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domingo, 25 de julio de 2010

Un viaje por la inteligencia fenicia

Los museos de Cádiz y Huelva reúnen en una muestra piezas trimilenarias

Entonces Cádiz era Gadir y Huelva era Onuba. Gadir era el centro administrativo y religioso. Onuba ejerció de referente metalúrgico. Todo lo que se sabe de los fenicios en su asentamiento en el Atlántico andaluz se ha conocido a través de las piezas halladas en estas ciudades, las que custodian con mimo sus dos principales museos. Ahora estos vestigios del pasado gaditano y onubense se unen en una exposición con la que la Consejería de Cultura y Cajasol indagan en el desarrollo y hegemonía de esta civilización gracias a los ajuares y sarcófagos, a las vasijas y las estatuillas que muestran el lujo, la inteligencia y destreza de quienes convirtieron esta parte del litoral andaluz en punto de partida y destino de toda una aventura por el océano.

"Cuando accedí al cargo y tuvimos que revisar todas las actividades que habíamos programado. En seguida me dijeron que había algo intocable. Y era esta exposición sobre los fenicios", confesó ayer entre risas el responsable de Cultura de la Obra Social de Cajasol, Antonio Cáceres. La directora general de Museos de la Junta, Inmaculada López, también está satisfecha del esfuerzo realizado. "Es un proyecto muy bonito que ha unido a dos provincias", aseguró ayer en la presentación de la muestra, horas antes de que quedara inaugurada en el Museo de Cádiz.

Lo más atractivo es el conocimiento compartido que permite este proyecto común. El Museo onubense ha cedido 105 piezas y el de Cádiz hará lo propio cuando la exposición viaje hasta Huelva en octubre. Todas pertenecen a sus archivos, aunque algunas habían permanecido inéditas hasta ahora. Destacan el relieve de terracota que sirve de imagen de la muestra, un capitel, collares, anillos, una figura de Melkart o monedas. Algunas proceden de excavaciones recientes como las de la calle Botica y Los Chinchorros, en Cádiz, o las del yacimiento fenicio de Ayamonte, en Huelva. En el museo gaditano la exposición también gira en torno a los dos sarcófagos fenicios que forman parte de su instalación permanente.

El visitante conocerá cinco visiones de los fenicios. En La aventura fenicia les acompañará en sus viajes por el mar. En El pueblo de la púrpura conocerá sus caras vestimentas gracias a la riqueza que daban el mar y las minas de Sierra Morena. Los puertos de Occidente es un recorrido por la vida cotidiana de las ciudades. Bajo la protección de los dioses permite conocer su devoción y sus ritos. El último viaje despide a los fenicios en su muerte.

Y todo esto es posible explicarlo gracias al trabajo arqueológico de muchos años. Porque la Historia de Cádiz y Huelva se escribe con los retazos del subsuelo, con esas piezas ya encontradas y ahora exhibidas, que permiten conocer mejor su pasado. "Cádiz era más pura y Huelva más mestiza", detalló ayer el director del Museo gaditano, Juan Alonso de la Sierra. A esos investigadores y su ingente labor están dedicadas algunas vitrinas.

jueves, 24 de junio de 2010

EL GALEON ANDALUCIA LLEGA A SHANGAI

Tras 10.500 millas, viento en popa y a todo trapo, los tres palos del Galeón Andalucía, como tres carabelas arribaran al puerto de Shangai remontando el río Huamgpu hoy jueves 24 de junio.



A lo largo de su paso por las aguas del Mar Mediterráneo, el Mar Rojo, el Golfo de Adén y el Océano Índico, ha sido visitado por cerca de 100.000 personas a bordo.
Su singladura ha recreado la antigua ruta que en el siglo XVII sirvió a España para abanderar el comercio con el continente asiático.

El Galeón Andalucía fue botado en los Astilleros de la localidad onubense de Punta Umbría, minuciosa y precisa construcción que mereció el mimo del tradicional arraigo marinero de donde vieron la luz sus cuadernas. Posteriormente, en los Astilleros de Huelva le fueron colados sus palos y enarboladas sus velas, para llegar a Sevilla, en donde recibió el avituallamiento necesario para su partida rumbo a la Exposición Universal de Shangai el pasado 21 de marzo. 



Construido bajo el auspicio de la Fundación Nao Victoria, será el escaparate histórico, cultural, y gastronómico de Andalucía ante el mundo, todo un logro andaluz con corazón onubense.

lunes, 30 de noviembre de 2009

La Fundación Nao Victoria bota el Galeón Andalucía en Punta Umbría

El consejero de Empleo, Antonio Fernández, y la consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, presidieron hoy la botadura del Galeón Andalucía, una réplica de un barco de las flotas de Indias de principios del siglo XVII que navegará durante 2010 y 2011 alrededor del mundo y participará como embajador de Andalucía en la Exposición Universal de Shangai 2010




Esta mañana ha tenido lugar la botadura del Galeón Andalucía construido por la Fundación Nao Victoria. Se trata de una replica fiel de un galeón español del siglo XVII cuyos muebles provienen de Valverde del camino. La nueva embarcación ha sido construída con materiales ligeros y siempre respetando el medioambiente. "Servirá de embajada andaluza en Shangai, adonde llegará en el mes de julio", tal y como ha explicado el presidente de la Fundación, Juan Miguel Salas quien resaltaba también la utilización de la tecnología más moderna en este proyecto.

Además, es un proyecto generador de empleo, ya que durante su construcción han estado empleadas más de 100 personas. Se trata, según ha indicado el Consejero de Empleo, de recuperar oficios como el de carpintería de ribera.

La nave zarpará ahora a Huelva, luego a Sevilla y de allí viajará rumbo a China, partiendo el 28 de febrero, para participar en esa exposición, un viaje que harán por el índico, durante 3 meses con unos 40 tripulantes a bordo. El barco será un centro de estudio flotante en el que se llevarán a cabo proyectos de investigación e innovación



Fuente: http://www.cope.es

lunes, 19 de octubre de 2009

1895-CARNAVAL DE HUELVA (III) "Domingo de Piñata"

El cierre del Carnaval de 1895 se producía el domingo de Piñata, 4 de marzo.

Ha sido el primer día del año que corre que podemos calificar de brillante y hermoso. ¡¡¡Ni una nube lo empañó!!!.
Son pocas tres admiraciones para tan gran día, porque se puede asegurar que todos los onubenses, por lo menos, quedaron al despertar admirados de día tan hermoso.
Excusado sería relatar la inmensa alegría que reinó ayer en Huelva, sumida desde hace tres meses en nubes y agua, con un día tan superior como el domingo. (Aún estaba por llegar la riada del día 10).



Desde primeras horas de la mañana hasta las últimas de la noche, las calles de la capital fueron un inmenso manicomio, y principalmente la de la Concepción, que tomó el animado y pintoresco aspecto de otros años antes que se estableciera la costumbre de tirar confetis a los balcones, costumbre que vino a dar al traste con el paseo en dicha calle, y que por fortuna ayer volvió  a su antiguo estado, gracias al bando de la Alcaldía, que tuvieron a bien respetarlo.

Casi todas las comparsas de los días de Carnaval recorrieron ayer las calles de modo bien original.
Por discusiones entre los asociados de cada una de las comparsas, se habían dividido y separado, uniéndose los discordes de una a otra y viceversa: así que siete chinos iban unidos a catorce amas de cría, y cinco negritos con unos cuantos marineros, y así sucesivamente. Los que continuaban en indisolubles lazos fueron "Los Pelmas".
La Tuna Andaluza, compuesta por de más de cuarenta individuos, recorrió las calles, postulando para el objeto benéfico.

Los bailes

Desde muy antiguo es ya sabido que los bailes de Piñata son los más animados en Huelva, lo mismo los del Círculo Mercantil que los del Casino de Artesanos y la Cooperativa.
Todos estuvieron animadísimos, y no terminaron hasta cerca del día, dejando a los jóvenes de ambos sexos gratos recuerdos y no pocas esperanzas de que se realicen promesas hechas durante un rigodón o las vueltas del vals. Promesas que lleva el viento, dirán algunas jóvenes desconfiadas. Ya vendrá el cura, les decimos nosotros; que más matrimonios hace un día de Carnaval que una cuaresma entera.


El Carnaval y la beneficencia

Algunos de los actos que se hacían por aquél entonces por el colectivo carnavalero, iban enfocados a recoger efectivo para los pobres, así en el presente Carnaval, el Casino de Artesanos propició una colecta entre sus socios para ser repartidas entre los más necesitados el Domingo de Piñata. Y la estudiantina "Tuna Andaluza", lo que hoy sería un coro, recorrió las calles de la capital con el mismo propósito. Como anécdota, esta, a fin de que la colecta fuese a parar a manos acertadas, los necesitados por el efecto del temporal, el dinero solicitó se depositase en las casillas de beneficencia del Ayuntamiento, cuyas llaves obraban en poder exclusivo del Sr. Alcalde. Esta medida de celo no iba dirigida a la incuestionable honradez de los miembros de la estudiantina, sino más bien como llamada de atención hacia otras agrupaciones que hacían colecta para repartirse entre ellos lo recaudado en beneficio propio. 

Las bromas.

Antes y durante el Carnaval, las bromas seguían haciendo de las suyas en la ciudad de Huelva, unas inocentes y otras no tanto, caso de una que terminó con los autores en el cuartelillo.
Al parecer, unos jóvenes ataron un alambre en los topes que impiden el paso de vehículos por la calle de la Concepción viniendo desde la Placeta, a la espera de que algún alma despistada pasase, ya en horas nocturnas, y enganchase sus pies en el alambre. Más de uno fue al suelo, produciendo lesiones entre los sorprendidos caminantes. La nota característica es que aquellos que no cayeron en la trampa se sumaron a la broma, jaleando y riendo la gracia de tan mala idea.

¡¡Pues vaya unas bromas delicadas y cultas, poner los medios para que el prójimo se rompa la crisma, y reírse, aplaudir y silbar cuando esto sucedía!!" , bromas de chiquillos y propias de la época de carnaval.   

domingo, 18 de octubre de 2009

1895-CARNAVAL DE HUELVA (II) "Un Carnaval pasado por agua"

Continuamos relatando lo que fuese el Carnaval en Huelva de 1895:

El martes fue un día desagradable y lluvioso, pero esto no fue suficiente para quitar el buen humor a los que gustan del Carnaval, sino por el contrario y quizás porque traían velocidad adquirida de los días anteriores, lanzáronse a la calle máscaras y comparsas sin preocuparse de la lluvia.


(Tienda de Baltasar)


Las comparsas por la tarde parecían pelotones de gente de guerra después de una derrota. El número de sus individuos había disminuido notablemente, y los que continuaban fieles a su bandera, que plegada al asta escurría agua, daba casi compasión el verlos.  
La comparsa de "Los Chinos" era la más derrotada. ¡Hasta el bigote habían perdido en el aguaje!. La de "Los Zaragozanos", que decían no rendirse al francés, sosteníanse a duras penas al continuado cerco de las nubes. A Agustina Zaragoza le llegaban las zarpas a las caderas, y el agua había ablandado su pecho de estopa o algodón en rama.
A la de "Los Artilleros", se les mojó la pólvora; a los de "El Café cantante" les bautizaban las canales la manzanilla: y a "Las Nodrizas"se les retiró la leche por los enfriamientos de las lluvias; más a pesar de tales destrozos hubo siempre en todas ellas número suficiente de valientes para sostener el pendón.
La de "Los Permas" fue la única que más bien aumentó que disminuyó: y se comprende. Formada con gentes de la Pescadería se crecían al agua. Son anfibios.

La calle de la Concepción estuvo ese día más animada que los anteriores. Connaturalizada ya la gente con la lluvia  es necesario que caiga esta a torrente para percibirla, así no era extraño ver que paseaban sin cuidarse
de la llovizna, no solo las máscaras y muchos ejemplares del sexo fuerte sino muchachas bonitas.

Los bailes

Círculo Mercantil: El celebrado en esta Sociedad en la noche del martes fue de los mejores que allí se han celebrado y que nos hizo recordar aquellos que hace algunos años cuando, no habiendo en Huelva ninguna otra Sociedad que dieran bailes de máscaras, ejercía el Mercantil la exclusiva en esta fiesta, llevándole de ventaja el del martes a los pasados a que hacemos referencia, un marcado progreso de cultura y buen gusto que se hace bien notar.

Las numerosas señoras y señoritas que fueron de sala, honraron la fiesta vistiendo sus mejores trajes y galas que realzaba su hermosura; los caballeros vestían de frac, smoking o chaquet negro, teniendo el baile en los primeros momentos el carácter de una elegante "soirde" hasta que fueron apareciendo las máscaras en tan gran número que pronto convirtieron el salón en colosal y zumbador enjambre de picantes abejas dando malos ratos a muchos zánganos.
A las doce y media el baile estaba en su apogeo, y en este estado continuó hasta las cuatro, hora en que se bailó el "pas a quatre". Hasta entonces no vimos que se fuera nadie de tan numerosa concurrencia como llenaba el salón y las galerías del piso principal. Aunque de dadas las cuatro se retiraron algunas familias, el baile duró hasta las cinco, con la particularidad de haber estado hasta esta hora lleno casi por completo el salón.

Casino de Artesanos: A las diez y media dio principio la entrada de las máscaras en ese animado centro de recreo, y a las once y media se les hacía poco menos que imposible poder bailar al medio centenar de parejas que se entregaban  a los giros de la polka y vals, y con el ensordecedor ruido de la charla de cien máscaras daban vértigos y mareos, a los retirados del servicio se entiende, que los que pertenecían al ejército activo y reclutas disponibles les sabría aquel aquelarre a mieles y a gloria.
El sofocante calor que se sentía obligó a muchas máscaras a despojarse del antifaz y..."bendito sea el calor, dijo un retirado, así podremos gozar con los ojos, ya que las manos y los pies están en el cuartel de inválidos".
-Y tenía razón-. Rojos como amapolas y chispeantes los ojos como brasas de lumbre, fueron apareciendo rostros hechiceros en cuerpos airosos y de garbos superiores.
Y tras de un número otro número y venga a bailar, hasta que las claras del día dijeron aquí estamos.

Las que bailaron en el Casino de Artesanos no pudieron tomar las cenizas el miércoles de ídem. La que más temprano se levantó lo hizo a las doce, y a esa hora ¡buena ceniza nos de Dios!


Sociedad Cooperativa: ¿Por qué tienen tanto empeño las gentes en concurrir a los bailes de la Cooperativa?.
Fosos y barbacanas se necesitaban en la noche del martes para poner a cubierto la entrada al local de la calle "Señas" en que se aloja esta Sociedad, y es que siendo estrecho el salón de baile, estrecho para contener tanta gracia y alegría como derrochan las hermosas mujeres que allí acuden, estaba limitada su entrada a los socios de siempre, y estando por consiguiente su ingreso a los advenedizos de ocasión, no faltó quien quiso entrar forzando la entrada.


Ya se sabe que la prohibición es aliciente del deseo, y las dificultades de ingresar en el baile de la Cooperativa, aumentó en muchos el afán de entrar.

Se bailó de lo lindo y con la confianza propia de la gran familia de obreros que formaban la Sociedad, hasta las dos de la mañana, en que acordaron los socios dar por terminada tan agradable fiesta, con bastante sentimiento de los numerosos concurrentes.

El Carnaval pasó dejando a la juventud gratos recuerdos.
El domingo de Piñata volverá por algunas horas a reinar de nuevo la locura en las calles y la alegría y el placer en los bailes de máscaras.



A parte de los bailes de máscaras, algo más que típico en los carnavales de Huelva de siglo XIX, las agrupaciones, fuera de concurso alguno, estudiantinas, comparsas y murgas, a demás de cómicos en número de uno a varios por determinar, salían a las calles de Huelva, concentrándose en la popular calle de la Concepción y deleitaban a los transeúntes con sus coplas y sus gracias. Hoy en día esta costumbre de los lunes, martes y domingo de Piñata, ha sido reducida al sábado previo a la cabalgata, utilizando el mismo espacio escénico de aquel entonces.

Apuntamos una nota en las mencionadas agrupaciones colectivas del ayer, que iban provistas de pendones que identificaban a la formación a la que pertenecían, al más puro estilo de las tunas. 

Por último identificamos para el lector la popular calle de "Las Señas": la citada calle donde dice el texto se ubicaba la Sociedad cooperativa, es una calle que vio la luz avanzado el año de 1500, bajo la denominación popular de la Ceña o Aceña, por ser el lugar donde se ubicaba la aceña que abastecía de agua a los huertos de las casas y del desaparecido convento de San Francisco, donde hoy se emplaza el Ayuntamiento. Su nacimiento fue provocado para unir el centro de la ciudad con la última calle, la del "Berdigón".
 Mantuvo el nombre de "Las Señas" hasta 1868, cuando fue rotulada como calle "Alcolea", en memoria de la batalla de Alcolea que destronó a Isabel II, recuperando su nombre primitivo en 1875. Llamada también del General Azcárraga, Presidente del Consejo de Ministros, entre 1897 y  1924, cuando recibe el nombre de General Primo de Rivera. En 1931 en el advenimiento de la república se la llamó Capitán Galán, aunque vuelve en 1936 a llamarse G. Primo de Rivera. Actualmente la conocemos como calle "Arquitecto Pérez Carassa".  En esta calle además de la Sociedad Cooperativa, estuvo emplazada la muy conocida tienda de Baltasar, carnavalero del ayer de nuestra ciudad.

jueves, 8 de octubre de 2009

1895-CARNAVAL DE HUELVA (I) "Un Carnaval pasado por agua"

El Carnaval de Huelva de 1895, estuvo marcado por la inclemencia del tiempo, ya que en desde primeros de enero prácticamente no hubo día alguno que parase de llover, además de los fuertes vientos que se registraron.

Como cada año antes de las mismas fechas de Carnaval, ya se dejaba ver el trasiego de las agrupaciones y de alguna que otra precoz máscara que se echaba a la calle a primeras horas de la noche. Así se recoge en el diario La Provincia de lunes 4 de febrero de 1895:


"Siguiendo la tradicional costumbre, cuando entramos en el mes de Carnaval comienzan a verse de noche gran número de máscaras.
Anoche, a pesar de estar algo lluviosa y frío, fueron en gran número las máscaras que vimos; bien es verdad que como la diversión de ellas no está en la vía pública sino en las casas de sus amigos, donde entran a dar un rato de broma, no se les agua su fiesta por mucho que llueva."

Del mismo modo, las agrupaciones y los típicos lugares en donde se preparaban los bailes, ultimaban los detalles de lo que serían las fiestas, como encontramos en el siguiente apunte de 10 de Febrero:

(Derecha: Casa de Los Garrochos, s.XVI. en c/La Fuente. Derribada a finales del s.XX)

"Sin duda por vía e ensayo recorría anteanoche a las once, las calles de la ciudad, una estudiantina de las que se preparan a salir en el próximo Carnaval".


"Notase bastante animación entre el elemento joven, socios del Círculo Mercantil, en la preparación, animación y propaganda  de los bailes que han de celebrarse en los salones de tan culta sociedad en las próximas carnestolendas, los cuales prometen revestir su antigua y tradicional importancia.
Hablase ya de los trajes que preparan algunas señoritas, que por lindos y caprichosos han de llamar soberanamente la atención. Sabemos de varias señoritas de buen humor que irán de japonesas y de un marido feliz que irá de chino, cosa no extraña, pues en la realidad de la vida todas las mujeres son japonesas y todos los hombres formamos un ejército de chinos.
Sidi-Brisha tendrá también digna representación, pero queda prohibida la entrada a los Fuentes que pegan. Con esto se asegura el equilibrio del baile y con todo orden podrán danzar todas las nacionalidades y todas las razas, desde las hijas del Profeta, y de Confucio, a las hermanas de la Caridad y hermanas descalzas y calzadas."


PROGRAMA DEL CARNAVAL DE HUELVA 1895
( 25 y 26 de febrero y 3 de marzo)

BAILES DE MASCARAS

-Sdad. Círculo Mercantil y Agrícola:

Tres bailes de adultos; domingo 24, martes 26 de febrero y domingo 3 de marzo. El comienzo de los bailes será  a las diez de la noche y se prolongarán hasta la madrugada.

Dos bailes infantiles; lunes 25 de febrero y domingo 3 de marzo, en horario de una a cinco de la tarde.

-Sdad. Casino de Artesanos:

Tres bailes de adultos; domingo 24, martes 26 de febrero y domingo 3 de marzo. El comienzo de los bailes será a las diez de la noche y se prolongarán hasta la madrugada.

Dos bailes infantiles; lunes 25 de febrero y domingo 3 de marzo, en horario de una a cinco de la tarde


-Casino de Huelva:

Un baile de máscaras para el lunes 26 a las diez de la noche.

-Sociedad Cooperativa:
tiene previsto celebrar bailes tanto de adultos como de niños todos los días de Carnaval.
El Carnaval se limitaba oficialmente a tres días concretos, lunes y martes de Carnaval y domingo de Piñata. En la organización de los bailes se tenía en cuenta el domingo anterior al lunes de Carnaval, pues los inicios de estos eran a las diez de la noche con lo cual desembocaban en el propio lunes, por otro lado, durante lodías previos y e los restos de los días que restaban hasta el domingo de Piñata, era fácil ver máscaras por doquier. Veamos como transcurrió aquel Carnaval:


Aunque la situación económica de la clase obrera era bastante deficiente, la mayor parte marineros o con oficios relacionados a la pesca, debido al mal tiempo reinante que limitaba las salidas a la mar, la sociedad onubense se echó a la calle durante las fiestas de Carnaval, poniendo color a una ciudad triste por la situación y poco luminosa, ya que el astro rey se había dejado ver muy poco en lo que iba de año.

(Calle de Sagasta, actual Jesús Nazareno. Círculo Mercantil a la derecha, la de los arcos.)

"...desde muy temprano viéronse por las calles gran número de comparsas e infinidad de máscaras alegres y dicharacheras.
En estas últimas no vimos nada de novedad: la misma indumentaria de siempre. De las primeras algunas estuvieron bien presentadas, especialmente la de chinos con su palacio ambulante.
La nota graciosa la dieron el primer término, "Los Permas", con letra de Salvador y música indígena, que ilustrada con grabados en el texto, (a estilo de Romancero), por el mismo Salvador y...

Dios le de salud,
al montañés que apagó la luz.


Estribillo con que ponían fin a sus cómicas y originales canciones. También cantaban un popurrí de 25 canciones, por lo menos,  que hacía reír a un marmolillo.


La del organillo fue también original concurrencia: en un carrillo de mano se simulaba con lienzo un piano, en el cual se ostentaban varios atributos. El artista cogía con marcada sobriedad el manubrio del organillo, y al dar vueltas sonaba una estrepitosa y disonante cencerrada que producían dos muchachos que iban dentro del simulado instrumento, golpeando latones y cencerros, quizás con pies y manos y tocando disonantes pitos. El jorobado del agua recogía las propinas.

La animación en las calles duró todo el día y gran parte de la noche.

Los Bailes

Círculo Mercantil; no estuvo en verdad tan concurrido de máscaras como el de otros años, el baile dado anteanoche, no obstante, fue grande la animación que reinó hasta las cuatro de la mañana en que dio fin el baile con las populares sevillanas bailas por preciosas y simpáticas señoritas.
El Comandante y oficialidad del buque italiano "Chioggia", que asistieron desde primera hora hasta que terminó, mostráronse muy complacidos de las atenciones que se les dispensaban por la sociedad e hicieron constantes elogios de las andaluzas. Bailaron casi todos los números.
Terminado el baile el presidente del Círculo, señor Vázquez Zafra, los obsequió con una expléndida cena, en la cual reinó la natural alegría y la expansión consiguiente a unas buenas marcas de Jeréz y de Champagne.


Casino de Artesanos; en este Casino, al igual que en el Círculo, no fue la concurrencia tan numerosa como la de  bailes anteriores, pero como siempre, reinó la expansión y la alegría. El baile duró hasta cas el día.


Sociedad Cooperaiva; fue sin duda el baile más concurrido de los celebrados, en la noche del domingo, dada la capacidad de que dispone esta sociedad, (lo extrenaban ese año dejando el viejo local). Este fue estrecho durante todad la noche y madrugada para contener tan gran número de máscaras. El baile terminó ya bien de día.

(Calle del Palacio, se llamó Joaquín Costa de 1911 a 1931. Llamada del Palacio por albergar parte del Palacio de Los Duques de Medina Sidonia, Condes de Niebla, construído en el s.XVII)  

Casino de Huelva; La fiesta celebrada anoche (lunes 26) en el Casino de Huelva, resultó como ya habíamos supuesto, brillantísima.
El local en que se encuentra instalada esta sociedad que, como todos sabemos, está decorado en verdadero gusto, fue sin embargo previamente engalanado en la forma apropiada para la fiesta que se preparaba. Plantas, flores, alfombras, raso, objetos de arte y de lujo y  gran profusión de luz, aumentó en grandes proporciones la belleza del salón principal como las demás estancias de casino. La severidad del decorado del salón de baile contrastaba de modo saliente como la blanca alfombra, produciendo agradable efecto.
El tocador para las señoras, pieza improvisada de modo ingeniosa para subsanar la estrechez del local, resultó de gusto exquisito.
A las diez y media comenzaron a entrar las señoras en el salón y a las once el cuarteto dirigido por el profesor, don Rafael Martín, preludió el vals.
Señoras y señoritas lucían elegantes trajes y elegantes tocados. No hubo ninguna máscara como creímos, pues el baile a última hora tomó el rumbo de etiqueta.
A las doce el salón presentaba un bonito cuadro  de luz y colores, y la animación y alegría reinaban en el. No fue muy numerosa la concurrencia, pero si distinguida.
A la una sirviose un ponche y a las dos y media se abrió el buffet. Este fue presentado y servido con mucho gusto y esplendidez.
Sirviose en abundancia pavo en gelatina, ternera, jamón en dulce, emparedados de varias clases, pastas, exquisitos dulces y en licores marrasquino de Sara, curacao, ponche sueco, crema pialine y otros. Tanto su presentación como la bondad de los artículos acreditarían, si ya no lo estuviera, la repostería del Casino de Huelva.


Terminado el buffet volvieron las señoras de nuevo al salón, bailándose algunos números más, terminando tan agradable fiesta a las cuatro de la madrugada.
Entre las señoras y señoritas que asistieron, recordamos a la de Melo, Molina, García López, Corte (don Enrique), Spínola, Ramírez Cruzado, Díaz, Mora (don Andrés), Iñiguez, Vinuesa, Delgado, Ugarte, Jaldón, Vázquez Pérez (don Nicolás), y señora viuda de Albelda.
Señoritas Aurora Iñiguez,  Justita y Mª Luisa Moliní, Matilde Spínola, Luisa Orejuela, Teresa Capmany, Lola Jaldón, Mª de los Dolores García,  Cristina Vizcaíno, Carmen Albelda, Margarita Vázquez, Felicidad, Mª Luisa y Aurelia Mora,  Eulalia Martínez, Isabel y carmen Ugarte, Isabelita Martínez, Carmen López, Pepa y María Limón, Carmen Bellido, Cecilia García López, y sentiríamos que nuestra memoria nos hubiese
hecho traición djando en el olvido a alguna.

En su mayoría las señoritas vestían trajes celestes, rosas, blancos y algunas cremas y negro ylos caballeros de frac o smoki.
La fiesta del Casino de Huelva quedará como grato recuerdo para los jovenes que a ella asistieron. Tanto la Junata Directiva de la Sociedad como la Comisión organizadora del baile, estarán satisfechas de éxito obtenido.

Baile de niños

Tanto el celebrado en el Círculo Mercantil, como al del Casino de Artesanos y al de la Sociedad Cooperativa, concurrieron muchos niños.
Numerosas familias pasaron agradablemente la tarde viendo disfrutar a la gente menuda.

Como en la casa del pobre dura poco la alegría, el sol que por primera vez en el mes que corre se había despojado el domingo del antifaz de negras nubes que ha venido usando, pusoselo de nuevo en la mañana del lunes, aguando la fiesta de Carnaval que con tan buenos auspicios empezó.
Amaneció lloviendo el ya mencionado lunes, más este día, único hasta ahora la inconstancia típica de febrero, a ratos llovía y a ratos el señor de Febo asomaba su vergonzosa faz por ntre desgarrones de nubes.
Estas intermitencias fueron bastante para animar a máscaras y comparsas, las cuales fueron saliendo a la calle, teniendo más de una vez unas y otras que coger el olivo, es decir, guarecerse en los portales de las casas inmediatas, miestras pasaba el intermitente cuanto inoportuno chubasco. 


domingo, 4 de octubre de 2009

1895-UN CICLON AZOTA HUELVA



Corría el año de 1895 y tan solo en los dos primeros meses del año se habían recogido más precipitaciones que en todo 1894, el mal tiempo era la comidilla de la ciudad de Huelva, así como de los pueblos de su provincia y las provincias limítrofes de Sevilla y Cádiz, en donde el temporal también se sació con las desventuras.


En las reuniones, en la prensa, en todas partes y en cualquier momento de cada día estaba presente el temporal y la eterna pregunta; ¿Cuando acabará esto?.


El 10 de marzo de 1895 sobre las nueve de la mañana, la vieja Onuba recibió uno de los ciclones más devastadores que recordase paisano alguno y que reino hasta bien transcurrido el siguiente día.
Transcribimos la narrativa de lo acaecido según se contó en el diario La Provincia en su edición del martes 12 de marzo del mismo año:




(Foto: corresponde a la primera mitad del s.XX. Bda. de la Reina Victoria con la carretera de Sevilla que trascurre hacia la Isla Chica. Se aprecia un puente sobre el terreno de la carretera por donde entraban las aguas, a la izquierda el campanario del Sagrado Corazón, construido en 1929)


EL CICLON DE ANTEAYER


   No hemos conocido día más imponente que el de anteayer.
Desde las nueve de la mañana viose que el viento Sudeste que había corrido desde temprano enviando algunos chubasco, se iba acentuando de tal manera, que a las once se hizo tan violento que causaba temor, oyéndose constantemente ruido de persianas, vidrieras y cristales de las farolas del alumbrado público que se rompían, unido al sordo rumor que producía la mar.



De doce a una se hizo el aire tan violento, que era difícil transitar por las calles so pena de ir expuesto ha ser derribado o a seguir el rumbo que le marcara el viento.
Como se hiciera tan perceptible dentro de la población el ruido del oleaje del río como si fuese embravecido mar, salimos con ánimos de asomarnos al muelle a ver el aspecto del río, que desde luego suponíamos imponente.



Al llegar a la calle Almirante H. Pinzón, vimos gente que retrocedía deprisa trayendo la alarmante noticia de que el río entraba ya en la población.
Efectivamente: al llegar a la esquina del cuartelillo de carabineros vimos la dificultad que había de pasar adelante, pues las calles Odiel y Gibraleón estaban cubiertas de agua, uniéndose esta con la de la entrada de la calle Almirante H.Pinzón. (Se hace alusión a las calles que a día de hoy mantienen dichos nombres y que trascurren paralelas a la actual Avda. de Federico Molina, en la zona de la Isla Chica. De la calle Almirante H. Pinzón  hasta la calle Gibraleón se traza una línea recta pasando por lo que en aquel entonces no existía, la iglesia del Sagrado Corazón y terminando en lo que conocemos hoy como Los Cuartelillos, en la calle Roque Barcia).  
Como la explanada del candelabro está algo más elevada así como la entrada del paseo del muelle, logramos pasar allí vadeando la corriente que se precipitaba por lo último de estas calles.
El espectáculo que se nos ofreció a la vista desde dicha explanada era imponente, pudiéndonos mantener en dicho sitio con gran trabajo, pues el aire casi nos derriba. 

El Odiel era un inmenso hervidero: sus olas gigantescas eran arrebatadas de la masa líquida por los torbellinos de aire que, elevándolas a gran altura, las arrojaba con fuerza a grande distancia, al mismo tiempo que parecía querer escupir de su seno un sin número de pequeñas embarcaciones que parecían saltar por el muro de la rampa.
Todos los barcos que se encontraban anclados en ese espacio de darnesa que forma el río entre el muelle del puerto y el de Río-Tinto, rompiendo uno de sus amarres y cadenas, otros garrando sus anclas, se habían precipitado sobre el muro antes dicho y sobre el muelle de hierro, chocando de modo violento, haciéndose pedazos sus cascos y tronchándose sus palos y antenas.
Las barandas del muelle de hierro se doblaban y partían en grandes trozos a tan terribles topetazos, y del maderamen del piso saltaban en grandes astillas los tablones.


(Foto: Detalle del muelle de Río-Tinto, al fondo de este la Estación de Sevilla. Final s.XIX y primeros s.XX)

Como monstruos salidos de aquel mar hirviente, veíanse a algunos hombres luchando a brazo partido con los elementos por salvar el barco, que constituye toda su hacienda o en cumplimiento del deber de defender los intereses a ellos confiados.
Un falucho de Ayamonte con carga de cal, al ser esta mojada, producía humareda grandísima, formando terrible contraste aquel simulado incendio.

Algunas balandras, candrais, laúdes y faluchos estaban ya en el fondo dejando ver los palos y jirones de su velamen, cuando nos retiramos de este punto, para ver lo que sucedía por la parte del muelle de madera.
Un tren sin máquina. Un bote en el paseo. Un kiosco de viaje.



(Antiguo Paseo del Muelle, primeros s.XX)

Cuando fuimos a tomar la entrada del paseo del muelle, sentimos detrás el ruido del tren de Zafra que venía como de la Estación de Sevilla, viendo con asombro, que eran solo tres vagones que corrían empujados por el viento hacia la Estación de Zafra.
La cancela estaba cerrada haciéndola añicos del topetazo que sobre ella dieron los vagones, entrando así en la estación.

Cuando dimos vista al paseo del muelle nos convencimos que era imposible pasar adelante. El río lo cubría por completo hasta la altura de los asientos de los bancos. En uno de los primeros de estos nos subimos, pues el agua seguía avanzando, cuando observamos que por paso que conduce a los talleres de la línea de Zafra salía nadando un bote el cual quedó varado en mitad del paseo, y el kiosco que sirve para la venta de los billetes de baños salía también nadando, muy tieso, sin volcarse ni nada, yéndose contra el restaurante de Vedia.



(Estación de Sevilla, 1901)

La estación de Zafra

A la Estación, propiamente dicho, no llegó el agua; más los jardines de las oficinas eran un lago en el que sobresalían cipreses, araucarios, rosales y otros arbustos: era aquello el mar del Sargazo.
La cochera, talleres, fundición y algunos almacenes estaban anegados. El muelle de esta Compañía estaba completamente cubierto por las olas, viéndose encima de el el vaporcito América, que había roto las amarras y había quedado varado sobre el muelle, estando en el mismo estado dos o tres balandras y algunos botes.
Allí vimos al director, señor Soto, y al ingeniero, señor Olanda, dando las convenientes disposiciones para que los barcos no quedasen sobre el muelle al bajar la marea, y para evitar que el agua no arrastrase varios millares de traviesas que están apiladas en el terraplén y que el agua casi las cubría. 



(Antigüa Estación de Zafra)


Al muelle de hierro

Cuando la marea comenzó a bajar y a descender la inundación del muelle, logramos pasar primero el muelle de madera, que era un depósito de broza, lona y otros despojos que en el habían dejado las aguas.
Ya en el muelle de hierro el espectáculo era imponente. Con suma dificultad podía por el transitarse. Cubrían la vía antenas, palos y velas hechas jirones de los diez o doce barcos que se habían hecho astillas chocando contra el.
La baranda de hierro de la parte Sur, estaba destrozada por completo y la casetilla del guarda-aguja derribada y hecha pedazos.
En la plataforma encontrábanse el Ingeniero director, don Luís Moliní, como capitán en el puente del barco, dando órdenes al jefe del muelle, señor Fernández y a dos o tres docenas entre buenos obreros y bravos marineros, trabajando como leones, los primeros en la defensa del muelle de las embestidas  que le daban los barcos contra el aconchados, y los segundos, embarcados unos en el vaporcito y otros en los botes, hacían heroicidades inútiles luchando con las olas, sin poder conseguir el objeto que se proponían, cual era separar a remolque las embarcaciones que chocaban contra el muelle.



(Muelle de Río-Tinto, primeros s.XX)

¡Se salvó!

El río vaciaba con extraordinaria corriente la inmensa cantidad de agua que el fuerte viento y la marea había hecho entrar.
El viento, no cejaba en su furia y siendo contrario a la corriente, la batía, produciendo en el canal del río oleaje imponente, que solo podía apreciarse en toda su importancia, desde donde nosotros estábamos, sobre la plataforma del muelle.
Los capitanes de los buques atracados al muelle discutían con el señor Moliní sobre la mejor manera de asegurar sus buques, pues temían que la venidera marea, de no cesar el fuerte viento, les había de dar que hacer.
Todo los buques anclados en el puerto tenían los hornos encendidos y las máquinas en disposición de funcionar para defenderse caso de faltar las cadenas, solo los atracados en el muelle tenían los fuegos apagados, confiados a que se asegurarían bien al muelle.
En la forma y manera como se había de hacer más seguro e amarre estaban ingenieros y capitanes, cuando oímos grande vocerío por la parte estribor del muelle. Nos asomamos y vimos venir con rapidez vertiginosa, impulsado por la corriente, un botecillo pequeño, para la pesca por los esteros, y en el un joven como de 22 años, que con los remos pretendía dar dirección al botecillo para sesgar la corriente. Esta le precipitaba contra el muelle, corriendo gran peligro si tropezaba con alguna de las columnas. 
Como por encanto vimos a los obreros del muelle sobre la baranda tirar varios cabos salva vidas, para que al pasar el del bote por debajo del muelle cogiese alguno de ellos, como al fin lo cogió; pero amante el pescador de su bote, en el que iban las redes y aparejos de pesca, pretendió salvarse el conjuntamente con el bote, y al tomar el cabo trato de afianzarlo al bote.
Al tironazo de la corriente el bote gira con rapidez, choca de costado con una columna, salta en astillas que arrastra la corriente, se siente el cabo suelto y no vemos al hombre: ¡se ahoga! exclamamos todos. Los tripulantes de una pareja dan voces, y por señas dicen que el pescador se encuentra cogido a una columna, más desde arriba no se le ve y es imposible tirarle un cabo.
Hay momentos de angustia. A un hombre que viene hace tiempo luchando con los remos contra la furia de la corriente no debe quedarle mucha fuerza; la columna gruesa y difícil de abarcar con los brazos y el fuerte oleaje bien pudiera de ella arrancarlo.



(Vista parcial del puerto y Muelle de Río-Tinto, primeros s.XX)

Un valiente obrero salta la baranda con un cabo en la mano, e inclinando el cuerpo hasta poder mirar por debajo del muelle, logra ver al naufrago, y echándole con acierto el cabo, aquel lo coge, y tirando de arriba, logran ponerlo en salvo.
Solo supimos que era hijo de un tal tío Pepe Luís, que habita en la calle de La Palma.
El muchacho corrió hacia el dique por si lograba encontrar allí restos de su embarcación y artes de pesca.



(Inundación del muelle de Larache en 1926, Huelva)

La riada

Ya por agua  del río que asaltara por algunas partes la población, ya también por el agua llovida, se inundaron todas las partes bajas, principalmente las calles Tendaleras, Duque de la Victoria, Zafra, Rafael Guillén y otras muchas, produciendo no pocos perjuícios en algunos almacenes y casas particulares que se arriaron.
La fuerza del viento arrancó algunas monteras de cristales, y algunas paredes de edificios se vinieron a tierra.
El domingo 10 de marzo del presente año ha de ser fecha no olvidada en Huelva. Personas de más de sesenta años aseguran no haber conocido otro igual.

De los que más perjuicios han sufrido en la bahía, son; la señora viuda e hijos de Rodríguez, que creemos son tres los barcos que se le han destrozado e ido a pique; la señora viuda e hijos de Duclós, y don Rafael Manzano.
Los demás barcos perdidos son el laúd San José, de Cartaya; un falucho de Ayamonte cargado de cal, y otros, hasta el número de 12.


(Inundaciones del puerto en 1962)


Al vaciar el río veíanse arrastrados por la impetuosa corriente algunas vigas del depósito que don Gustavo Baranda tiene en el Molino de La Vega, palos y despojos de barcos, leña de montes y sin número de carneros, cerdos y alguna res vacuna.
En la ensenadilla del Dique recogieron algunos marineros varios carneros y un cerdo.
Sin duda el río al cubrir casi por completo las marismas desde Huelva a Gibraleón, ahogaría bastante ganado que arrastró en su descenso. 

En el casco de la población volaron muchas chimeneas, tejas, ladrillos, cornisas y algunas monteras de hierro y cristal, cayeron algunos cobertizos y varios muros, se rompieron infinitos cristales, y en las inmediaciones de la población, y aún dentro de ella, en huertos, corrales y jardines, el viento hizo muchos destrozos, arrancando muchos árboles y arbustos; por fortuna no ha habido que lamentar desgracias personales, por lo menos nosotros no conocemos ninguna.

En el jardín de la casa de Riera (La Placeta), arrancó el viento una grande y hermosa palmera.



(Avda.Hispanoamerica. Inundaciones del puerto en 1962)

Como se temía que la marea de la noche había de ser todavía mayor, la pasaron en vela todas las familias que habitan los pisos bajos en las calles que fueron inundadas durante el día, más por fortuna, la marea, aunque correspondía en el orden natural ser mayor, no lo fue; pues el viento no fue tan fuerte y además había rolado hacia el S.O. no metiendo por consiguiente en el río tanta agua, alcanzando en su altura máxima 25 centímetros menos que la anterior.

En la mañana de ayer, sin haber dejado de soplar con fuerza el viento, se había llamado hacia el Oeste, limpiando de nubes el horizonte, rápidamente empujadas hacia el E.


(Vista parcial nocturna del Muelle de Río-Tinto en la actualidad)


viernes, 2 de octubre de 2009

1820-1830-MOMO SE DIVIERTE EN LA VILLA DE HUELVA

El Carnaval de Huelva  puede rivalizar en antigüedad con el de cualquier ciudad española.


(Pintura panorámica de Huelva, s.XVIII-XIX: entre las torres de S.Pedro y La Concepción se aprecia el cabezo con el molino de viento, y en primer plano frente a la ría el Arco de La Estrella, situado en lo que hoy sería la Plaza 12 de Octubre aproximadamente.)


Llevado de la mano de historiadores de la época (sobre todo basándonos en las Memorias del gran pedagogo onubense Agustín Moreno Márquez) cómo se desarrollaban estas fiestas en las primeras décadas del siglo decimonónico.

En la villa de Huelva era costumbre, desde el mes anterior, dar bromas pesadas ellas a ellos y viceversa, tomándose confianza de tal índole, que otras fechas que no hubiesen sido las de carnestolendas hubieran podido parecer muy atrevidas.

Las chicas de servicio, por ejemplo, y otras muchachas de la misma clase, corrían tras de los caballeros para quitarles una prenda cualquiera, el pañuelo de bolsillo, el reloj, la capa o el sombrero, conseguido lo cual, se iban a la confitería o a la tienda de comestibles que estaba más cercana y empeñaban la prenda por algunas golosinas, caramelos o castañas pilongas. Naturalmente, los hombres esquivaban el compromiso, y cuando se veían cogidos por ellas, procuraban desquitarse dándoles empujones, y a veces, intentaban meter sus manos profanas en los ocultos pechos.

Pero mientras esto hacían las criadas de servicio, las señoritas mejor educadas, unas en las ventanas que antes tenían rejas salientes y con celosías y otras en los balcones, se tomaban confianzas y se daban bromas de mal género. Las de las ventanas, con un guante relleno de aserrín o de arena, amarrado en un largo palo tocaban en el hombro al caballero que pasaba, y cuando este se volvía para ver  a la joven que le había tocado, alargaba el guante y con el le daba una bofetada en el rostro; las de los balcones, en vez de guante, usaban unos saquitos llenos de tierra y amarrándolos por la boca con una cuerda larga los dejaban caer sobre la cabeza de los transeúntes derribándoles el sombrero, y por consiguiente, produciéndoles en alguna ocasión fuertes contusiones en la cabeza; mientras que otras más cultas, se aprovisionaban de un latón que llenaban de cáscaras o conchas de verdigones, coquinas y almejas , y arrollándole a una cuerda sujeta al balcón, lo dejaban caer dando vueltas produciendo un ruido de dos mil demonios, asustando así a los que por debajo pasaban.



(Coche de caballos en Huelva)

Pero cuando se desbordaban las bromas y atropellos eran en esos tres días de Carnaval, Domingo de Cuasimodo y Lunes y Martes de carnaval, y en los cuales se llegaba al frenesí de la locura, pues los hombres montados en ligeros carros, tirados por caballos, con grandes tinas de agua y provistos de jeringas, cargaban con el preciado líquido que lo dirigían a las señoras que estaban en los balcones y en las ventanas, mientras que ellas, armadas igualmente con el mismo instrumento, lo descargaban sobre ellos, produciéndose un tiroteo de chorros de agua, en esa especie de batalla campal, que a todos ponían como patos, de los pies a la cabeza, dejándoles en tal estado, como presuntos candidatos de grandes enfriamientos y a veces, de pulmonías.

Algunos onubenses tiraban la casa por la ventana y alquilaban un coche de caballos de dos plazas, cuya toldilla podía bajarse sobre la parte trasera  o delantera indistintamente, y en el cual se daban paseos desde las nueve hasta las doce de la noche. Se solía ir enmascarado, o sin máscara también, si así lo preferían, y hacían toda clase de mascaradas, a pie y a caballo, tirándole a los transeúntes libelos y pasquines jocosos. Y sobre todo se comía y se bebía con todas las ansias, como si tuviesen que esperar al siguiente Carnaval para poder comer y beber de igual manera.

Más tarde fueron superándose estas costumbres tomando las fiestas un carácter más culto, pues en una carroza suntuosamente adornada y con acompañamiento musical salía el dios Momo rodeado de sus locos servidores, con trajes muy vistosos; de los balcones, en vez de agua, se arrojaban papelillos de colores y confetis.
También recorrían las calles de la ciudad varias comparsas y estudiantinas, marineros y mujeres, unas con guitarras y flautines, otras con trombones y las últimas con panderetas cantando coplas alusivas a lo que iban representando y , a veces, picaban en asuntos políticos.
Sin embargo, no faltaban tampoco mamarrachos sueltos con su gracia repugnante por asquerosa o sucia: por ejemplo, una pareja simulaba ser matrimonio, el en calzoncillos y ella en camisa, llevaban dentro del canasto una escupidera llena de vino blanco con trozos de churros y tejeringos, fingiendo hacer la caca, la presentaban semejando ser orina y excrementos, y el marido, con un cucharón, ofrecía parte del contenido a los espectadores. Como este ofrecimiento no era más que pura fórmula, se lo repartían después ambos cónyuges y marchaban con su gracia mohosa a otra parte a continuar con el pitorreo.



(Calle Hospital, actual Mendez Nuñez)

Más tarde se empezó a celebrar el Domingo de Piñata en el Casino de la calle Hospital con bailes nocturnos, pero eso pertenece ya a los siguientes capítulos.

Fuente: Aquellos incomparables Carnavales de Huelva / Antonio José Martínez Navarro. 1988

sábado, 29 de agosto de 2009

1939-ONUBA


Documental rodado en 1939, de diez minutos de duración y realizado por el ayamontino Vicente Zaragoza.

Esta joya documental fue hallada casualmente en un armario del Excmo.Ayuntamiento de Huelva en 1981, y publicado gracias a la colaboración del propio Ayuntamiento, Atlantic Cooper y Canal Sur.



lunes, 12 de enero de 2009

Saltés, una ciudad islámica en el corazón de Marismas del Odiel





La Junta de Andalucía comprará el yacimiento por 245.200 euros.

Una de las aportaciones más relevantes es el descubrimiento del urbanismo del hábitat no transformado posteriormente.

El yacimiento arqueológico de isla Saltés es uno de los espacios de interés dentro del Patrimonio Cultural de la provincia de Huelva, perteneciente al término municipal de Huelva, dándole la mano a través de la ría a Punta Umbría. Es una de las joyas arqueológicas de la provincia en pleno corazón del Parque Natural de Marismas del Odiel, lo que ha suscitado siempre el interés por la adquisición de esta parcela de propiedad privada donde se encuentran los restos. Ahora la Consejería de Cultura ha hecho público el ejercicio de su derecho de retracto sobre la parcela de 23 hectáreas, donde se encuentra el yacimiento catalogado como Bien de Interés Cultural, por lo que pagará 245.259 euros a su actual propietaria Tremón SA.

El asentamiento arqueológico de Saltés está situado hoy frente a Punta Umbría, en la orilla este de la ría, la Isla de Saltés es parte de las marismas del Odiel y se compone de tres zonas de tierra y arenas consolidadas, El Almendral, El Acebuchal y La Cascajera. Separada de la ciudad de Huelva por una zona amplia de marismas y por las desembocaduras de los ríos Tinto y Odiel, Saltés siempre comunicó fácilmente, al parecer, según los textos árabes, con el sector de Punta Umbría; dicen al-Himyari y al-Idrisi que , al oeste, la isla casi tocaba "al continente, puesto que la ría mide solamente un medio tiro de piedra; por esta ría, se transporta todo lo necesario para los habitantes".

Es en El Almendral donde se encuentran los vestigios más importantes de la ciudad islámica; aquí, desde 1988 se han venido desarrollando excavaciones arqueológicas organizadas por la Casa de Velázquez de Madrid, el Parque Natural Marismas del Odiel y el Museo Provincial de Huelva, dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Las excavaciones arqueológicas se localizan al norte de El Almendral, en terrenos de propiedad privada, pero sobre los cuales existe un plan para la creación de una zona protegida y abierta al público. El sector que corresponde a la ciudad medieval de Shalyish es casi llano, el único relieve notable, que se ve desde lejos, es la fortaleza en ruinas que sobresale cinco metros respecto de la marisma. Esta alcazaba árabe tiene una planta cuadrada de unos 70 por 40 metros, con seis torres rectangulares, cuatro de ellas en los ángulos. Los muros tienen, en ciertos tramos, un espesor de 2,38 metros y están construidos en tapial. Al lado del castillo y mirando hacia Punta Umbría, quedan los vestigios de unas piletas de salazón romanas. De la misma época son unos sillares sueltos, hallados en la orilla de la ría, que según las investigaciones en la zona son posibles vestigios de un templo romano dedicado a Hércules, tal como informa Estrabón.

Según los autores árabes, la ciudad no presentaba recinto alguno, pero estaba protegida por las marismas y su tejido urbano era denso. Las excavaciones demuestran que las casas, muy numerosas, se apoyan una con la otra, organizándose por los dos lados de calles o callejones. A la ciudad principal -la madina- se añadían además varios arrabales. Contaba con agua potable abundante, en las excavaciones se han encontrado varios pozos construidos en los patios o en unos pasillos, son pozos de ladrillo o de cerámica, a veces con una decoración rica de motivos florales. En las casas más cuidadas, también se nota la presencia de pavimentos así como de letrinas y desagües.
Existían talleres de metalurgia del hierro, un puerto bien protegido y atarazanas. Estas actividades industriales y comerciales se completaban con una agricultura rica, huertos, pastos y leguminosas en abundancia. Sin embargo es la metalurgia la actividad más original de Saltés, siendo su situación geográfica lo que permitió su desarrollo. En efecto, además de constituir un puerto ideal, por estar en la confluencia de itinerarios fluviales y marítimos, la posición de Saltés hacía fácil el transporte del mineral y del combustible necesario para la fundición de éste. Los talleres de hierro se localizaban en un lugar donde los vientos dominantes, de noroeste o de suroeste, protegían a la población del humo y de los sulfuros.
Uno de los resultados más relevantes de los trabajos arqueológicos es el descubrimiento del urbanismo del hábitat. Varias manzanas han sido sacadas a la luz, proporcionando una valiosa información sobre la organización de las casas y el espacio doméstico. Según el estudio realizado por los arqueólogos de la Casa de Velázquez y del Museo de Huelva, en sus conclusiones a las que nos estamos refiriendo, está claro que la isla de Saltés constituye uno de los yacimientos medievales claves para la comprensión de la historia económica del mundo hispanomusulmán y el mejor conocimiento de su cultura material. La excavación horizontal de una parte del yacimiento de Shaltish permite aproximarse con provecho a una serie de problemas importantes para la historia y la arqueología del mundo urbano hispanomusulmán.
El paso de la antigüedad tardía a la época medieval e islámica (Saltés es uno de los pocos sitios donde puede haber existido una continuidad de poblamiento) y eventualmente definición del yacimiento antiguo (factoría de salazón, santuario o población en sentido estricto).
El estudio del urbanismo ortogonal de la ciudad, insólito en el mundo islámico, al que se debería integrar el de la ordenación del puerto, ya que este tipo de vestigios son prácticamente desconocidos en la Edad Media, excepto en el caso de Mahdiya, en Túnez.

Por otra parte está la definición de las características de un hábitat urbano no transformado en época cristiana, y no posterior al siglo XIII.
Al igual, en su interés está el estudio de la metalurgia del hierro en época medieval, Saltés situado en la desembocadura del Odiel y del río Tinto, puede ser el último eslabón en el tratamiento del metal, siendo el primero la extracción en las minas del mismo nombre.
No se aprecia el impacto de la conquista cristiana sobre Saltés, si bien parece que el abandono de la ciudad como tal fue bastante rápido. A finales del siglo XIV ya no existía como ciudad y sólo se mencionan sus ruinas. Aunque hasta el siglo XVIII existió una ermita en la zona, siempre se consideró un lugar poco salubre, llegando a funcionar como lazareto y leprosería. A parti del XIX fue explotada agropecuariamente.



Publicado el 11/12/2008. en http://www.huelvainformacion.es/.

jueves, 18 de diciembre de 2008

HOY LLEGA LA COPA DE EUROPA


Hoy Jueves 18 de Diciembre, está prevista la llegada de la recién ganada Copa de Europa por la Selección Española de Fútbol a Huelva.



El lugar será el Ayuntamiento de la capital onubense, a las doce del mediodía, Eduardo Herrera, Presidente de la Federación Andaluza de Fútbol, traerá consigo el flamante trofeo, que estará expuesto a hasta las cuatro de la tarde.

Posteriormente se le dará traslado al Salón de Chimeneas de la Casa Colón, donde se exhibirá hasta las nueve de la noche y permanecerá allí hasta el viernes 19, siendo este el último día para su contemplación, también hasta las nueve de la noche.


Coincidiendo con la llegada de la Copa, se inaugurará hoy jueves en la Casa Colón, un busto dedicado a Charles Adams, Primer Presidente de R. C. Recreativo de Huelva. La obra del
escultor de Rociana, Elías Rodríguez, se ubicará en la entrada de la Casa Colón, lugar donde fundó
la entidad, nombrándose su primera Junta Directiva provisional el miércoles 18 de Diciembre de 1889.

miércoles, 6 de agosto de 2008

HISTORIA DE LA RADIO HISPANIDAD (y II)

Juan Infante, junto al nuevo presidente de la asociación de vecinos, Andrés García, deciden en 1982 instalar una emisora más moderna.

En aquellas fechas dimitió Juan de los Santos y tomó las riendas de la Asociación Andrés García que una de las cosas primeras que hizo fue proponerle a Juan Infantes que cual Ave Fénix renaciera de sus cenizas la emisora. Y pusieron manos a la obra para instalar una emisora más moderna (que costó ciento veinticinco mil pesetas) y una sede con más calidad acústica, se compraron discos en Sevilla y en el alba del año 1892, se inauguró la nueva emisora. Y con la innovación llegó también la publicidad solicitada por el Asador de Pollos 'La Hispanidad', los restantes comercios del barrio…

La programación de Radio Hispanidad en estas fechas estaba constituida por espacios de corte cultural, musical, noticioso, deportivo, juveniles, de género y medio ambiente, de los que vamos a recordar algunos: 'La Copla', la llevaba Juan Izquierdo, un señor de bastante edad, invidente. El programa lo hacía con mucha categoría. Lo tuvo que dejar porque su edad no le permitió continuar. 'En busca del pollo', jocoso programa en el que se escondía una persona en cualquier sitio de Huelva, los participantes salían en sus coches y, mediante las pistas que daba la emisora, tenían que localizarlo. Siempre encontraban al 'pollo'. Incluso, en una oportunidad, se escondió en un barco mercante y dieron con él. Como premio, el que lograba encontrar al volátil ganaba un menú, con la tortilla, el pollo, la bebida refrescante, el pan serrano… Este programa estaba patrocinado por el 'Asador de Pollos 'La Hispanidad' y se hacía muy corto. Dicho 'encanto' era provocado por la magia que creaban los locutores.

Las retransmisiones de fútbol de Miguel Barroso contaban y cuentan con mucha audiencia. El programa '¡Olé, mi tierra!', tiene conquistado el ánimo de muchos rocieros. Es un espacio que también es compartido, por lo que se escucha en muchos puntos de España.

En el programa 'Los Pueblos', cada semana, durante una hora, toma el protagonismo uno de nuestra provincia del que se airea su historia, su economía, su patrimonio histórico artístico y sus esperanzas.Otro programa que tiene mucho contenido y es muy seguido es el llamado 'Señales de humo' encaminado a ayudar al Tercer Mundo, a la clase deprimida y también colabora con la Asociación 'Dos Orillas'. Está dirigido por Andrés García. Otros programas les sirve para colaborar con la parroquia del Pilar, para difundir los conocimientos sobre Ovnis…

Los programas de Carnaval han contado con personas muy capacitadas en el tema como Antonio Hierro, Pepe Santana, lo mismo ha ocurrido con los programas literatos (poesía), musicales y taurómacos, cuyos locutores han sabido promover la cultura, la información y el esparcimiento. En la finalidad de estar siempre dispuesta a servir a los intereses de Huelva, esta Radio se ha destacado en las retransmisiones por vía satélite o conexión con otras emisoras a nivel nacional con las que ha promocionado la imagen de nuestra ciudad en el exterior. Así, lo mismo que otras emisoras de similares características a la que historiamos, envían a Huelva sus inquietudes, sus logros y sus bellezas.

La bella ciudad del Tinto y del Odiel ha sonado, a través de la Cadena granadina 'Energía', en Granada, y, por el mismo procedimiento, en otras emisoras del País Vasco (como 'Fórmula Gil', que tiene 45 emisoras en toda España), Cataluña y prácticamente casi toda España, al mismo tiempo que en Huelva se escuchaba las excelencias de los puntos geográficos citados.El viejo anhelo, dada la gran actividad que tiene esta emisora, de ampliar lo que era la sede consistía en derribar una pared y ocupar un amplio local vacío que estaba fronterizo a la Radio. Se lo pidieron a la Asociación de Vecinos y accedieron.

En aquellas fechas se estaba creando la Asociación de Vecinos de Amas de Casa de la Hispanidad y le solicitaron a la A A VV aumentar también su sede parte del citado local. Llegaron a un acuerdo con el Ayuntamiento. Así, ellos les cedían a las Amas de Casa el local vacío y el Ayuntamiento se comprometía a realizar las obras necesarias en otras instalaciones. Y así ocurrió, aunque debemos precisar que toda la obra de la Radio no la ha hecho el Cabildo, sólo ha realizado la obra civil, mientras que el cableado, electricidad, equipación nueva, mesa de mezclas, madera e incluso una torre nueva etc., ha corrido a cargo de la Emisora que guardó, para tales cosas, las subvenciones municipales. Radio Hispanidad tiene estrechas relaciones con la Universidad de Huelva. Así, Juan Infantes colaboró con la Radio de la Universidad, 'Uniradio', montándoles los equipos, la instalación, asesorándolos, en tal medida que muchos de los que están trabajando para la Emisora de la Universidad bebieron su saber de Hispanidad Radio. Además, ambos entes, Universidad y Radio Hispanidad, hicieron un convenio para que la Emisora sita en la Avenida de las Fuerzas Armadas, que no tenía un sitio alto donde colocar su antena por lo que no tenía la potencia necesaria, instalase también sus antenas en la torre de la que era propietaria Radio Hispanidad. Este entente cordial con la Universidad se amplia con asesoramientos, retransmisiones, etc.

Las nuevas y espaciosas instalaciones con las que en la actualidad cuenta Radio Hispanidad, sitas al dorso de la calle Ruiz de Alarcón, han permitido que ésta tenga un aula preparada para impartir cursillos y que nuevas generaciones de locutores aprenden a manejar los equipos, realizan programas y adquieren una experiencia que en el futuro les vendrá muy bien para sus pretensiones radiofónicas.También Radio Hispanidad ha cambiado de frecuencia.

Pero vayamos a los orígenes. Esta emisora solicitó hace un cierto tiempo una 'licencia cultural' que le ofreció la propia Junta de Andalucía. Mientras estaban a la espera de la concesión de la citada licencia, Telecomunicaciones de España dio unas ochocientas emisoras en todo el país, tres de ellas en nuestra provincia: dos de ellas en Huelva capital y una en la provincia, concretamente en Valverde del Camino. Pero por veleidades de la vida, la otorgada en la provincia 87.6 casi coincide con la frecuencia que antes tenía Radio Hispanidad: 87.5 Las dos capitalinas y la de Valverde son las tres últimas licencias que se van a conceder, ya que la Ley Digital no otorgará mas emisoras. En esta circunstancia, podía darse el caso de que Radio Hispanidad molestase con interferencias a la futura Radio Valverde. Así pues, para que en el futuro la Emisora de la provincia tenga la frecuencia limpia, Telecomunicaciones se puso en contacto con Radio Hispanidad ofreciéndoles que se cambiaran a la frecuencia 90.5 que es donde se sitúa el emisor de la citada barriada.Al no tener licencia, Radio Hispanidad no tiene potencia establecida para poder transmitir. Las emisoras culturales, según un Decreto de la Junta de Andalucía, pueden alcanzar sus lugares fronterizos y los pueblos de los alrededores. Pero, Radio Hispanidad por estar situada en un barrio con tanta altitud que supera el nivel de los repetidores de la Cadena SER y Onda Cero, con muy poca potencia alcanza un radio de acción, una cobertura muy lejana. En este sentido, Radio Hispanidad ha sido escuchada en Cádiz, Badajoz, Portugal…

Esta es la historia de una Emisora que goza de amplias simpatías en nuestra ciudad y que nos permite conocer qué objetivos se pueden alcanzar con un tesón inquebrantable.



Antonio José Martínez Navarro / Historia menuda / Huelva Información.

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