillez y la adulación, la satisfacción del deber cumplido sin esperar recompensa.
Todo lo dicho y muchas cosas más que tu verás serán secretos que llevarás contigo, cuando el frío, el agua, la escarcha y el sol reflejado sobre el papel húmedo y mojado de tu disfraz, te destruya haciéndote caer deshecho al suelo, para que la brisa con olor a sal y marisma lleven tus cenizas a todos los rincones de esta tierra.
Así diez años, y de nuevo volverá la ilusión a nacer y a crecer cuando cumplas los once, y olvidadas las penas, los enfados, el desencanto, el…” y me voy… no aguanto más”. ¡Tú, cartel de Carnaval! Con tu presencia volverás a ser el inicio de la esperanza, la ilusión, la alegría de tdos aquellos que día a día trabajan para que algo tan nuestro, tan tuyo, sea emblema y orgullo de su tierra, y una sonrisa benévola con un guiño picaresco, se escapará de un papel impreso, cuya misión es anunciar y difundir el Carnaval Colombino.
Teletorre
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