Tal y como estaba previsto por el programa realizado por La Comisión, el plazo de inscripción para la presentación al concurso de las distintas agrupaciones, finalizó el miércoles 15 de Febrero, por lo que desde el 16 ya se conocían los grupos oficialmente inscritos a el.
Entre todas las modalidades, se presentaron 8 agrupaciones; 1 Cuarteto, 1 Quinteto, 1 Sexteto, las tres agrupaciones dentro de la misma modalidad, 1 Chirigota, 2 Murgas y 2 Comparsas.
La venta de entradas para el “I- CONCURSO DE AGRUPACIONES DEL CARNAVAL DE HUELVA”, tuvo lugar el Lunes 20 de Febrero sobre las 12 del mediodía, en una caseta o quiosco instalado para tal fin, en una de las esquinas de La Plaza de Las Monjas, más concretamente, la esquina que lleva al coliseo de la calle Vázque López, el Gran Teatro. El precio de las localidades, eran de 600 pesetas, (3,60 euros), para el patio de butacas, y 400 pesetas, (2,40 euros) , para el resto .
”El socorrido despacho para la dispensación de las entradas, era de chapa y estaba pintado totalmente de azul, no estaba fijado al suelo, era móvil a Dios gracias, por lo que se podía cada mañana trasladar un metro, el necesario para que el taquillero; Antonio Hierro Zabala, pudiera evitar estar sobre “el regalito”, que noche tras noche un improvisado inquilino, dejaba tras su pernoctación. A bien le tuvo que resultar al misterioso vagabundo, contar con techumbre para paliar el frío rocío mañanero de los albas de Febrero, máxime si el susodicho habitáculo hacía las veces a demás de servicio privado”.
Las entradas para los tres días previstos, 1 y 2 de marzo para el concurso y 3 de Marzo para el Pregón, la Coronación y la Entrega de Premios, se vendieron en su totalidad para los días 2 y 3, colgándose el cartel de “no hay entradas”, para el primer día quedaron algunas entradas para la parte alta del teatro, lo que denominamos en nuestro argot carnavalero, “el gallinero”. El aforo del Gran Teatro, según los medios de comunicación del momento, ascendía a unas 900 localidades. Debemos tener en cuenta que el Gran Teatro, tras su remodelación perdió aforo, ya que no sólo se le dio mayor funcionalidad específica y se le dotó técnicamente en la vanguardia de los mejores teatros de España, si no que a demás, para llevar acabo estas dotaciones, hubo que agrandar el escenario y se dispusieron asientos más amplios que los que hasta entonces tenía, lográndose con ello el propósito previsto pero disminuyendo considerablemente su aforo. Hoy día cuenta con un total de 644 asientos fijos, más aquellos móviles que se ubican en los palcos laterales y dispuestos a lo alto de tres plantas.
El Ayuntamiento capitalino, siguiendo con la iniciativa de apoyo a la fiesta, convocó públicamente a los fotógrafos profesionales de Huelva con fecha 25 de Febrero, para cubrir gráficamente todo lo que aconteciese en el presente Carnaval e instándolos a pasar por la Casa Consistorial, a fin de recoger los pertinentes pases de acreditación para los actos de los días 1, 2 y 3 de Marzo en el Gran Teatro, y poder dar las pautas a seguir dentro de éste.
Previo al concurso, todas las agrupaciones tuvieron la oportunidad de realizar sus ensayos generales en el escenario del mismo teatro.
Y llegó el gran día, los nervios de los grupos estaban a flor de piel, cada comparsa, chirigota, murga o cuarteto, se dieron cita en sus respectivas sedes con antelación suficiente para poder prepararse ante el gran estreno, todos a excepción de la murga de La Máscara, la cual utilizó los camerinos del teatro para prepararse. Aquello del efecto sorpresa, entiendo, fue una las causas que motivaron a ésta agrupación para prepararse en el interior del teatro, algo que fue reprobado por alguna que otra agrupación que así no lo entendió.
A las puertas del teatro, el público se arremolinaba creándose un ambiente de expectación y llegando a veces a la euforia, sobre todo cuando se veían venir las agrupaciones realizando sus pasacalles previos a su entrada en el teatro. En el interior, la bombonera se iba llenando de un público inquieto y ruidoso. A ésta gran cita faltaron las autoridades, tan sólo Oliva Tornero y Juan José Oña estuvieron presentes, ambos de la concejalía de cultura y estrechamente ligados a la organización.
Diego Beltrán, Presidente de La Comisión pedía al respetable, en primera comparecencia, paciencia y comprensión ante los errores que se pudieran dar de carácter organizativo y para las agrupaciones, puesto que casi el cien por cien de los participantes, nunca habían subido a un escenario para éstos menesteres faranduleros.
Tras las bambalinas Manuel Quintero, operario del teatro, era el encargado de mover las cortinas, Manuel trabajaba allí desde 1949 y estaba emocionado y expectante por que nunca había presenciado un carnaval sobre esas tablas. Los presentadores ya estaban dispuestos, tendrían el honor de presentar, Ángeles Blanco y Manuel Peral. Ángeles no estaba nerviosa pese a ser la primera vez que presentaba un acto de ésta índole, Manuel ya era acreedor de experiencias similares sobre las tablas del Teatro Gran Vía de Isla Cristina.
Un poco pasadas las nueve de la noche, se apagaron las luces, se iluminó el escenario, se abrió el telón y la megafonía comenzó ha hacer sus funciones, los presentadores daban las buenas noches al público onubense y se congratulaban por la recuperación de nuestros carnavales. El escenario se había disfrazado para el momento, con más ingenio que presupuesto, digno y original, un telón negro de fondo sobre el que prendían la exclamación; ¡VIVA EL CARNAVAL! , entre globos de colores y serpentinas. Obra realizada de forma altruista por José Manuel Seisdedos.
Sin más dilación fue presentado el primer grupo de la noche, les tocó abrir telón a un cuarteto; “Diálogos de Apolo, el Indio, Colón y un Fraile Criticón”, de la peña Los Mojarras, con letras de Miguel Barba y música de la agrupación. A continuación, prosiguieron las parodias, era el turno del quinteto; “Cuatro Jodientes y un Paciente “. Los cuatro jodientes eran; Reagan, la señora Thatcher, Hassan II y Mitterrand, mientras que el paciente era Felipe González. Venían por la peña de El Choco Contaminao y tanto las letras, como la música y la dirección corrían a cargo de José Pulido Coronel. Tras ellos , el sexteto; “Carnaval”, único en la historia de éste concurso en lo que se refiere a número de componentes, con letra y música del grupo y la dirección de Manuel Rodríguez, era un grupo joven de chavales de entre 15 y 17 años de edad que fue arropado por un público muy complaciente con ellos. El cuarto grupo trajo a estreno otra modalidad sobre las tablas, la chirigota. Se trataba de un peculiar equipo de rugby , “Los Boquerones Atómicos”, de la peña Los Boquerones, con letra y música de sus 11 componentes y con la particularidad que la dirección corría por cuenta de una chica, Cinta Hernández.
Entre tanto, los señores de la prensa tomaban nota de cada detalle que iba teniendo lugar y los profesionales de la radio hacían lo propio en directo para toda Huelva.
Llegó el turno a las murgas y en primer lugar lo hizo “Charlie Payaso” de la peña La Máscara, cuya dirección, letra y música correspondía a Roque Rodríguez Contreras. Era en sí un homenaje al recientemente fallecido Charlie Rives , el grupo estaba formado por 13 componentes. Y la segunda murga de la noche, “Los Pintores de la Brocha Gorda” con otros 13 componentes, letra , música y dirección de Curro Morató, y la dirección artística de José Luís Montero .
La noche llegaba a su cierre con dos comparsas, “Los Musiqueros Locuelos” del Choco Contaminao , sus letras compartidas por José Manuel Muíño, José Vega y José Pulido y en cuanto a la música y la dirección, realizadas por José Manuel Muíño con 16 componentes . Por último “Las Gaviotas”, una comparsa compuesta como la anterior por otros 16 componentes, su aglutinador de esfuerzos, que no director, era Francisco Escudero ya que el repertorio y el sacar adelante a la agrupación había corrido por cuenta de todos sus integrantes, entre los que citaremos a Miguel Limón, el Willie y Antoñín Cocuelo.
Durante toda la noche el comentario general de la sala era “que se notaba que era la primera vez”, aunque el público disfrutó de cada una de las actuaciones. Así se expresaba Cinta Hernández, directora de la única chirigota del concurso, tras su primera actuación; “Muy, muy, muy bien, repetía una y otra vez.- Para dar su calificación del público en la sala del Gran Teatro, a la vez que explicaba que- La gente es fabulosa, nos ha acogido extraordinariamente y es que tienen ganas de marcha.- No dudaba en pedir a todos los onubenses en éste Carnaval de 1984, que siguieran participando para que el año que viene seamos más los que participemos.- En cuanto a la calidad de los grupos estimaba un nivel bueno ya que a ella le habían gustado los demás.
Curro Morató, autor de “Los Pintores de La Brocha Gorda”, estaba radiante de alegría, el éxito indiscutible de su murga, se añadía la reacción del público que por otra parte el ya parecía esperar, por que; “yo he sentido al público como me lo esperaba sentir, ya que se que Huelva tiene público para esto”. Respecto a si habían existido errores en otros grupos, por que el suyo sin duda, uno de los triunfadores de la noche, comentaba; “errores como no va ha haberlos si es la primera vez”. La misma impresión del público tenía José Manuel Muíño, director de “Los Musiqueros Locuelos”, para el que; “la acogida que hemos tenido ha sido maravillosa y a todos los grupos los están apoyando. El público se está portando de una manera estupenda y creo que esto va a ir a más porque Huelva es carnavalera cien por cien”. Otro de los encantados con la noche era Francísco Escudero de “Las Gaviotas”.
El día 2 de Marzo el Gran Teatro abría nuevamente sus puertas para acoger la segunda jornada del concurso. En ésta ocasión los nervios estaban más templados y los repertorios sobre las tablas salieron bastante mejor que en la noche anterior.
Los primeros en llegar, fueron los artífices de la comunicación, aquellos que tras el micrófono y la tinta cubrían la noticia y el acontecer de nuestro Carnaval. El periódico Odiel y Huelva Información se encargaron de hacer partícipe a los onubenses que no pudieron asistir al concurso, y la radio hizo lo propio en directo. En ese Carnaval se contaba con Radio Popular, con personas tan conocidas como; Vicente Quiroga, Fernando Guinea, José Luís Jerez Manfredi, Rafael Mezquita, M García Morales, Manolo Acosta, Serafín Sierra, Idelfonso Canelo, José León, José Antonio Sofio, Joaquín Ávila y Jesús María García. Por La Ser; Manolo Waflar, Rafael Alvarado, Montaña Hurtado, Pedro Galvín, Miguel Ángel Fernández, Inés María Romero, Onofre López, Cinta López, Juan Eloy Durán y Paco Herrera. Todo un elenco de profesionales que hicieron posible, entre otros a un servidor, que el pueblo onubense se acercara a la fiesta, algo que no se puede dejar pasar y de agradecer más allá de los intereses comerciales del evento.
Nuevamente tras las bambalinas estaba nuestro tramoyista de ayer y otro señor que comentaba, haciendo referencia a carnavales de antaño, que le recordaba a los bailes d e máscara del Teatro Mora, algo que pudo vivir y que anotaba como los acomodadores andaban por los pasillos retirando con los pies los confetis y las serpentinas para adecentar en la medida de lo posible la sala.
Y dieron las 9 de la noche y los presentadores daban comienzo al espectáculo, un espectáculo que se adivinaba lleno de diversión por el ambiente que se respiraba en el teatro.
Los primeros en aparecer fueron “Cuatro Jodientes y un Paciente”; realmente simpáticos y llenos de golpes de gracia políticos, un Felipe González acribillado por los consejos y las amenazas de los cuatro líderes políticos, la OTAN, Gibraltar, los camiones de frutas y verduras en Francia, el problema de la pesca con Marruecos, todo ello en un popurrí muy logrado. En ésta agrupación participaba “El Plate”, quién en años venideros se convertiría en punto de referencia dentro del teatro para todos los grupos, ya que se encargaría de acomodar a las agrupaciones en sus respectivos camerinos y de facilitarles las botellitas de manzanilla correspondiente, por aquello de entonar las gargantas. Le siguió el sexteto “Carnaval”, unos chavales con mucha voluntad y entusiasmo que fue una noche más arropado bondadosamente por el público del Gran Teatro, ya que su repertorio e interpretación no estaban a la altura de calidad con respecto a los demás participantes. Recibidos con grandes aplausos y en las antípodas del sexteto que le precedió, llegó el cuarteto de “Los Mojarras”; con una buena puesta en escena y unas letras en todo el repertorio, más que geniales, su popurrí era un paseo por la ciudad de Huelva, donde aprovechaban para criticar con una gracia inaudita todo lo criticable. Tocaron muchos temas pero lo que quedó claro fue que; “seguro, seguro que Colón salió de Palos”. Su calidad fue recompensada gratamente por el respetable.
El cuarteto fue seguido en escena por la chirigota “Los Boquerones Atómicos”; en su repertorio y de forma insistente hacían reivindicación de un SÍ por la paz, ésta chirigota mixta, compuesta por 6 chicas vestidas con chándal, tobilleras y grandes hombros, como los jugadores de rugby americano y 5 chicos vestidos como animadoras del equipo con sus coletas al viento. Durante su interpretación tiraban claveles al público, en su repertorio también cantaron a la manifestación antinuclear y recordaban a la Junta de Andalucía que aquí hay muchos parados y que no contraten al Bofil para el V Centenario. Pero lo que mayor éxito tuvo fue el cuplé que dedicaron a Boyer con referencia a la fiebre de los cupones. En el escenario llevaban un cesto gigantesco llenos de tomates con un letrero que decía “TOMATES CON GRACIA”. A continuación un paréntesis abligado, el descanso. La barra del ambigut estaba a tope, los comentarios iban y venían y el personal disfrutaba de lo lindo con todo lo que estaban viendo sobre las tablas.
En la segunda parte apareció la primera de las murgas en escena, “Charlie Payaso”; una impresionante puesta en escena de un solo payaso que imitaba al desaparecido Charlie Rives que se veía interrumpida por los fuertes aplausos del teatro y que se repitió durante toda su actuación, hay quienes pensaron que los ruidos emitidos por el payaso eran de una grabación, pero nada más lejos de la realidad. Se presentaban a continuación todos los demás payasos cogidos de la mano, al estilo del circo de la “tele”, surgiendo de la famosa silla del artista, muy sensible y emotivo. Sus temas pese a ser una murga no iban destinados ha hacer reír a nadie, por el contrario eran más profundos y reivindicativos, le cantaron entre otros temas a la Dama de Hierro, a la plaza de toros, al incendio de la discoteca Alcalá-20 de Madrid, a la Seguridad Social y al V Centenario. Su popurrí comenzaba por fandangos, algo que hizo arrancar al público de sus asientos como era de prever en una tierra en la que se mezcla la leche materna con éste nuestro cante más popular. Desde el gallinero alguien increpó “viva la madre que os parió”, algo que fue coreado de seguido por todo el teatro.
“Los Pintores de La Brocha Gorda” secundaron a los de La Máscara; llevaban una presentación francamente buena, el público disfrutaba con la parodia entre los pintores afeminados, otro pequeñito, un porrero y el capataz. Con una gracia que le salía hasta por los oídos decía; “oye mari..que aquí hemos venido a pintar el Gran Teatro, pero que trabaje el enano ese como en la películas de Blanca Nieves y los siete enanitos”. Sus letras fueron dirigidas al V Centenario, a los perros que dejan sus regalitos en las aceras, a Huelva, a la autonomía de Andalucía y a “La Moni”, (“La Moni”, es un personaje singular de la ciudad de Huelva, vedette y humorista). La gente no paró de reírse durante toda la actuación. Y le tocó el turno a la modalidad de comparsa, en primer lugar se presentaron “Los Musiqueros Locuelos”, rememorando el Carnaval de antaño y la Huelva que nunca volverá. Muy bien vestidos, hacían recordar aquellos tiempos del Teatro Mora. Su presencia en las tablas era muy ordenada, dedicaron un pasodoble al V Centenario, aunque quizás lo más emotivo de sus letras fue el pasodoble donde homenajeaban a Claudio Mingorance, (Claudio González Domínguez “Mingorance”, es el padre del himno oficial del Carnaval Colombino, autor de agrupaciones en los años 20 y 30, siendo el pasodoble por el que se le recuerda de la murga de 1930 “Los Viudos Alegres” y cuyo título es “La Punta El Sebo Levanta”, éste pasodoble surgió al año de la inauguración en 1929 del Monumento a la Fé Descubridora, popularmente llamado Colón, que se emplaza en la Punta del Sebo en Huelva, en la confluencia de los ríos Tinto y Odiel que forman la famosa Ría de Huelva).
Reproducimos aquí el pasodoble citado de “La Punta El Sebo Levanta”;
Huelva, te saludamos, te lo mereces
por ser la patria hermosa del onubense
lo lleva escrito España en el mapa mundial
y los Viudos Alegres
ahora lo vamos a recordar
La Punta El Sebo levanta
un monumento a Colón
dándole honra al marino
que con grandes riesgos
los mares cruzó
el descubrió el Nuevo Mundo
y ahora veréis como fue
con las alhajas empeñadas
de aquella reina santa Isabel
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mandó, mandó,
que tres naves construyeran
que fue, que fue,
que fueron las carabelas
de “to”, de “to”,
de “to” el mundo “conocía”
que fueron La Pinta y La Niña
y la famosa Santa María.
En ésta comparsa de El Choco Contaminao, también participaron personajes populares de nuestro Carnaval que merecen ser citados, como son Antonio Cabezas Reyes, uno de los máximos exponentes de la murga en Huelva, Antonio Hierro, actualmente dedicado a la difusión de la fiesta, Chiqui, componente de una de las murgas más señeras de nuestra historia contemporánea y crítico de las agrupaciones desde su columna en Huelva Información desde hace años.
El broche a la noche lo volvió a poner la comparsa “Las Gaviotas”, su presentación era buena, por aquello del canto gregoriano que hacían, eran unas gaviotas llegadas del paraíso, con un vestuario muy conseguido, tanto que alguna señora del público no paraba de reír al ver semejantes pajarracos sobre el escenario. Hacían una reivindicación con su tipo a las gaviotas victimas del zotal que les echaron a las gambas por el problema del bórico. Le cantaron al V Centenario y al gobierno de aquel entonces. Fue de muy buena aceptación sus cuplés, sobre todo el dedicado a los contenedores de vidrio, esos verdes que según ellos parecían marcianos y el cuplé dedicado a la grúa municipal. De éste último, añadir que fue cantado en plena vía pública a los agentes y responsables de la grúa mientras realizaban sus labores propias. En definitiva un repertorio dedicado en gran parte a un “NO” a la contaminación.
Concluido el segundo día de actuaciones tan sólo quedaba ver cual sería el fallo del jurado, algo que tendría lugar el día 3 de Marzo tras el Pregón y la Coronación de las Choqueras. Para un servidor, en mi humilde opinión el I Concurso de Agrupaciones lo ganaron todos los participantes, esos que pusieron con su empeño, con su entusiasmo, con su mejor hacer y con sus logros y errores, los primeros clavos a unas tablas de un viejo teatro para levantar la Casa del Carnaval Colombino, nuestro Gran Teatro.
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